18 de julio de 2013

La confiscación de la Anses para el pago de la deuda externa













El gobierno informó que el 58% de la deuda pública al 31 de diciembre del año pasado fue transferida al Banco Central, la Anses, Banco Nación y otros organismos públicos. Así, el kirchnerismo sigue engrosando un millonario pagadiós sobre los organismos oficiales para destinar sus fondos a subsidios a la burguesía (especialmente, las empresas “privatizadas” por el menemismo y el pago de la deuda externa). Además, la deuda con los organismos públicos se deprecia de manera permanente, ya que una gran parte de ella no tiene intereses ni actualizaciones y está pesificada -como es el caso de los “préstamos garantizados”, los que son transferidos por el BCRA al Tesoro nacional, por un monto que llega a los 145.000 millones de pesos. Como contrapartida, el Banco Central le pide prestado a los bancos una suma similar, por la cual abona un interés anual del 18% anual, con una pérdida por año de 26.000 millones de pesos.

70.000 millones de pesos confiscados al Anses en cinco años

Esta pérdida del Banco Central para prestarle al gobierno para el pago de la deuda externa es finalmente pagada por los trabajadores, ya que el BCRA compensa las pérdidas con más emisión monetaria, lo cual alimenta la inflación. En el caso de la Anses, el organismo de los jubilados le transfirió al gobierno el 61,5% de sus activos -una suma mayor a los 62.000 millones de pesos. Aquí también se trata de un gran pagadiós, con títulos mayoritariamente en pesos que vencen en 2045 -los cuales, además, se deprecian año a año, debido a que el gobierno no paga las actualizaciones correspondientes. Sólo en los últimos cinco años, se le ha confiscado a la Anses más de 70.000 millones de pesos: esa deuda la ha borrado de su contabilidad.

Esto se debe, en primer lugar, a que la Anses concentra la mayoría de los títulos actualizados por los índices de inflación dibujados del Indec. Esta depreciación tiene como consecuencia una sobreestimación de pagos por otro ítem de deuda pagada a los bancos y privados- la vinculado con el crecimiento del PBI. Como el gobierno le confiscó en 2008 a la Anses los títulos PBI y le dejó los títulos atados a la inflación, el perjuicio es doble. Finalmente, el gobierno obliga a la Anses a depositar más del 40% de los plazos fijos en el Banco Nación, a tasas del 8% anual. Este banco utiliza la diferencia que se ahorra (las tasas bancarias por grandes depósitos son actualmente del 18% anual) para transferirle más fondos al gobierno para el pago de la deuda externa.

Récord de deuda

Sólo porque ha transferido la mayor parte de la deuda pública a los organismos públicos a cambio de confiscar sus recursos, el kirchnerimo no ha repetido el “defol” de 2001. El último informe oficial da cuenta de un aumento de la deuda pública de más de 19.000 millones de dólares el año pasado, todo acumulado en los organismos oficiales. La deuda llega, así, a los 225.000 millones de dólares, incluyendo los cupones PBI y la deuda litigada por los fondos buitres (a los que se les hizo una oferta de pago recientemente). El aumento es de 71.800 millones de dólares durante el período kirchnerista; más del 48% desde 2003. Esta cifra destrona al menemismo, el cual ostentaba el récord anterior de 56.000 millones de dólares de incremento, y sube el índice de la deuda pública a más del 51% del PBI. Si se suman los intereses a pagar con las deudas de otros organismos públicos y las provincias, la deuda pública supera los 350.000 millones de dólares.

Los “Unen”, Massa y demás “opositores” han participado desde este mismo gobierno y desde los anteriores en la confiscación de los jubilados para el pago de la deuda. Sólo el Frente de Izquierda lucha por detener esta confiscación, por el desconocimiento de la deuda externa y el 82% móvil para los jubilados, así como por una Anses administrada por los propios trabajadores y jubilados.

Sergio Szulman