25 de julio de 2013

FUERA MILANI














La participación de César Milani -jefe del Ejército- en la represión dictatorial ya no puede ser ocultada.

Hasta los organismos de derechos humanos afines al gobierno terminaron admitiéndola.

Como consecuencia de ello, se frustró su ascenso en el Senado.

Pero Cristina Kirchner lo sigue defendiendo. Y lo mantiene al frente del Ejército.

No sólo eso: quiere integrar al gobierno a este Ejército conducido por un represor.

Por ejemplo, al permitir su presencia en los municipios o barrios, con el pretexto de cumplir tareas asistenciales.

Es una militarización del Estado que no se conocía desde la época de la dictadura.

El gobierno que quiere asociar a Milani, un hombre del espionaje militar, ya practica el fisgoneo a través de la Gendarmería (Proyecto X) y otros “servicios”.

¿Dónde quedaron los derechos humanos?

A cambio de esta cooptación, los K le habían prometido a Milani la impunidad.

Una impunidad que ahora ha entrado en crisis.

CFK dice que la oposición que la ataca es la que impulsó “el punto final y la obediencia debida”.

No le falta razón.

Pero el círculo lo cierra su propio gobierno, al sostener a los represores al frente del Ejército.

La crisis con Milani ha vuelto a colocar al rojo vivo una cuestión: gracias a los K y sus antecesores (quienes hoy se “Unen” o acompañan a Massa), las fuerzas de represión del Estado están en manos de esbirros de la dictadura.

Por la destitución de Milani y de todos los mandos comprometidos con la dictadura; por la apertura de todos los archivos de inteligencia del Estado, por el juicio y castigo a todos los genocidas, redoblemos la movilización y sumemos nuestro voto al Frente de Izquierda.