EL FRENTE DE IZQUIERDA SALE AL FRENTE EN “ARGENTINA DEBATE”
Por Jorge Altamira |
La difusión de los espacios de publicidad política y el debate de candidatos del domingo pasado han cambiado el escenario de la campaña electoral, porque han quebrado la política de ocultamiento mediático del Frente de Izquierda. Esta conclusión plantea la posibilidad de producir una votación excepcional el 25 de octubre, desmintiendo las proyecciones negativas para la izquierda que divulgan las encuestadoras interesadas, pagadas por los tres candidatos del ajuste. El debate ha dejado en evidencia que el Frente de Izquierda es el único que encarna en forma explícita las reivindicaciones de los trabajadores.
“Argentina debate” demostró ser un título exagerado para el formato restringido de la discusión. Bien mirado, fue un escudo protector para los candidatos patronales. Más allá del exiguo tiempo otorgado a las intervenciones, la imposibilidad de re-preguntar impidió desenmascarar debidamente las falacias de los ajustadores. De acuerdo a informaciones posteriores, esta restricción habría obedecido a la intención de conseguir la presencia de Scioli, lo cual prueba precisamente el objetivo de preservar a los candidatos del sistema. Esta limitación quedó en evidencia especialmente en las interpelaciones a los adversarios por parte de nuestro compañero Del Caño. Así, Rodríguez Saá se salió por la tangente ante la imputación de Del Caño a los despidos en San Luis por parte de empresas que gozan de subsidios del estado. Se repitió cuando Del Caño ‘incomodó’ a Stolbitzer por sus alianzas con los partidos que destruyen la educación pública en numerosas elecciones provinciales. El puntano se defendió con el argumento de que los conflictos laborales son privados, mientras que Stolbitzer justificó las alianzas antieducativas alegando el carácter feudal de los gobiernos de provincia. Massa exhibió toda su desfachatez cuando replicó que Del Caño mentía cuando denunció que el candidato que quiere imponer el presentismo a los docentes tenía un ausentismo récord en el Congreso. La restricción a las re-preguntas impidió desenmascarar las respuestas falaces o mentirosas de los ajustadores
La imposibilidad de re-preguntar y de ampliar el espacio de la polémica no permitió denunciar la posición de militarización de la llamada lucha contra el narcotráfico, en especial sostenida por Massa, que es responsable por la escala de asesinatos que sufre México. Del Caño responsabilizó a Massa por la situación narco en Tigre. Esta militarización es la agenda del Pentágono para América Latina. Es una cuestión crucial en la lucha por las libertades democráticas. La caracterización del tema ‘seguridad’ como la consecuencia del entrelazamiento entre el delito organizado y el estado, fue uno de los mejores momentos de nuestro candidato y una corrección en la posición sobre el tema de parte de su corriente política. Un punto que no pudo ser explotado por la limitación de tiempo seguramente, fue la denuncia de que los cuatro candidatos rivales representan a fuerzas políticas que ya han gobernado Argentina y por lo tanto responsables directos del cuadro de zozobra social, económica y política que mencionaban en forma hipócrita. En las tres semanas que quedan de campaña sería oportuno reforzar las denuncias que Del Caño desarrolló en el debate en la agitación escrita y en las entrevistas en los medios.
“Argentina debate” demostró ser un título exagerado para el formato restringido de la discusión. Bien mirado, fue un escudo protector para los candidatos patronales. Más allá del exiguo tiempo otorgado a las intervenciones, la imposibilidad de re-preguntar impidió desenmascarar debidamente las falacias de los ajustadores. De acuerdo a informaciones posteriores, esta restricción habría obedecido a la intención de conseguir la presencia de Scioli, lo cual prueba precisamente el objetivo de preservar a los candidatos del sistema. Esta limitación quedó en evidencia especialmente en las interpelaciones a los adversarios por parte de nuestro compañero Del Caño. Así, Rodríguez Saá se salió por la tangente ante la imputación de Del Caño a los despidos en San Luis por parte de empresas que gozan de subsidios del estado. Se repitió cuando Del Caño ‘incomodó’ a Stolbitzer por sus alianzas con los partidos que destruyen la educación pública en numerosas elecciones provinciales. El puntano se defendió con el argumento de que los conflictos laborales son privados, mientras que Stolbitzer justificó las alianzas antieducativas alegando el carácter feudal de los gobiernos de provincia. Massa exhibió toda su desfachatez cuando replicó que Del Caño mentía cuando denunció que el candidato que quiere imponer el presentismo a los docentes tenía un ausentismo récord en el Congreso. La restricción a las re-preguntas impidió desenmascarar las respuestas falaces o mentirosas de los ajustadores
La imposibilidad de re-preguntar y de ampliar el espacio de la polémica no permitió denunciar la posición de militarización de la llamada lucha contra el narcotráfico, en especial sostenida por Massa, que es responsable por la escala de asesinatos que sufre México. Del Caño responsabilizó a Massa por la situación narco en Tigre. Esta militarización es la agenda del Pentágono para América Latina. Es una cuestión crucial en la lucha por las libertades democráticas. La caracterización del tema ‘seguridad’ como la consecuencia del entrelazamiento entre el delito organizado y el estado, fue uno de los mejores momentos de nuestro candidato y una corrección en la posición sobre el tema de parte de su corriente política. Un punto que no pudo ser explotado por la limitación de tiempo seguramente, fue la denuncia de que los cuatro candidatos rivales representan a fuerzas políticas que ya han gobernado Argentina y por lo tanto responsables directos del cuadro de zozobra social, económica y política que mencionaban en forma hipócrita. En las tres semanas que quedan de campaña sería oportuno reforzar las denuncias que Del Caño desarrolló en el debate en la agitación escrita y en las entrevistas en los medios.
El tiempo escueto reservado a las intervenciones dejó sin tratamiento el punto crucial de la devaluación y los fondos buitres, que Del Caño señaló de entrada. Se trata del núcleo de la crisis actual y punto de división en el oficialismo y en el conjunto de los candidatos; el ajuste es esencialmente la mega devaluación. La discusión de la devaluación hubiera puesto al debate en sus verdaderos rieles. A partir de la fuga de capitales en China y en Brasil, principalmente, el planteo de que la devaluación serviría para conseguir financiamiento para Argentina, ha volado por los aires. Los agoreros que aseguran que la devaluación la va a imponer el ‘mercado’ contra las intenciones reguladoras de un futuro gobierno, son cada vez más numerosos. Es necesario concentrar la atención de los trabajadores en la cuestión devaluatoria y en la respuesta del Frente de Izquierda: nacionalización de los bancos bajo control obrero; apertura de las cuestas de las empresas; rechazo a los endeudamientos del gobierno K en dólares y pesos; prohibición de despidos y suspensiones y reparto de horas de trabajo sin tocar el salario; ajuste inmediato de salarios, jubilaciones y prestaciones sociales; abolición de impuestos al consumo – impuestos progresivos a las rentas, intereses y ganancias.
Un aspecto importante del Argentina Debate es que, en principio, no habría afectado la intención de votos de Scioli, lo que demuestra la mediocridad de la actuación de Massa y Macri. Numerosos asistentes al debate han expresado la insatisfacción por las restricciones al debate; en apariencia ha surgido una tendencia a favor de una nueva discusión entre los candidatos. Pensamos que hay largar una campaña por reedición; sería un golpe para las posibilidades de Scioli y sin duda daría un envión importante al Frente de Izquierda y los Trabajadores, con todo lo que esto implica para la etapa de convulsiones que ya se ha iniciado.
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