30 de abril de 2012

Actividad del Frente de Izquierda por el 1° de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores

1º de Mayo: El Frente de Izquierda y de los Trabajadores convoca a Patio Olmos, a las 17 horas.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores convoca a movilizarse en el día internacional de los trabajadores a la Plaza de Mayo y a todas las plazas del país: “Por un Primero de Mayo obrero, socialista e internacionalista”.

A las 17 horas del día martes 1° de Mayo, en Córdoba los partidos que componen el Frente de Izquierda (Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista) y delegaciones sindicales afines se concentrarán en Patio Olmos a fin de realizar un acto que tendrá como oradores principales a Eduardo Salas, Liliana Olivero y Hernán Puddu, así como luchadores obreros y representantes de luchas como los trabajadores de la cultura y del transporte.

Adjuntamos las consignas principales de convocatoria del acto del Frente de Izquierda y de los Trabajadores:

• Por la independencia política de los trabajadores frente al gobierno K y sus camarillas, y a la oposición patronal.

• Por una nueva dirección clasista de la clase obrera. Contra la burocracia sindical en todas sus vertientes. Apoyamos al sindicalismo combativo y antiburocrático y a sus listas -como en gráficos, alimentación y otros gremios.

• Por paritarias libres, por un salario mínimo de 6.000 pesos, igual al costo de la canasta familiar.

• Abajo el tarifazo y los impuestazos a la vivienda y servicios públicos que aplican tanto el gobierno nacional como Macri en la Ciudad de Buenos Aires, y Bonfatti en Santa Fe.

• Por la nacionalización sin pago de las empresas privatizadas, la reestatización del sistema ferroviario y la nacionalización del petróleo y el gas bajo control de los trabajadores.

• Derogación de la ley antiterrorista; basta de infiltración, espionaje y represión a los que luchan.

• No a la criminalización de la protesta. Desprocesamiento de los más de 5.000 luchadores obreros y populares.

• Abajo la integración de los sindicatos al Estado y los fraudes y enriquecimiento de la burocracia sindical. Por un Congreso de Bases de la CGT.

• Por la expulsión del imperialismo de Asia, África y América Latina. Abajo la represión contra los pueblos que se movilizan contra las dictaduras capitalistas.

• Apoyo a la clase obrera del Estado español, Grecia, Portugal y del resto de los países que luchan contra los ajustes que aplican sus gobiernos; que la crisis la paguen los capitalistas.

• Por un gobierno de trabajadores y la unidad socialista de América Latina y el Caribe.

• Por la unidad mundial de la clase obrera y los pueblos en su lucha contra el capital y el imperialismo. Por el socialismo internacional.


Acto frente al Patio Olmos - Martes 1° de Mayo - 17 Hs.


FRENTE DE IZQUIERDA Y DE LOS TRABAJADORES

Para comunicarse: Eduardo Salas - (0351) 155 477 025

29 de abril de 2012

Por la aparición de Facundo Rivera Allegre

¿Un Luciano Arruga cordobés?

Facundo es un joven cordobés de 20 años, trabajador, músico, padre de una beba de meses. Facundo se encuentra desaparecido desde el 19 de febrero. La lucha de su madre ha colocado la desaparición de Facundo, el “Rubio del Pasaje”, en las tapas de los diarios locales.

Facundo es un habitual concurrente a los bailes de cuarteto. Fanático de “La Mona”, el día que desapareció venía de un baile de Damián Córdoba en el Estadio del Centro.

A pesar del tiempo transcurrido, más de dos meses, nada se sabe hasta ahora, pero todo apunta a la policía provincial. En el caso de los bailes de cuartetos, es vox populi que la policía -por cuestiones entrelazadas con el negocio de las drogas- ejerce allí un fuerte “control”, más fuerte incluso de lo que es habitual para la juventud de conjunto: el manoseo, el avasallamiento y la prepotencia, amparados en el “código de faltas”, que ha llevado a tener fichados al 40% de los jóvenes por alguna “contravención”.

Facundo, como muchos otros, se rebeló contra esta situación y en enero terminó preso y muy golpeado. La hipótesis de la familia es que “se la tenían jurada” por la firmeza con que Facundo se defendió.

De Facundo nada se sabe, y justamente donde se supone fue interceptado es la única cuadra sin cámaras en una zona supermonitoreada (a 3 cuadras de la central de policía).

Exigimos la inmediata aparición de Facundo y la derogación del código de faltas.

Corresponsal

“Cristina Kirchner defendió la flexibilidad laboral ante la multitud militante”

Jorge Altamira, ex candidato presidencial por el Frente de Izquierda, volvió sobre el discurso de CFK del viernes pasado, señalando lo siguiente: “La Presidenta de la Nación tiene un método. Cuando anunció la expropiación parcial de YPF dijo que 'la falta de nafta era peor que el aumento de su precio', anticipando la intención de canjear el tarifazo por el abastecimiento. Ahora, ante decenas de miles de partidarios, repitió el esquema: en un pasaje de su discurso en Vélez, Cristina Kirchner dijo que 'la desocupación (es) mucho peor que las peores leyes de flexibilidad laboral'. Los obreros que deben trabajar más de ocho horas, están en negro o con contratos de corto plazo, deberían sentirse felices".

