4 de abril de 2013

Una ‘oferta’ a los buitres que aumenta la deuda externa: 12.000 millones de dólares más

El gobierno nacional ha presentado, en una Corte de Nueva York, una oferta de pago a los fondos buitres, la cual asume -para el conjunto de los acreedores que no aceptaron los canjes anteriores- una nueva deuda externa por más de 12.000 millones de dólares a pagar entre nuevo capital adeudado e intereses, a 20 años, más un pago en efectivo. La Anses, los bancos Nación y el Central, la Lotería y hasta el Pami deben poner ya las barbas en remojo, porque serán ellos lo que pondrán este dinero adicional, como lo han hecho hasta ahora. El ‘desendeudamiento’ no es tal (como se puede ver), sino que es un aumento constante, cuya carga se transfiere, por sobre todo, a los jubilados y a los trabajadores.

El dinero adicional que se impone Argentina tiene de nuevo como destino, en el marco de la crisis mundial, el rescate de bancos y compañías afectados por la bancarrota capitalista. De acuerdo con esto, Argentina se encuentra en la misma situación de Chipre, Grecia, España o Irlanda (además de muchos otros países, entre ellos Estados Unidos), en los cuales los trabajadores son forzados a solventar la quiebra capitalista.

Nueva crisis

A pesar del ofrecimiento del gobierno de pagar el doble del capital original (pues ahora hay que computar los intereses futuros de esta nueva deuda), la presentación realizada la semana pasada ante la Cámara de Apelaciones de Nueva York difícilmente prospere. Es que esta Corte ya había establecido que se debían incluir los intereses acumulados según las condiciones originales de los bonos desde el “defol” de la deuda en 2001 -lo cual representa el triple del capital original. Si la ‘oferta’ de Argentina es rechazada por la Justicia norteamericana, el resultado podría ser el embargo de los pagos a los acreedores corrientes (que aceptaron los canjes anteriores), los cuales se realizan en cuentas en el Banco Mellon en Nueva York.

Quién paga

En defensa de la propuesta realizada a los fondos buitres, el vicepresidente Boudou argumentó que, a diferencia de quienes “ajustan” para pagar deuda, “este gobierno defiende a los jubilados y los maestros…”. Pero el 80 por ciento de los jubilados recibe una jubilación que no cubre ni la tercera parte de una canasta familiar y los maestros deben ir a la huelga, porque sus salarios de 3.300 pesos no cubren la mitad de esa canasta. El gobierno ha establecido, además, un elevadísimo impuesto a los salarios, lo que provocará -a corto plazo- una rebelión obrera. El pago de la deuda es responsable del incremento de la carestía: en primer lugar, porque el Banco Central inunda de pesos el mercado (depreciando así la moneda) para comprar dólares que son utilizados para pagar la deuda. En segundo lugar, porque los dólares que se sacan para ello -del Banco Central y la Anses- tienen como contrapartida nuevas deudas de la administración pública con estos organismos, las que se refinancian permanentemente. Mientras oferta resarcir a los fondos buitres por más del 100 por ciento del capital original, año a año la deuda impaga que mantiene con los jubilados se incrementa -como es el caso del desconocimiento de los 500 mil juicios por actualización de haberes, o el cambio de la deuda con la Anses de dólares a pesos que se devalúan.

La ‘oferta’ del gobierno incrementa la deuda externa y acentúa la quiebra de las finanzas públicas, las que ya están en franco deterioro. Incluso si el desenlace del litigio fuera favorable a la posición del Estado argentino, a renglón seguido deberá ‘arreglar’ con el Club de París, al cual se le deben más 10 mil millones de dólares. De tanto ‘desendeudarnos’, terminaremos más hipotecados que nunca. La deuda pública actual supera los 200 mil millones de dólares.

Sergio Szulman