31 de agosto de 2011
INTENDENTE Y CONCEJALES, SOCIOS DEL DESFALCO
"Nuevamente, el Tribunal de Cuentas de la Municipalidad de Córdoba ha rechazado el balance y ejercicio financiero de 2010. Al igual que con el ejercicio 2009, el ejecutivo municipal dibuja los números para esconderle a la población el colapso de las finanzas municipales”, señaló Manuel D’Alessandro, candidato a concejal por el Frente de Izquierda, en una reunión con vecinos de barrio Ituzaingó Anexo.
“El ejercicio 2009 finalmente quedó aprobado por medio de un artilugio administrativo, ya que el Concejo Deliberante, con la complicidad de todos los bloques, no trató el rechazo del tribunal de cuentas, por lo que el ejercicio financiero quedó aprobado. Es así como queda demostrado el entrelazamiento de los concejales con la gestión de Giacomino, quien debería ser procesado por malversar los fondos de los vecinos”, continuó D’Alessandro.
“Desde el Concejo Deliberante vamos a impulsar la formación de una Comisión Investigadora, para determinar la responsabilidad de esta y de las anteriores gestiones de gobierno, que han llevado a las finanzas municipales al descalabro total. Por ello, nos dirigimos al pueblo de la ciudad de Córdoba para pedir el voto al Frente de Izquierda en las próximas elecciones municipales del 18 de setiembre. En defensa de los intereses de los vecinos, hay que llevar a la izquierda al Concejo Deliberante”, finalizó el candidato a concejal.
Cristina y Schiaretti se preparan para armonizar el sistema jubilatorio cordobés
La reunión de ayer entre Cristina y Schiaretti dio como resultado sólo un posible compromiso de pago de la deuda que el gobierno nacional mantiene con la caja de jubilaciones de la provincia de Córdoba, a cambio de negociar las elecciones de octubre. Sin embargo, el planteo de Cristina para afrontar el déficit de la caja cordobesa la difundió el titular de la Anses: la armonización con la Nación. Con esta medida, el cálculo de los haberes jubilatorios provinciales se realizaría a partir del promedio de los salarios de los últimos 10 años de servicios, no del último o del mejor. También se eliminaría el denominado “enganche” de la movilidad jubilatoria con la salarial. Todo ello provocará de entrada una baja de entre el 25 y el 30% de las futuras jubilaciones.
Schiaretti-De la Sota no se oponen a la armonización, pero no pueden declararlo. La última vez que se avanzó parcialmente hacia un ataque previsional, una movilización generalizada de todos los gremios públicos marchó directamente a la Legislatura, en lo que se conoció como el “Cordobazo de 2008”.
El gobierno nacional no menciona que una de las causas principales del déficit de la caja provincial se encuentra en las jubilaciones de privilegio; tampoco, el desfalco consumado con el Fondo Complementario, que reteniendo un 7% más de aporte al salario de los empleados, se encuentra en ¡cero pesos!. Schiaretti y De la Sota, a su vez, denuncian la deuda de 1500 millones de pesos de Nación con la Caja; sin embargo, no cuestionan ni por un instante el destino que se le da a los fondos de la Anses, que se utilizan para pagar la deuda externa y para financiar préstamos al 8% anual a los capitalistas, mientras la inflación es del 25%.
El Frente de Izquierda tiene como eje de su campaña la defensa irrestricta del 82% móvil, y la jubilación con 25 años de aporte sin límite de edad. Nuestra batalla es por bancas de izquierda en el Congreso para llevar adelante este reclamo popular.
Anabel Allochis, candidata a Diputada Nacional por el Frente de Izquierda.
28 de agosto de 2011
RESPUESTA DE ALTAMIRA ANTE OTRA PROVOCACIÓN DEL ESCRIBA OFICIAL VERBITSKY
Verbitsky procura explotar la ignorancia probable de una mayoría de lectores de Página 12 cuando oculta a personalidades notables como César Tiempo (Israel Zeitlin) y Andrés Rivera (Marcos Rivak) o Tato Bores (Borensztein), entre muchos otros, cuyos seudónimos, sin embargo, no estaban motivados por la necesidad de luchar contra gobiernos militares en la clandestinidad; ni hablar de León Davidovich Bronstein, que si seguimos la versión de Verbitsky, ocultó su condición judía bajo la etiqueta de Trotsky. Sea como fuera, no hemos visto que Verbitsky se destacara, bajo su mote post montonero, como protagonista creativo de la comunidad judía, como si fueran suficientes los sonidos del apellido para probar esa condición; Altamira, por el contrario, aún sigue peleando contra el encubrimiento del atentado a la AMIA por parte del estado argentino y los principales servicios secretos del extranjero. Verbitsky aprovechó su reconversión de apellido para ponerse al servicio de propaganda de los gobiernos de Alfonsín y de la Alianza, mientras su amigo José Pablo Feinmann apoyaba, desde la revista Humor, el pacto entre Menem y Bunge & Born.
Página 12 despidió de su redacción a un colaborador que usaba un seudónimo judío, Natalio Liberman, el apellido de su madre (hoy firma Ismael Bermúdez), cuando éste escribió una crítica a la privatización de la seguridad social de Menem, porque esa posición afectaba la continuidad de los anuncios publicitarios de las AFJP en el diario. Tampoco se privó de atribuir a un trastorno provocado por el cáncer la empecinada crítica de su colega judío, Julio Nudler, a Alberto Férnandez, ex jefe de gabinete, por los negociados que éste habría cometido como superintendente de Seguros de Carlos Menem, a las órdenes de Carlos Sánchez y Horacio Liendo –en un brutal ataque personal para defender al elenco kirchnerista. Más recientemente, Verbitsky dedicó dos páginas de mentiras contra el Partido Obrero, con relación al asesinato de Mariano Ferreyra, cuya réplica por parte del PO, Página 12 se negó a publicar. Dos meses después del asesinato de Mariano, atacaba al Partido Obrero por los sucesos de Constitución –provocación nunca aclarada contra la lucha ferroviaria-, denunciando una participación falsa de Néstor Pitrola en el Ministerio de Trabajo que fue desmentida por el periodista Alfredo Leuco en investigación del diario Perfil. Hace pocos días instruyó a una periodista de Página 12 a meter cizaña en el Frente de Izquierda, omitiendo la mitad fundamental de la información que pretendía ventilar.
Verbitsky, escriba del gobierno, arremete contra Altamira con una demora de más de cincuenta años, porque el Frente de Izquierda está en pleno avance y es visto con respeto e interés por un arco popular importante que aún vota al kirchnerismo. Verbitsky apoya el operativo político del oficialismo de elegir a Macri como el opositor derechista a su Majestad, con la pretensión de seguir con la farsa de que el FpV representa a la izquierda o al antiimperialismo. El Frente de Izquierda lo perturba porque se proyecta como la oposición efectiva y una alternativa política. Verbitsky busca empañar la honestidad y transparencia personal que la ciudadanía reconoce en Jorge Altamira, una honestidad de la cual forma parte, por sobre todo, su seudónimo político, porque éste representa una continuidad de la trayectoria, las ideas y la lucha de toda una vida.
Como periodista que soy me permito terminar con una nota de color y una reivindicación suprema: numerosas familias judías portan en Francia el apellido Wermus, pero en Alemania lo llevan otras tantas que son protestantes. Desconozco a qué se debe esta singularidad, ni si se trata de una reconversión de judíos al protestantismo o al revés. El destino de los apellidos fluctúa con la trashumancia y la historia. La vida real de los hombres de carne y hueso, por el contrario, queda estampada como en una piedra para siempre. Soy socialista e internacionalista, por sobre todo, por eso pongo la defensa de la condición humana por encima de la que se adjudica cualquier religión, cualquier etnia y cualquier nacionalismo.
¡Viva el Frente de Izquierda, carajo!
Jorge Altamira
25 de agosto de 2011
COMO EL GRITO DEL TERO
"Evidentemente, el ataque, hecho en nombre de la defensa de los vecinos y de los recursos municipales, nada tiene que ver con estos nobles propósitos. Por el contrario, el ataque esconde, o pretende hacerlo, las responsabilidades sobre un municipio que se ha convertido en una enorme ventanilla de negocios que están muy lejos del interés común de los vecinos de la ciudad, y en esta tarea, no ya tan noble, las autoridades municipales han contado con la invaluable complicidad de la totalidad de los bloques que actualmente integran el concejo deliberante".
