24 de enero de 2014

ANTE EL “RODRIGAZO” OFICIAL IMPULSEMOS UNA SALIDA ECONÓMICA Y POLÍTICA DE LOS TRABAJADORES


Después de haber denunciado a las “corporaciones que buscan devaluar”, el gobierno ha avanzado en una brutal devaluación de la moneda. El 'nuevo' dólar, a casi nueve pesos, significará un nuevo y brutal impulso a la carestía en los alimentos. Pero también dará lugar a otro naftazo, para que sigan en pie los acuerdos entreguistas con Chevron.

Durante los últimas semanas, el gobierno le otorgó concesiones brutales a los grandes intereses capitalistas. Para ello, no dudó en malversar los fondos de la Anses mientras continuaba entregándole dólares a los especuladores a través de la Bolsa. Viajaron a París, para anunciar que pagarían una deuda contraída por Videla. Mientras tanto, aumentaron la tarifa del transporte, para beneficiar a los concesionarios vaciadores. Lejos de frenar la crisis, estos “regalos” de Capitanich y Kicillof a los capitalistas agravaron la desorganización económica.

Ante este fracaso, el gobierno marcha sin freno a la megadevaluación y al ajustazo. Es el camino que exigían a los gritos las “corporaciones” y la oposición tradicional. Si también derrapan en esto, esos mismos opositores preparan una conspiración política para imponer este mazazo a los trabajadores. Lejos de defender las reivindicaciones obreras amenazadas, los Moyano y Barrionuevo están jugados a esas mismas conspiraciones de palacio. El derrumbe económico, resultado de haber rescatado durante años a privatizadores y banqueros, quiere ser traspasado integralmente a los que viven de su trabajo.

La grave situación nos impone a los trabajadores deliberar y actuar, para enfrentar esta crisis con una política propia. El programa es claro: prohibición de los despidos; ajuste de los salarios y jubilaciones por la inflación; salario mínimo de nueve mil pesos, en conformidad con el costo de la canasta familiar, y una jubilación del 82% móvil; revisión y desconocimiento de la deuda usuraria. La inminencia de una nueva crisis de poder y de un nuevo colapso económico plantea la convocatoria de un congreso de trabajadores, con delegados mandatados, para impulsar un plan de lucha y un programa económico y político alternativo de la clase obrera.

PARTIDO OBRERO