D'Alessandro prosiguió: "Los atacantes no le dicen a los vecinos, por ejemplo, que la actual gestión ha profundizado el entrelazamiento con los negocios capitalistas, y una enorme prueba de ello se puede verificar en el seguimiento presupuestario. La Tasa de Comercio e Industria se ha reducido un 25% en los últimos cuatro años en cuanto a su participación en el cálculo de recursos, y esto acontece en momentos en que las industrias y las grandes cadenas comerciales que operan en Córdoba han registrado facturaciones records. Es decir, le han privado a los recursos de la municipalidad de más de 100 millones de pesos anuales. Tampoco le dicen a los vecinos que los desarrollistas urbanos, con Bugliotti a la cabeza, el mecenas de Riutort, han manejado un negocio de más de 14 mil millones de dólares en los últimos 8 años, cifra sobre la que prácticamente no han tributado un peso, y como si fuera poco, se han montado sobre una infraestructura de servicios colapsada".
"En resumen, los salarios de los trabajadores municipales, donde la mayoría no llega al valor de la canasta familiar, ocupan una porción destacada en un presupuesto devaluado en beneficio de los que más beneficios han obtenido en los últimos años. Se pretende sentar un peligroso precedente que va más allá del ataque a los trabajadores municipales. Es un ataque hacia el conjunto de los trabajadores de Córdoba. Pero vaya la aclaración, una sociedad donde la fuerza laboral está devaluada es una sociedad en retroceso, estancada. ¿Eso nos proponen algunos candidatos y escribas?", finalizó D'Alessandro.
Manuel D’Alessandro - Candidato a 3er. Concejal por el Frente de Izquierda y los Trabajadores.
Elecciones municipales del 18 de septiembre: vamos por concejales de izquierda
Ni oficialistas ni opositores: lobbystas
El caos y el derrumbe de los servicios que reina en la ciudad ha conducido a que ninguno de los candidatos quiera tomar la posición de "oficialista" o continuador de la gestión de Giacomino.
Existe una importante dispersión de las candidaturas patronales. El PJ cordobés encara las elecciones con tres listas. Por un lado, Campana, actual vice gobernador de Schiaretti, se ha lanzado con un plan de obras públicas destinadas a favorecer los sectores de la especulación inmobiliaria. Luego, Olga Riutort, ex secretaria de gobierno de De la Sota, que cuenta con los favores de Euclides Bugloitti, el "Corleone" de los negocios inmobiliarios. Riutort pretende mandar al muere los hospitales públicos municipales, con el eslogan de que se dedicará sólo a la atención primaria de la salud. El otro candidato del PJ es Esteban Dómina, ex ministro de Finanzas de De la Sota y de Schiaretti en la intervención a Santiago del Estero, que le acaba de alquilar la lista a Luis Juez y que deberá remar con las "palizas" electorales que recibió Juez el 7 y el 14 de agosto. El cuadro se completa con la candidatura del radical Ramón Mestre, quien deberá cargar con el derrumbe electoral de la UCR. Mestre ha "prometido" una guerra a los trabajadores municipales. El hombre pretende ocultar a los verdaderos "dueños" de la municipalidad, los Bugliotti y los Pfening.
Tanto el ejecutivo municipal como el Concejo Deliberante han actuado como lobbystas de los negocios capitalistas que se desenvuelven al amparo del presupuesto municipal. El municipio es "gobernado" por los especuladores inmobiliarios y por los empresarios del transporte urbano, que han dejado en la indefensión total a la población cordobesa.
Concejales de izquierda
La ciudad de Córdoba necesita concejales de izquierda. Para batallar por un programa que lleve adelante una verdadera transformación social en la ciudad. El presupuesto municipal debe ser colocado al servicio del desarrollo de las aspiraciones de las masas populares: salud, transporte, vivienda, alumbrado público y cloacas y para ello deben empezar a pagar los que amasan fortunas. Esa es la tarea que se ha dado el Frente de Izquierda y con ese objetivo vamos a los vecinos de Córdoba, a consolidar el apoyo popular recibido y a defender los intereses de los vecinos ante el atropello del Estado municipal.
Manuel D’Alessandro, candidato a concejal por el Frente de Izquierda
A 71 AÑOS DEL ASESINATO DE LEON TROTSKY
El 20 de agosto de 1940, a las siete de la mañana, León Trotsky recibió en su despacho en la casa fortaleza de Coyoacán, México, a quien se hacía llamar Jackson Monard y suponía un camarada. Este lo mató de un golpe de piqueta en el cráneo. Diez años después, se supo oficialmente que Jackson era Ramón Mercader, un sicario español al servicio de una operación criminal organizada por la burocracia de la URSS, que falleciera en Cuba en 1978. El 20 de mayo de 1940, Trotsky había salido indemne de otro intento de asesinato ejecutado bajo la misma inspiración y con la dirección del pintor comunista Alfaro Siqueiros.
Al momento del asesinato, la II Guerra Mundial llevaba un año y estaba en vigencia el pacto Hitler-Stalin, que se desmoronaría poco tiempo después con la invasión nazi a la URSS. El atentado fue obra de los servicios secretos de Stalin, pero tuvo la aquiescencia del imperialismo mundial. Expulsado de Rusia y luego, sucesivamente, de Turquía, Francia y Noruega, rechazado por Estados Unidos, el revolucionario ruso se había convertido en un paria internacional hasta que la invitación del gobierno nacionalista de Lázaro Cárdenas le abrió las puertas de México.
El 25 de agosto de 1939, casi un año exacto antes de su asesinato y a días del inicio de la Segunda Guerra, la prensa internacional había recogido la franca advertencia del embajador francés en Alemania al mismísimo Hitler: "Temo que, como resultado de la guerra, haya un solo verdadero vencedor: Mister Trotsky". Su eliminación estaba en la agenda de la burguesía mundial, desde el momento en que la guerra imperialista llevaba a la revolución y la IV Internacional actuaba en esa perspectiva.
León Trotsky era, a esta altura, casi un solitario sobreviviente de la dirección que había dirigido la Revolución de Octubre en Rusia: de los veinticuatro miembros del CC del Partido Bolchevique en 1917, sólo sobrevivían él, en el exilio, y Stalin, en la cumbre del poder: las dos terceras partes de sus miembros habían sido asesinados por la dictadura del Kremlin. La misma suerte había corrido el estado mayor del Ejército Rojo dirigido y organizado por él, responsable de la victoria sobre los cinco ejércitos que invadieron Rusia para impedir la revolución.
El asesinato del revolucionario ruso se produjo en el escenario internacional que Víctor Serge llamó "la medianoche del siglo", un período contrarrevolucionario caracterizado por las victorias del fascismo, la consolidación del estalinismo en la URSS y la derrota de la revolución española. Ramón Mercader formó parte de los "grupos de tareas" del Partido Comunista agente del Kremlin, responsables de la matanza sistemática de dirigentes y militantes anarquistas, socialistas y trotskistas en nombre de la defensa del Frente Popular y del desangre de la revolución que hubiera cambiado el signo de la historia, bloqueando el camino hacia la Segunda Guerra Mundial.
La muerte del fundador de la IV fue, por lo tanto, sólo un episodio de la saga trágica que se inicia una década antes y tiene sus jalones previos en los "juicios de Moscú" y en las matanzas selectivas de las bandas fascistas y nazis. La función de las masacres no es ingenua: forma parte de la preparación de la guerra al eliminar a militantes y dirigentes que podían convertir la guerra imperialista en una guerra civil internacional.
Nadie como León Trotsky vaticinó los crímenes de esta etapa y se erigió en baluarte de la lucha contra el ascenso del fascismo alemán. Fue él quien sostuvo la necesidad de constituir un frente único de los partidos obreros - socialista y comunista - frente a los nazis, denunciando la política criminal de división impulsada por la burocracia del Kremlin. Fue él quien en 1929 -el ascenso de Hitler se producirá en 1933- denunció como "mortal" la política del estalinismo que colocó en un mismo plano a la socialdemocracia y al fascismo y llamó a oponerse a ella desenvolviendo métodos revolucionarios para aplastar físicamente a las bandas nazis. En 1932 advirtió -¡ocho años antes¡- que el ascenso del fascismo en Alemania llevaría a la guerra contra la URSS y fue el primero en advertir el holocausto que se le preparaba al pueblo judío.
El revolucionario ruso desenvolvió una lucha implacable contra los Frentes Populares -o sea la alianza de los partidos de izquierda con la "sombra" de la burguesía- que se presentaban en nombre de la lucha contra el fascismo y encadenaban la acción de la clase obrera a los límites insalvables de la burguesía "democrática". Mucho antes de que las experiencias de Francia y España pavimentaran el camino a la victoria del fascismo y revelaran la función contrarrevolucionaria de los Frentes Populares.
El vaticinio sobre la URSS
"En el futuro será inevitable que (la burocracia del Kremlin) busque apoyo en las relaciones de propiedad...No basta ser director del trust, hay que ser accionista. La victoria de la burocracia crearía una nueva clase poseedora"1. Esto fue escrito en 1936, denunciando la tendencia de la burocracia a restaurar el capitalismo. En oposición a los planteos del "socialismo en un solo país" y la "coexistencia pacífica" (colaboración política de la burocracia con las potencias imperialistas) en base a los cuales la burocracia se aseguraba lograr gradualmente su primacía en el régimen capitalista, el trotskismo defendió la estrategia de la revolución proletaria internacional desde el momento que "el tractor Ford es tan peligroso como el cañón Creusot, con la diferencia de que este último no puede obrar más que de vez en cuando, en tanto que el primero hace continuamente presión sobre nosotros"2 o, dicho de otro modo, el socialismo no puede subsistir si no le asegura a la sociedad mayor economía del tiempo que el capitalismo.
León Trotsky tuvo la perspicacia de comprender, en el momento de auge de la burocracia de la URSS, que ésta era un "accidente histórico" que no puede resistir las contradicciones internacionales entre la clase obrera y la burguesía y, fruto de ellas, se orienta a "restablecer la propiedad privada" y erigirse ella misma en una nueva burguesía.
Crisis mundial y crisis de dirección
Este conjunto de vaticinios -muchos de ellos impresionantes- parten de la comprensión de que el capitalismo ha entrado en una fase histórica de declinación, que ha desarrollado formas sociales que lo niegan en forma parcial -el monopolio, en oposición al mercado, la socialización de la producción, en oposición a la pequeña propiedad- y desenvuelve una tendencia hacia la catástrofe económica y la disolución de las relaciones sociales. En este escenario proclive a la creación de situaciones revolucionarias, Trotsky advierte sobre una enorme contradicción que deja expuesta en las primeras palabras del programa de la IV: "los requisitos objetivos de la revolución proletaria no sólo están maduros, están comenzando a descomponerse. Sin revolución social, en el próximo período histórico toda la civilización humana está amenazada de ser arrastrada por una catástrofe. Todo depende del proletariado y, antes que nada, de su vanguardia revolucionaria. La crisis histórica de la humanidad se reduce a la crisis de la dirección revolucionaria".
El programa para esta época
Aunque la IV Internacional no realizó sus objetivos, su crédito sigue abierto, porque expresa la continuidad del movimiento histórico de la clase obrera y planteó un programa y un método para su acción en el marco de la decadencia del capitalismo. El mayor de los aciertos de León Trotsky fue la fundación de la IV Internacional y la adopción del Programa de Transición como manera de preservar el activo histórico más importante del proletariado mundial, el internacionalismo, en el período signado por la barbarie capitalista más atroz.
"Si no se hubiera fundado la IV Internacional, aún en el marco de gigantescas derrotas y traiciones de la época, la asimilación histórica del movimiento obrero hubiera sido liquidada por el asesinato de Trotsky y la Segunda Guerra Mundial. La crisis posterior de la IV no anula este hecho, porque sin su fundación la causa del socialismo hubiera sufrido un retroceso histórico...".3 Construir la IV hoy es retomar el hilo de un trabajo iniciado por la I Internacional en el escenario apasionante de la crisis capitalista internacional.
Christian Rath
1. León Trotsky, "La Revolución Traicionada", Ediciones Crux.
2. León Trotsky, "El gran organizador de derrotas", Editorial Olimpo.
3. Jorge Altamira, PO Nº 239.
Blindados como De la Rúa
Los dos ases del gobierno frente al agravamiento de la crisis mundial son que aún no se han derrumbado los precios de la soja y de los minerales. La cuestión de los minerales tiene que ver con Brasil, de cuya exportación a China dependen las ventas de Argentina a Brasil. Sin embargo, si se toma el antecedente de 2008, el precio de la soja seguirá a la caída que registra el del petróleo, porque en ambos casos manda la demanda mundial, la cual ha iniciado un retroceso.
Todo lo demás ‘patea' en contra. En primer lugar, la súbita violencia que ha tomado el ritmo de la crisis mundial como consecuencia de la crisis de financiamiento de las deudas públicas en Europa y la recesión y la crisis bancaria en Estados Unidos. En ambas orillas, se considera seriamente admitir una bancarrota de bancos y de Estados -el Bank of America, en un lado, Grecia y Portugal, en el otro. Amenaza la sombra de una corrida bancaria. La amenaza de una paralización del mercado monetario (préstamos a cortísimo plazo) tendría un efecto sobre el comercio mundial como en el verano austral de 2008.
El segundo aspecto tiene que ver con el agotamiento del financiamiento de la economía argentina, que se ha gastado los superávits comercial y fiscal, y está vaciando a la Anses y al Banco Central. Macri y Scioli han salido a endeudarse en dólares a una tasa usuraria de 11,2% anual. A esto hay que agregar la carga de subsidios a las empresas de servicios, que se llevan alegremente al exterior. Lo mismo ocurre con Repsol, que convierte sus ganancias en dividendos para socorrer a sus accionistas en bancarrota por el mercado inmobiliario español. Hasta Techint se ha sumado a la juerga luego que el gobierno exigiera que repartiera mayores dividendos, pues los accionistas mayoritarios de la siderúrgica tienen sede en Luxemburgo. El aumento de la nafta, después de las primarias, muestra que el gobierno se orienta a aumentar tarifas y reducir subsidios, aunque eso aumentará la capacidad de los pulpos del petróleo y de los servicios a repatriar ganancias mayores. La crisis mundial arrecia cuando los pilares del ‘modelo' dan señales de fatigas agudas. Un elemento estratégico del ‘modelo' ha sido mantener con vida a los capitales vinculados al sistema de tarifas que se desbarrancaron con la convertibilidad o, en otras palabras, a rescatar las privatizaciones menemistas de la peor crisis de la historia. Ahora hay que completar el pago del tributo con la liberación de esos precios.
La carestía del 25% anual es un producto del conjunto del desequilibrio de la economía de emergencia kirchnerista, que se expresa en el desborde monetario. El argumento de la ‘puja distributiva' que alega el gobierno solamente demuestra su incapacidad para mantener el poder adquisitivo de los salarios -bajo el capitalismo en crisis, las ganancias o mejoras que obtienen los trabajadores son arrebatas enseguida por el capital. Pero el mantenimiento de los subsidios y el crédito a los consumos más elementales -esto último con un elaborado sistema de fideicomisos que enriquecen a los financistas- son claros fogoneros de la inflación. En medio del derrumbe mundial, el gobierno ha perdido la capacidad de gastar para mantener la demanda y ha hipotecado a un número elevado de trabajadores, los que tendrán que comenzar a ‘desendeudarse' cuando la creación de puestos de trabajo está paralizada.
Y por último Brasil, la principal demanda exterior para Argentina. En los últimos días, Brasil ha dado señales de iniciar una recesión y de devaluación de su moneda, el real. Son tendencias que arrastran a Argentina a la crisis. Pero Brasil puede deparar más: un derrumbe financiero debido al elevado endeudamiento por consumo, a tasas usurarias, de mayor magnitud relativa que la de Estados Unidos al inicio de la crisis. Brasil ha sido el principal receptor de capitales de corto plazo de todo el mundo, los cuales saldrán en estampida con el agravamiento de la crisis financiera en el plano internacional. Semejante amenaza no se puede ni siquiera mitigar con los acuerdos de intercambios de divisas de los países de la Unasur -ni siquiera la gota en el océano, sólo pura publicidad.
En esta rápida ayuda-memoria sobre Argentina y la nueva fase de la crisis, el planteo fundamental de nuestra parte es que la lucha contra la crisis capitalista es imposible sin una serie de nacionalizaciones fundamentales, las que tampoco deben tener un carácter aislado, sino que deben formar parte de un plan económico que vaya más allá de las fronteras capitalistas. Nacionalizaciones que abarquen los bancos y el comercio exterior, los recursos estratégicos y las empresas privatizadas y rematadas. Mencionar un plan económico exige definir a su sujeto, a la clase que debe fijar las prioridades, las condiciones sociales de su desenvolvimiento y el control del cumplimiento de los objetivos. Este marco es el que da los instrumentos y garantiza la satisfacción de las necesidades y reivindicaciones más inmediatas de los trabajadores -como el 82% móvil, el salario mínimo igual al costo de la canasta familiar y el cese de la precarización y tercerización del trabajo.
Cuando los ‘paladares negros' del kirchnerismo repiten, bajos estas circunstancias, que lo de ellos es profundizar el modelo, deberían ser más claros. Bajo ese rubro épico entran las medidas de salvataje al capital, como los créditos subsidiados a los capitalistas o una protección selectiva del mercado interno frente a las importaciones. No mencionan la nacionalización del comercio exterior ni la nacionalización de la banca -al revés, usan los bancos estatales para subsidiar el capital y pagar la deuda externas, o amontonar a la Anses con títulos públicos que nunca se pagarán para financiar a los diversos grupos capitalistas o a subsidiar exportaciones como en el caso de bio-combustibles. La cháchara de la profundización del modelo esconde la respuesta del ajuste.
J. A.
La sucesión K de Moyano, un acuerdo con Techint
Curiosamente, el triunfo abrumador del gobierno que apoyó la CGT debilitó aún más a Moyano, su secretario general y artífice de ese alineamiento.
Moyano es parte integral de la crisis del peronismo, por un lado, y de la crisis de la burocracia sindical, por el otro. En punto al peronismo, jugó como fracción interna -"más temprano que tarde, un trabajador tendría que acceder a la presidencia"-, buscando recuperar el porcentaje gremial en las listas del peronismo. Pero el juego bonapartista de la Presidenta y la necesidad de despegarse del desprestigio brutal de la burocracia -complicada en la mafia de los medicamentos y el crimen de Mariano, entre otras delicias- relegó a Moyano y a los suyos a la ínfima expresión en el próximo parlamento. Al punto que de los dos sindicalistas que entraron por la provincia de Buenos Aires, sólo uno, su hijo, pertenece al ala del secretario general. El otro, Dansky, forma parte de los conspiradores contra Moyano en la dirección de la CGT. Grandes huelgas obreras le quitaron también a Moyano la capacidad de contención que tuvo en las primeras épocas del kirchnerismo. Gremios enteros que no respetaron los topes firmados por el camionero hicieron el resto.
La sucesión
En la trama de la sucesión del camionero, el kirchnerismo está mostrando sus limitaciones insalvables, su completa incapacidad para renovar la dirección de los sindicatos y canalizar o atender siquiera las tendencias de expulsión de la burocracia sindical que se manifiestan en todos los gremios.
El tenaz trabajo de De Vido para que Gerardo Martínez fuera su sucesor, por su íntima vinculación con los negocios y la explotación obrera de la patria contratista, se hundió en un informe del Batallón 601 que el kirchnerismo ocultó infructuosamente. Ahora, suenan Andrés Rodríguez, garante -si los hubo- de las pérdidas salariales de los estatales, dueño de caballos de carrera, conductor de la caja que alimentó a Quinteros de UPCN La Plata, cajero de Bruera (el intendente de esa ciudad), "pescado" en la frontera uruguaya con inexplicables 45 mil dólares en un bolso.
Pero más puntos reúne Antonio Caló, el secretario general de la UOM, cuyo mérito no sólo es garantizar el salario industrial más bajo en la rama más numerosa, sino haber sido el hombre clave en el reciente acuerdo-entregada con Techint, donde se jugaba la no liquidación de 6.500 millones de pesos de dividendos que correspondían a la Anses y, por lo tanto, a los jubilados; algo que Tenchint logró integralmente. El martes 16 de agosto, la Anses retiró sus juicios. Pero Caló está garantizando algo más en la industria: después de la autorización oficial para el aumento del 5% en el precio de la chapa a las automotrices, está haciendo la vista gorda frente a despidos de contratados y personal fuera de convenio en Acindar. Se trata de un ajuste de costos laborales ante la sobreoferta de acero mundial. El ajuste de Acindar anticipa, según los que siguen el tema, el ajuste de otras siderúrgicas, como ya ocurrió en 2008.
Como se aprecia, la sucesión de Moyano se procesa en función de la etapa que se avecina, donde la viga maestra es una contención de salarios para frenar la inflación y el gasto público. Es el programa que la oposición duhaldista tiene, pero no se animó a explicar, y que el gobierno kirchnerista negocia con los popes de la Unión Industrial que le dieron su apoyo. Naturalmente, lo hace de espaldas al pueblo y al movimiento obrero.
La retirada
Moyano aceptó su retirada desde el momento en que plantea que se irá "en los plazos estatutarios", que sería en el próximo confederal en julio del año que viene. Tendríamos así un "pato súper-rengo", siguiendo la expresión usada para los presidentes debilitados.
Que Moyano se tenga que ir sin pena ni gloria, que su reemplazo se cocine entre gordos y semigordos, y que La Cámpora en el movimiento sindical esté representada por Facundo Moyano, precisamente, son indicadores de que por adentro del kirchnerismo no hay salida alguna -aún a horas de obtener el 50% de los votos por parte de Cristina Kirchner. El primer derrape se prefigura en el Concejo del Salario, inteligentemente postergado por el gobierno para después de las internas, pero escenario, al fin, de una crisis. Por ínfima que sea la incidencia del mínimo entre los trabajadores, el gobierno no quiere convalidar un reajuste de más del 25%, con vistas a evitar todo movimiento de reapertura de paritarias, ya planteado en la provincia de Buenos Aires.
La renovación de los sindicatos vendrá de la mano de la expulsión de la burocracia sindical. Construyamos agrupaciones clasistas. Exijamos un Confederal con mandatos de asambleas de cada gremio para determinar el retiro de la CGT y la CTA del reaccionario Concejo del Salario con mayoría patronal estatal, y reclamar un mínimo equivalente a la canasta familiar. Llevemos este planteo a la tribuna electoral del Frente de Izquierda.
Néstor Pitrola
EL FRENTE DE IZQUIERDA VA POR MAS
Diputados de izquierda al Congreso
El Frente de Izquierda obtuvo unos 520.000 votos en todo el país. Sin lugar a dudas, la votación de la izquierda más importante en muchísimos años.Se ha votado a favor de que la izquierda defienda su programa en la campaña electoral. Hemos recibido un mandato que cumpliremos a fondo:
-Que los fondos de la Anses se utilicen para pagarle el 82% móvil a los jubilados, y no para que sostengan a la banca internacional mediante el pago de la deuda externa, o que subsidien a grandes empresas multinacionales; ello mientras el 80% de los jubilados cobrará 1.434 pesos a partir de septiembre, lo que no representa ni el 25% de la canasta familiar.
-Que el salario mínimo sea igual a la canasta familiar (hoy aproximadamente en 5.700 pesos), en un país donde la mitad de la población gana menos de la mitad de esa cifra.
-Terminar con el trabajo en negro y tercerizado, el cual afecta a millones de trabajadores, pero muy especialmente a la juventud.
-Establecer un plan de viviendas populares, en un país donde los trabajadores están condenados a pagar alquileres altísimos o vivir en barrios precarios y villas. Para ello, planteamos inventariar todo el suelo urbano ocioso, especialmente el de propiedad pública, con el objeto de destinarlo a la construcción de viviendas; y aplicar un impuesto especial a los grandes capitales inmobiliarios.
-Suprimir los impuestos al consumo (el IVA en primer lugar) que pagan los trabajadores y hasta los desocupados, reemplazándolos por impuestos progresivos al gran capital y a sus beneficios extraordinarios. De igual modo, hacemos nuestro el reclamo de un millón y medio de trabajadores para que los salarios no paguen el impuesto a las ganancias.
-Poner fin a una fuga de capitales del orden de los 20.000 millones de dólares al año. Para frenar esta sangría, luchamos por la nacionalización de la banca, que permitirá centralizar el ahorro nacional para un plan que contemple recuperar el sistema público de salud y educación, la industrialización del país y la reconstrucción del sistema ferroviario bajo la dirección de los que trabajan.
Nuestro programa resume los intereses populares fundamentales, en un cuadro de bancarrota histórica del capitalismo.
Los Duhalde, Alfonsín y De Narváez, quienes se han derrumbado el 14 de agosto, querían abordar esa crisis agravando aún más las condiciones de vida y de trabajo de las masas.
Pero el kirchnerismo, que dice plantear "otro camino", ha tomado él mismo el rumbo de los ajustadores capitalistas.
Así lo demuestran el aumento incesante de los combustibles y la liberación de precios de alimentos, los que harán crecer aún más la inflación.
Vale recordar que el gobierno de Cristina vetó el 82% móvil y subsidia a las privatizadas con 60.000 millones de pesos.
El programa del Frente de Izquierda es un arma de lucha de la clase obrera contra la crisis capitalista. En oposición al rescate del capital a costa del salario, el trabajo o las jubilaciones, luchamos por el rescate de la condición obrera a costa del capital.
El más de medio millón de votos obtenidos puso al Frente de Izquierda a las puertas de una nueva realidad: un bloque de diputados de la izquierda en el Congreso. Con un empujón más, pueden consagrarse diputados -especialmente por Buenos Aires, Capital y Salta. También por Neuquén y Córdoba.
Del mismo modo que el 14 de agosto hubo un voto útil a la izquierda para romper la proscripción, hoy ese voto debe servir para que tu reclamo ingrese al Congreso y a las legislaturas provinciales.
24 de agosto de 2011
Charla Debate con Eduardo Salas en la UNC
Lo que dejaron las elecciones del 7 y el 14 de Agosto
23 de agosto de 2011
El FRENTE DE IZQUIERDA presenta los candidatos para el municipio CORDOBÉS
22 de agosto de 2011
El candidato a presidente por el Frente de Izquierda denunció la ocupación de Libia por parte de la OTAN
18 de agosto de 2011
Frente de Izquierda de Córdoba: una fuerza en ascenso
Nuevamente volvimos a dejar atrás a la Coalición Cívica-ARI y, en Capital, le ganamos a la lista delasotista de diputados nacionales. La lista de Proyecto Sur llegó al 0,7%.
Consideraciones generales
La elección cordobesa tuvo grandes perdedores. Uno fue el radicalismo, que incluso retrocedió de la ya pobre elección de Aguad, ubicándose segundo con un 17%. Binner obtuvo la mitad de los votos de Juez, que apadrinó la lista y le puso la candidata a vicepresidenta. Más que eso, a una semana de la derrota la elección nacional mostró la disgregación del aparato juecista, que pasó de un fiscal por mesa a uno general -y no en todas las escuelas.
Carrió perdió 250 mil votos y pasó del 19% a menos del 3%.
El delasotismo mantuvo su lista a diputados nacionales (boleta corta), pero apenas arañó un 7%, fundamentalmente por el interior.
CFK ganó en todos los departamentos, incluidos los sojeros, obteniendo casi un 35%, diez puntos más que en 2007.
Los resultados electorales son un verdadero revulsivo, ¿quién domina políticamente en Córdoba? La Presidenta, que no pudo influir en la elección provincial del domingo 7, una semana después se alza con el triunfo. El ganador del 7, De la Sota, sacó la sexta parte de los votos obtenidos una semana antes. La UCR y el juecismo avanzaron en su demolición.
En un mes se elige el intendente y los concejales de la ciudad de Córdoba (el 40% del electorado provincial). Todos presagian un final abierto entre cuatro listas, una forma de decir que nadie tiene un ascendiente ganado y consolidado.
El cuadro político es de inestabilidad; la bancarrota capitalista lo terminará de sacudir. El Frente de Izquierda no sólo se consolidó, sino que creció: es una fuerza en ascenso. Un buen punto de apoyo para ir por concejales en la Capital y un reagrupamiento político mayor.
Eduardo Salas
FABRICAS RECUPERADAS Y CGT: Una "integración" en la que pierden los trabajadores
Importa destacar que la cúpula cegetista y la burocracia sindical, de un modo general, le han dado la espalda -o directamente han sido hostiles- al movimiento de fábricas recuperadas. Por eso, no se reconoce a los trabajadores que se desempeñan en ellas como afiliados de las organizaciones sindicales. En las escasas excepciones que existen, el sindicato se ha valido de su influencia para mantener a la fábrica como un compartimiento separado, divorciado de la vida, movimientos y demandas del gremio. Se hace hincapié en su carácter de "trabajador autogestionado", diferenciado de los trabajadores asalariados y bajo relación de dependencia -con lo cual la naturaleza de sus problemas y reclamos serían diferentes.
La supuesta autonomía con la cual se ensalza la autogestión es, sin embargo, una impostura, pues los llamados trabajadores autogestionados -más que cualquier otro- son dependientes de la clase capitalista y del despotismo que éste ejerce en el mercado. De un modo general, el trabajo en las recuperadas es una variante más de trabajo precario, incluso en sus peores versiones. Una parte importante de ellas funciona como una suerte de tercerizada de las grandes empresas.
La conducta de la burocracia es una prolongación de la que viene sosteniendo con respecto a la tercerización. Así como ha renunciado a librar una batalla contra ella -más aún, usufructúa esa situación-, lo mismo ocurre con las cooperativas, a las que pretende convertir en base de operaciones de la dirección del sindicato para sacar un provecho económico y cazar alguna prebenda.
De modo que este ingreso a la CGT, lejos de superar la "fragmentación" de los trabajadores -como proclaman sus promotores, la termina por institucionalizar. Su inserción en la CGT será como trabajadores independientes, como "cooperativistas" y no como un asalariado más, parte de la clase obrera. Si la integración fuera real y no trucha como ahora, los compañeros de las recuperadas tendrían que poder afiliarse a los sindicatos del ramo de la actividad a la que pertenecen, los cuales deberían abrir sus puertas y otorgarles a los mismos plenos derechos -incluido el acceso a la obra social del gremio. Los sindicatos deberían ponerse a la cabeza del reclamo al Estado de una jubilación y cobertura médica similares al resto de los trabajadores en actividad. Y, por supuesto, un salario cuyo piso no fuera inferior al del convenio. En lugar de eso, este acuerdo sobre el que se bate es el parche que va a sellar su segregación, agrupándolos a una confederación aparte de la estructura sindical.
Dicho todo esto, ¿a qué se debe, entonces, el súbito interés de ambas partes por impulsar este ingreso? El tiempo terminará dando la respuesta definitiva, pero no es ajena a este movimiento la modificación introducida por la nueva ley de quiebras (que plantea que, de ahora en más, las nuevas cooperativas deberán contar con el consentimiento de las organizaciones sindicales reconocidas). Algunos de los referentes de las cooperativas (léase punteros) han picado en punta para conquistar el favor de la burocracia sindical; la que, a su vez, necesita rodearse de personal que maneje el paño para hacer pie en este nuevo terreno. Un matrimonio por conveniencia, en el que van a salir perdiendo los trabajadores. Este acuerdo, por otra parte, no va ser el último ni el definitivo. Muy probablemente, desate una competencia con otras fracciones rivales al moyanismo dentro de la CGT y entre nucleamientos de empresas recuperadas, que también están cooptados y que mantienen fuertes vínculos con otras alas del gobierno o de los partidos patronales. Frente a esta nueva tentativa de manipulación, los compañeros de las recuperadas deben impulsar una integración autentica con el resto de la clase obrera -lo que pasa por la lucha y defensa de sus condiciones de vida frente a la explotación capitalista y todas sus manifestaciones.
Pablo Heller
La victoria política del Frente de Izquierda
La primera razón de esta victoria es haber planteado la campaña en términos correctos: la lucha contra la proscripción electoral. Se trata, ciertamente, de un planteo democrático, pero es una necedad limitarlo a esto, pues estaba asociado a la intervención política de una fuerza anti-capitalista: o sea de un programa definido, de una corriente política definida y de dirigentes con una trayectoria de décadas de combate obrero y socialista. Las primarias han permitido que construyéramos un puente entre una reivindicación democrática y un planteo socialista. La campaña electoral que se inicia debería servirnos para profundizar la ligazón de la primera con el segundo.
La naturaleza proscriptiva de las primarias quedó en evidencia con la exclusión de Proyecto Sur de la elección nacional, a pesar de la representatividad que había conseguido en el Congreso y de que se había ofrecido, hasta hace un par de semanas, para conquistar el gobierno de la Ciudad. Proyecto Sur pagó cara su negativa a luchar contra el piso electoral; es decir, su complicidad política con el planteo proscriptivo.
Redes sociales y lucha de clases
Alcanzó una notoriedad descomunal, en la campaña, la iniciativa de Jorge Rial y Gustavo Sylvestre que fue conocida por la etiqueta de #unmilagroparaltamira; incluso se le atribuyó la paternidad de los resultados del Frente de Izquierda. La falacia ya había sido refutada por el propio Rial, que reconoció que su iniciativa había sido inspirada por la campaña audiovisual del Frente y por el mensaje político de sus candidatos. Un medio de difusión sólo puede dar vida a un planteo convocante, de ningún modo fecundar de la nada. Por otro lado, parece que se hubiera olvidado que la red procesa un debate político, no dicta conductas. El debate que allí protagonizaron millares de jóvenes está relacionado con una militancia concreta, que naturalmente se desplegó en ámbitos diversos -los lugares de trabajo y de educación, entre los activistas y los intelectuales. Antes de que la lucha de ideas en la red comenzara a cobrar forma, varios centenares de intelectuales ya se encontraban movilizados contra la proscripción de la izquierda. El intento de adulterar el carácter militante de nuestra victoria política (¿qué clase de victoria política es, para la izquierda, la que no se arranca a través de la militancia?) por la repercusión que nuestros planteos adquirieron en la red llevó a muchos a cuestionar la expresión ‘milagro' como si ese lenguaje alienante hubiera sido una iniciativa del Frente y de sus candidatos, en vez de ser una ocurrencia de los periodistas para potenciar la campaña -e incluso una ironía aplicada a la condición socialista del Frente. Lo que importa es que el término adquirió una función movilizadora -lo contrario de la espera resignada y pasiva que implica. Los necios olvidan que numerosas guerras revolucionarias progresistas se libraron con un manto ideológico religioso (incluida aquí la expresión camuflada de religión que fue el racionalismo de la revolución francesa, que se convertiría en la adoración a un Ser Supremo de naturaleza laica). El desprecio a la movilización del periodismo a favor de la izquierda solamente puede ser tachado de sectario, cuando no se convierte en ataque directo de los enemigos de la izquierda. Fueron decenas los periodistas radiales que se pronunciaron al aire, frente a sus oyentes, por el voto al Frente de Izquierda. Es necesario apuntalar este proceso político, aunque es inevitable que se desarrolle con el tiempo una diferenciación política en este sector. ¿No es acaso en el campo de los trabajadores de prensa donde se ha desarrollado con fuerza el sindicalismo de clase? En esta pelea intelectual por la caracterización del uso de las redes sociales -una expresión más de la lucha de clases-, muchos buscaron ocultar el rol importantísimo que jugaron destacadas bandas de rock en la promoción del Frente de Izquierda, grupos cuyos líderes vienen acompañando las luchas obreras desde hace mucho más tiempo. A través del Partido Obrero y del desarrollo de un Frente de Izquierda, los obreros activos y con conciencia de clase ganaron a las mejores expresiones musicales para una lucha política definida.
Lucha electoral y conciencia de clase
Lo ocurrido con la campaña de nuestro Frente demuestra la importancia que adquiere la lucha electoral en determinadas condiciones. Históricamente, ha sido un factor poderoso para desarrollar la conciencia de clase y la organización del proletariado -desde los "cartistas" ingleses en los años 40 del siglo XIX hasta el bolchevismo ruso, pasando por la gigantesca experiencia de la socialdemocracia alemana. Oponer en abstracto la lucha electoral de los socialistas a la ‘movilización' o ‘acción directa' es propio del anarquismo, históricamente, y del radical pequeño burgués en la actualidad. Los trabajadores que ocuparon terrenos de Blaquier protagonizaron, fuera de toda duda, una gran movilización que les servirá como lección para luchas futuras y como experiencia de una lucha de clases aún incipiente. Sin embargo, votaron en masa por el mismo gobierno que les mandó la policía asesina. Un lector de Prensa Obrera nos advirtió que la aceleración de las tendencias movilizadoras y revolucionarias que puede ejercer la agitación promovida a través de internet -como ocurrió en los países árabes o en España- sufren desgaste y disipación por la ausencia de un partido revolucionario, en tanto que la promoción a través de esos mismos medios del Frente de Izquierda podría desarrollar, en ausencia de una situación revolucionaria, la fuerza dirigente que en un tiempo próximo podría ser el catalizador de las energías revolucionarias de las masas. Por eso es tan importante, en la campaña electoral que sigue, echar al lastre el doctrinarismo y desarrollar un discurso que ayude a los explotados a elevarse, aunque sea un escalón, a una conciencia de clase más definida.
Los desafíos del Frente de Izquierda
La victoria aplastante de Cristina Kirchner sobre sus rivales del campo capitalista ha vuelto a mostrar la volatilidad extrema del voto, luego de las derrotas de ella misma en las elecciones locales de Capital, Santa Fe y Córdoba. La victoria abrumadora de la Presidenta es la contracara de un agravamiento de la crisis política: la bonapartista debe ejercer su función de arbitraje en una suerte de soledad extrema. La desintegración de la oposición de cuño capitalista amplía el campo al cual puede dirigirse la agitación electoral del Frente de Izquierda. En la mayor parte de las experiencias históricas, el agotamiento del bonapartismo no produjo un tránsito suave al parlamentarismo, sino a la revolución. El Frente de Izquierda enfrenta el desafío, por un lado, de poder simplemente retener su votación del domingo pasado; por otro lado, encuentra a una enorme masa social o políticamente opositora abandonada al vacío político. Entre estos dos polos de posibilidades o alternativas se desarrollará la campaña del Frente de Izquierda. Quedará expuesta su madurez política. El objetivo es subir uno o varios peldaños más en el desarrollo político, conquistar una bancada revolucionaria en el Congreso y añadir a la militancia cotidiana un par o varios pares de tribunos revolucionarios.
Jorge Altamira
MÁS DE 500.000 VOTOS
Más de 500.000 voluntades le dieron a la izquierda revolucionaria la posibilidad de intervenir en las elecciones generales.
Es cierto que defendieron, con ello, un derecho democrático.
Pero votaron a favor de que esté presente un programa, el de la izquierda, no cualquier programa.
Votaron para que tenga voz el protagonismo y la historia de esa izquierda, no cualquier historia.
Defendieron el derecho a que se debata la reivindicación del 82% móvil para los jubilados, en un país donde los fondos de la Anses subsidian a los capitalistas y van al pago de la deuda externa.
A que el salario iguale el costo de la canasta familiar, en un país donde la inflación galopante es otra forma de confiscación social.
Defendieron el derecho a plantear que el trabajo precario y tercerizado golpea a la mitad de los trabajadores -algo que silencian todos los otros candidatos.
La izquierda va a intervenir en octubre en el marco de una bancarrota general del capitalismo.
Aunque intente disimularlo, el kirchnerismo aborda esa crisis con los mismos métodos que otros gobiernos capitalistas: rescatando a los banqueros a costa de la mayoría que trabaja.
Más temprano que tarde, esos recursos se van agotar -del mismo modo que ocurre hoy en Estados Unidos o Europa.
La defensa del salario, las jubilaciones o la condición laboral son, en estas condiciones, mucho más que una plataforma de reivindicaciones urgentes.
Es un planteo de reorganización social que el Frente de Izquierda va a colocar en la tribuna de las elecciones nacionales.
En agosto, convocamos al pueblo a votarnos para que la elección de octubre no sea el monólogo de los partidos capitalistas.
En el próximo turno electoral, ampliemos el alcance y la fuerza del Frente de Izquierda.
Para romper otro monólogo -el del Congreso- y llevar a sus bancas a tribunos obreros y socialistas.
16 de agosto de 2011
12 de agosto de 2011
11 de agosto de 2011
Conclusiones de una gran campaña y un nuevo punto de partida
Transición política
El telón de fondo de estos desplazamientos políticos es el agotamiento del régimen de emergencia montado por los Kirchner (y Duhalde) después de la bancarrota de 2001/2002, en el marco del desarrollo implacable de la crisis mundial. Desde el seno del aparato del gobierno, aunque con la oposición de la camarilla ‘cristinista', se impulsa un giro de la economía, el cual se puede resumir en el concepto del "retorno a los mercados internacionales". El ‘modelo' ha agotado la fuente de financiamiento de la economía, como se manifiesta en el vaciamiento de la Anses y del Banco Central, así como en la fuga de divisas. A la Presidenta no se le puede escapar lo que está ocurriendo; simplemente cree que puede dar el viraje después de octubre. El ritmo que ha adquirido la bancarrota capitalista, sin embargo, podría amargarle el intento. En esta variante, es muy probable que se vea obligada a dejar las preocupaciones de gobierno por las más felices que la esperan alrededor de mediados de diciembre.
En el ‘spot' de su campaña, Cristina Kirchner saluda a la "asignación universal por hijo" como "la medida social más trascendente en décadas", que atribuye al PBI. La Presidenta no tiene un pelo de zonza: el escaso dinero de la ‘asignación' (0,4% del producto, y bajando) sale de la caja de la Anses, lo cual el ‘spot' oculta vergonzosamente. La "asignación" es un parche precario para una población desocupada del 8% y otro tanto de subocupados, con un 40% de los trabajadores precarizados, más de la mitad de la clase obrera por debajo de la canasta familiar y el 75% de los jubilados cobrando 1.400 pesos.
Nuestro final de campaña
La campaña culmina con un inocultable ascenso del Frente de Izquierda. Nuestra convocatoria a superar el piso proscriptivo de los 400.000 votos ha llegado con claridad. Asistimos a la disposición a votar a un frente de izquierda que tiene un planteo definido y señala que la crisis capitalista la debe pagar el capital -es decir que plantea la reorganización de la sociedad sobre bases históricas antagónicas a la presente. El voto al Frente de Izquierda puede ser, en ese plano, un síntoma poderoso de una transición política, diferente (contradictoria, desde un punto de vista de clase) de la que complotan las fuerzas de la burguesía.
El Frente de Izquierda
En el escenario de una disputa por liderar la "normalización" que exigen los banqueros, la tentativa de silenciar a la izquierda se entiende por sí misma -al lado, claro, de la cooptación de la ‘izquierda' que integran el MST, el PCR y la CTA ‘independiente' o el chavo-castrista PC, los que están emblocados, respectivamente, con el gobierno o con un sector del capital sojero. En la provincia de Buenos Aires, distrito crucial para nuestra elección, tendremos que defender nuestra boleta en medio de un festival de listas internas y de colectoras, que han diseminado tanto los kirchneristas como sus opositores. La Justicia sólo ha dado garantías parciales del reparto de boletas. En estos últimos días de campaña, se multiplica el reclutamiento de fiscales para el Frente. Hay que organizar férreamente esa fiscalización en todos los distritos, mientras aseguramos la conquista del voto en las fábricas, en los lugares de trabajo y en los barrios.
Esta es la batalla planteada.
Jorge Altamira
EL Frente de Izquierda en Córdoba: cuarta fuerza y una banca
Inmediatamente atrás quedó el sabbatelismo, con el PC, el partido de Heller y un sector del kirchnerismo, que obtuvo dos tercios de nuestros votos a gobernador y la mitad para legisladores. Mucho más lejos la Coalición Cívica- Ari (0,65% para gobernador) y otras variantes proclamadas k.
En Capital la votación del Frente fue muy destacada. Obtuvimos el 2,5% y el 5,5% de los votos para gobernador y legisladores respectivamente, con barrios arriba del 8%. La votación del Frente en la Capital debe tomarse como un anticipo político, se trata de una importante inserción electoral en el seno de la clase obrera de una ciudad netamente ligada a la industria. En el departamento Colón, Santa María (Alta Gracia) y Punilla aparecen altos guarismos del Frente, se trata de un sector importante que trabaja en la Capital y "duerme" en el conurbano. En términos generales aumentamos un poco los votos de 2007 (5.000 para legisladores), pero retrocedimos en relación a 2009 (habíamos sacado 54.000 sumando las 3 fuerzas).
Nuestra campaña
Nuestro eje fue poner de relieve la necesidad de una transformación social de la provincia, claramente dominada por los pulpos sojeros y la gran industria, plagados de beneficios del Estado y eximidos de impuestos. Mostramos que los buenos negocios capitalistas se montaban sobre una precarización laboral sin límites, sobre los bajísimos salarios, sobre un sistema impositivo sostenido enteramente por el trabajador. Sobre esta caracterización planteamos nuestro programa de salida. A través de foros y reuniones fuimos armando un programa completo sobre la salud, la educación, la vivienda y la cultura, lo cual fortaleció nuestra intervención a través de declaraciones, materiales particulares y una amplia agitación.
A pesar de que la campaña estuvo fuertemente concentrada en la figura del gobernador, hicimos hincapié en la necesidad de reforzar a la izquierda en la Legislatura.
Nuestras intervenciones en los medios y en el debate de todos los candidatos a gobernador fueron muy comentadas y destacadas, no sólo por los comentaristas políticos sino también en los lugares de trabajo, en los corrillos en las fábricas, en las escuelas y en los barrios. Refutamos a los candidatos de los capitalistas programa contra programa, contraponiendo la superioridad de los planteos de los socialistas para abrirle un rumbo a la población.
La unidad de la izquierda fue valorada como un aporte para concentrar la campaña y la lucha contra los candidatos de los capitalistas.
Balance
Sin ninguna duda la izquierda ha salido fortalecida de la campaña cordobesa. Si bien el resultado electoral muestra que aun debemos sortear obstáculos, nos hemos colocado en la primera línea como referencia para la lucha de los trabajadores contra los ataques que los De la Sota y la oposición tienen en la manga para paliar las consecuencias de la crisis capitalista.
CORDOBA: Una elección con consecuencias nacionales
De la Sota eligió expresamente dejar al gobierno nacional fuera de la elección cordobesa cuando rechazó la posibilidad de una lista común. Luego les cerró la lista de legisladores a los referentes K y, finalmente, decidió mantener su propia lista de diputados nacionales para las primarias del 14.
El triunfo de De la Sota fue saludado por todas las cámaras empresariales y por la burocracia de los sindicatos. De la Sota forma parte del operativo de cambio del ‘modelo', el cual ha agotado sus posibilidades como lo revelan, en especial, la fuga de divisas y la elevada inflación. De la Sota se inscribe en la línea de "transición política" del régimen de emergencia económica que prevalece desde 2001 y del método del gobierno por decreto y de vetos económicos que caracteriza a la gestión actual. Se sumó hace rato, atacando a las Madres de Plaza de Mayo por "no cuidar a sus hijos", a la línea duhaldista de limitar los juicios a los genocidas. Muchos espadachines del kirchnerismo se han pasado con armas y bagajes al apoyo del "Gallego", como es el caso de Accastello, el intendente archiK de Villa María; de Moreno y el propio Giacomino.
Así planteada, la elección cordobesa ha sido una derrota K sin mediatintas. La baja performance del candidato radical y la derrota sin atenuantes del "progresismo", con Juez, revelan la liviandad de sus pretensiones políticas.
El candidato del MST, Pino, la CCC y Binner
El otro dato más destacado de la elección fue la derrota sin atenuantes de Luis Juez -quien arañó apenas un 30%, retrocedió en todos lados y fundamentalmente en la Capital, la que ganó con una pérdida de más de 15 puntos.
En la campaña, Juez procuró ganar la confianza de los grandes grupos empresarios, a los que prometió ministerios y secretarías, y a la Fundación Mediterránea (Ingaramo, Hermida, Las Heras). Trabó, a través de su candidato a vicegobernador, un acuerdo con los sectores concentrados del campo: Gatica es un hombre de la Sociedad Rural de Jesús María. Toda su campaña se centró en vender decencia, aunque sus filas están repletas de prontuariados ex delasotistas o radicales.
La pretensión de presentar al juecismo como la alternativa histórica al bipartidismo (caballito de batalla del MST, el PCR, Proyecto Sur y Libres del Sur para justificar su apoyo febril al bocón) fracasó estrepitosamente. El juecismo mostró descarnadamente los límites insalvables del llamado "progresismo" para ofrecer un rumbo a las masas trabajadoras y sectores populares.
Radicales kaput
La elección barrió también con la ilusión del resurgimiento del radicalismo en una provincia que dominaron políticamente durante décadas. El radicalismo perdió los seis legisladores que tenía por departamento, retrocediendo en lugares que le eran propios desde 1983. Para completarla, la Coalición Cívica-ARI quedó sexta con el 0,6% de los votos.
Nosotros, cuarta fuerza
El Frente de Izquierda quedó cuarto en la elección, reteniendo una banca en la Legislatura. Este lugar, en el marco de la fuerte polarización electoral, fue conquistado con una fuerte campaña que levantó un programa de salida. Para el Frente de Izquierda, la elección cordobesa también tiene una proyección nacional.
Eduardo Salas
El final sin precedentes de una gran campaña política
Si estas manifestaciones de apoyo se traducen el domingo que viene en las urnas, tendremos una confirmación de la volatilidad que caracteriza al electorado en períodos de grandes crisis. Es probable que lo veamos en los resultados que obtengamos en la Ciudad de Buenos Aires, luego de la votación marginal que recogimos el 10 de julio pasado. Es que el electorado no es inmune a la crisis política y a la volatilidad que se registra en los círculos políticos de la burguesía, como ha quedado de manifiesto en la elección dispar para gobernador y diputados en Santa Fe, o en el hundimiento de Juez en Córdoba y el ascenso de De la Sota en confrontación con el kirchnerismo. La volatilidad (desplazamientos políticos acentuados entre fracciones de las clases dominantes y, potencialmente, entre éstas y la izquierda) es un síntoma de los períodos en que comienzan a incubarse las situaciones revolucionarias. Son momentos en que se ponen a prueba la capacidad de las fuerzas socialistas y su destreza para desarrollar en las masas una comprensión de la situación en su conjunto.
Este prolegómeno del 14 de agosto confirma el acierto en haber formado el Frente de Izquierda y, por sobre todo, en haber manejado un programa de reivindicaciones elementales en el marco de una crisis histórica. "La historia puede saltar etapas, decía Trotsky, pero el partido revolucionario no puede saltarse las etapas de la evolución de la conciencia de la clase". Hemos sido pedagógicos y entre nosotros ha perdido terreno el discurso doctrinarista. Estamos aprendiendo y se está educando una nueva generación. Nunca como ahora está clara la bancarrota del capitalismo.
Jorge Altamira
Altamira habla con Gillespi (Programa radial "Falso Impostor")
9 de agosto de 2011
8 de agosto de 2011
EL FRENTE DE IZQUIERDA, CUARTA FUERZA EN CORDOBA
LA NUEVA LEY DE QUIEBRAS: El capital, primero
El crítico de la reforma de la ley de quiebras añora el mecanismo del ‘cram down', introducido en los '90 por Cavallo, que habilita la intervención de terceros (ajenos a la empresa y a los acreedores) para hacerse dueños del establecimiento, con el pretexto de mantener la continuidad del proceso productivo. Copiado de la legislación norteamericana, el mecanismo ofrece una intervención al capital financiero para ‘reestructurar' la empresa -sinónimo de desguazar los activos y apurar una renta financiera. El autor interpreta que la cooperativa quedaría ahora dotada de una capacidad para interferir en este mecanismo, que la reforma a la ley de quiebras mantiene como una opción subordinada a los derechos de los trabajadores.
El crítico hace un llamado a la "prudencia" de los jueces (una suerte de apriete elegante) a la hora de decidir si la cooperativa de trabajadores tiene realmente la capacidad de sostener la continuidad de la empresa en proceso de quiebra. En efecto, la reforma otorga al juzgado un poder discrecional para decidir la adjudicación de la empresa. La cooperativa debe competir en una licitación con la oferta de los llamados ‘cramdownistas', que tienen un poder de fuego financiero superior. Las facilidades que la nueva ley ofrece a las cooperativas se circunscriben a la órbita pública; es decir, no abarcan las deudas con el sector privado. Las facilidades de renegociación de la deuda con el sector estatal tampoco son ningún regalo: no hay quita de capital ni condonación de intereses, sino apenas un alargamiento de plazos a las tasas vigentes.
La adjudicación a favor de la cooperativa es, por lo tanto, una verdadera carrera de obstáculos, que incluso si son superados dejan a la cooperativa con una enorme hipoteca. Las deudas dejadas por la patronal vaciadora se multiplican en el tiempo, debido a la carga de intereses usurarios.
Pocos comentaristas han reparado en que el acuerdo debe contar con la adhesión de al menos el 75 por ciento del personal. Basta con que la parte patronal logre meter una cuña en el personal jerárquico o incluso en la masa de trabajadores, para que pase al frente el ‘cram down'. Encima, el pedido debe contar con el consentimiento de la organización sindical reconocida, o sea la burocracia. La crítica del asesor de empresas pone en evidencia que la reforma de la ley de quiebras no rebasa la superioridad que puede exhibir el capital financiero para ejercitar el ‘cram down', que la reforma consolida.
La reforma no da poderes a los trabajadores frente al vaciamiento, sino que legitima la confiscación de las deudas salariales y previsionales del vaciador, y ofrece como alternativa el copamiento del capital financiero.
Nosotros planteamos: expropiación definitiva de las fábricas ocupadas (que se encuentran de hecho bajo gestión obrera) y entrega gratuita a sus trabajadores (cuyos créditos laborales deben ser preservados); salario de convenio, obra social, jubilación y derechos sindicales similares al resto de los asalariados; creación de un fondo para reequipamiento y modernización de las empresas recuperadas.
Pablo Heller
El Frente de Izquierda pide la nulidad del 1,5% para las primarias del 14 de agosto y reafirma campaña por los 400.000 votos
El recurso explica que ese piso electoral, exigido como requisito para poder presentar candidatos en las presidenciales de octubre (art. 45 ley 26.571), afecta principios constitucionales y democráticos. Por otra parte, los partidos del Frente ya han cumplido los requisitos legales que en materia de adhesiones y afiliados exige esa misma “reforma política” para la participación en los comicios. De ese modo, el amparo señala que se está cercenando el derecho de los electores a que puedan elegir libremente a sus candidatos de acuerdo a sus convicciones políticas. Es un ataque al derecho a la participación electoral que no tiene precedentes nacionales ni internacionales.
Frente de Izquierda y de los Trabajadores
www.po.org.ar
www.pts.org.ar
www.izquierdasocialista.org.ar
6 de agosto de 2011
Jorge Altamira se refirió a la campaña por los 400000 votos
4 de agosto de 2011
Los K, funcionales a la derecha
Pero queremos llamar la atención sobre el papel que le cabe a toda la izquierda argentina, no sólo a aquella agrupada en el Frente, sino principalmente a la que aún se ha mantenido al margen. Muchas agrupaciones y compañeros, con quienes nos encontramos en la misma vereda en la lucha de clases, no se han jugado activamente por la única fuerza que representa electoralmente el conjunto de las luchas y reivindicaciones de la clase obrera. Nos queda poco tiempo y es necesario volver a llamar la atención sobre lo que está en juego.
La derechización y la izquierda
En el último tiempo, se ha hecho hincapié en el fenómeno de la "derechización". Pero la derechización ha sido producto de la política de todos los partidos del régimen, con el oficialismo a la cabeza. Los K no sólo han sido derrotados electoralmente en Santa Fe y Capital. Por sobre todo, han sido derrotados políticamente. Su desplazamiento hacia la derecha, desde el comienzo de la campaña, ha sido impresionante. Su adaptación al discurso de la ‘derecha' no sólo ha marcado su propia derrota, sino que ha alimentado los triunfos de esa derecha.
Por otro lado, el (falso) "progresismo" está virtualmente desaparecido. Desde Sabbatella -que pasó de ser una colectora del kirchnerismo en 2009 a furgón de cola del derechista Scioli- hasta Proyecto Sur -que se ha adaptado al macrismo y al kirchnerismo, y clama por la "paz social" contra las manifestaciones de los trabajadores. Ni qué hablar del "socialista" Binner y sus secuaces, que pelean por el apoyo de los capitalistas industriales y agrarios, y que plantean una confiscación extraordinaria al pueblo trabajador por la vía devaluación de la moneda. No hay nada de izquierda en la autodenominada centroizquierda. Su centro de gravitación está a la derecha. No hay ningún tipo de alternativa popular por fuera del Frente de Izquierda.
El fantasma de la derecha y la izquierda
Habida cuenta de los resultados obtenidos hasta el momento por los K (y todavía falta Córdoba), ese viejo artilugio (más viejo que la humedad) del "fantasma" de la derecha será una punta de lanza. Las organizaciones populares y los activistas obreros y estudiantiles seremos atacados sistemáticamente de "funcionales a la derecha". Ellos: los responsables políticos del asesinato de los compañeros que luchaban por la vivienda en Jujuy; así como de Mariano, quien luchaba junto a los trabajadores contra la tercerización y por el pase a planta de los ferroviarios. Ellos: responsables de que la burguesía haya acaparado las mayores ganancias en su historia durante los últimos ocho años. Ellos: responsables de una inflación galopante que ataca salvajemente los bolsillos de las masas laboriosas. Ellos: responsables del saqueo a la Anses para pagar la deuda externa usuraria a costa de la miseria de los jubilados. Ellos: los amigos de los Pedraza, Schocklender, Insfrán, Scioli, Blaquier y Menem alegan que somos funcionales a la derecha... Tenemos que denunciar a fondo esta verdadera estafa política.
Nosotros decimos: con los K avanza la derecha. Son ellos quienes le dan aire (y mucho más) a esa derecha a la que sólo la izquierda viene combatiendo realmente en los barrios, en los lugares de trabajo y de estudio, en las calles.
La proscripción y la responsabilidad de la izquierda
El elemento central de la situación es que está en riesgo la posibilidad de que la izquierda pueda competir en las elecciones de octubre. Ya hemos explicado el carácter proscriptivo y antidemocrático de la ley electoral. Pero, además de denunciarla, nos hemos dispuesto a enfrentarla. Asumimos la responsabilidad. Es imprescindible que la izquierda llegue a octubre para defender el 82% móvil para los jubilados, el salario mínimo igual a la canasta familiar, el fin del régimen de las tercerizaciones y el trabajo en negro, la defensa de la educación y la salud pública, y el conjunto de las reivindicaciones obreras y populares. Sin la participación de la izquierda, las elecciones generales se transformarán en un festín de las distintas variantes que representan los intereses de los capitalistas, sin ninguna fuerza realmente opositora.
Las organizaciones de derechos humanos, estudiantiles, sociales y políticas que se reclaman del campo popular tienen una enorme responsabilidad, porque la proscripción no sería simplemente un golpe contra el Frente, sino para toda la izquierda y la clase obrera.
Es necesario que demos un paso al frente no sólo votando al Frente de Izquierda, sino peleando cada voto para el Frente, con los compañeros de trabajo, camaradas, familiares, vecinos y amigos. No podemos dejar pasar la proscripción. Tenemos una responsabilidad enorme y debemos hacernos cargo.
¡Más que nunca, el 14 de agosto vamos con el Frente de Izquierda!
Mauro Laplata