Finalizando su reflexión, Altamira agregó: "¿La Presidenta intentó mandar una mensaje por elevación a los miles de petroleros que trabajan en calidad de tercerizados en YPF?. Los contratos precarios que impuso Repsol, ¿serán exigidos ahora por el poder nacional y popular?. Cristina Kirchner no hizo más que abrevar en la ideología neo-liberal, que sostiene precisamente que la desocupación es la consecuencia de salarios altos y condiciones dignas de trabajo. En momentos en que comienzan los despidos y se desarrollan las paritarias, fue el planteo más importante de todo su discurso”.

27 de abril de 2012

“Cristina Kirchner saluda a la oposición ‘destituyente’”

Apenas concluido el discurso de la Presidenta de la Nación en el estadio de Vélez, Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero, destacó como lo más relevante de ese discurso, "el saludo de CFK a la oposición por el apoyo que dio al proyecto de expropiación parcial de YPF”.

Para Altamira, “este frente único entre oficialismo y los que hasta el día de ayer eran calificados de ‘destituyentes’ es una expresión del frente único que se ha formado en respaldo del nuevo plan petrolero que convoca a los principales monopolios internacionales -Exxon Mobil, Phillips, Total, Sinopec- a recoger los despojos de Repsol”.

“El ‘establishment’ político se ha unido -agregó Altamira- bajo la presión del derrumbe petrolero y una salida que no cuestiona el monopolio privado de la explotación de hidrocarburos”.

Para Altamira, “estamos en la tercera etapa privatizadora, luego de Estenssoro-Cavallo y Repsol-Menem-Kirchner”.

“LA RECUSACIÓN DE RAFECAS PRUEBA QUE BOUDOU DEBE SER PROCESADO”

Declaraciones de Jorge Altamira

“Es para una letra de María Elena Walsh”, declaró Altamira a una FM del Gran Buenos Aires, “ya que los correos electrónicos del juez Rafecas, que fundamentan su apartamiento de la causa, ofrecen la prueba de que el vicepresidente Boudou maneja Ciccone a través de testaferros y que actuó como lobbysta para que la Casa de la Moneda le entregue la impresión de billetes”.

“Si cabe la recusación de uno, corresponde el procesamiento del otro” –remató el dirigente del PO y ex candidato a Presidente por el Frente de Izquierda.

26 de abril de 2012

Charla de Jorge Altamira en Córdoba (17/04/2012).

Parte 1:


Parte 2:


Parte 3:


Parte 4:


Parte 5:


Los pasados 17 y 18 de abril, Jorge Altamira estuvo en Córdoba capital, donde desarrolló una amplia recorrida por medios televisivos, radiales y gráficos.

El martes 17, Altamira presentó ante unos 300 asistentes que colmaron el Aula Magna de la Facultad de Arquitectura, el libro “El ascenso de la izquierda”, de su autoría. Durante más de una hora, Altamira ligó el desarrollo de la izquierda revolucionaria a la crisis mundial y a la del gobierno K.

La conferencia (que permitió vender un importante número de libros y periódicos) concluyó con una convocatoria al acto por el Día Internacional de los Trabajadores, que se llevará a cabo el martes 1º de mayo, a las 17 hs., frente al Patio Olmos, organizado por el Frente de Izquierda.

Al finalizar la presentación del libro, Jorge se reunió con un número importante de trabajadores del transporte colectivo, que están en una lucha contra el vaciamiento, la privatización y por paritarias.

Eduardo Salas

1º de Mayo a Plaza de Mayo

Convoca: Frente de Izquierda y de los Trabajadores

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores convoca a un 1º de Mayo obrero, socialista e internacionalista, en la Plaza de Mayo y en todas las plazas del país:

• Por la independencia política de los trabajadores frente al gobierno K y sus camarillas, y a la oposición patronal.

• Por una nueva dirección clasista de la clase obrera. Contra la burocracia sindical en todas sus vertientes. Apoyamos al sindicalismo combativo y antiburocrático y a sus listas -como en gráficos, alimentación y otros gremios.

• Por paritarias libres, por un salario mínimo de 6.000 pesos, igual al costo de la canasta familiar.

• Abajo el tarifazo y los impuestazos a la vivienda y servicios públicos que aplican tanto el gobierno nacional como Macri en la Ciudad de Buenos Aires, y Bonfatti en Santa Fe.

• Por la nacionalización sin pago de las empresas privatizadas, la reestatización del sistema ferroviario y la nacionalización del petróleo y el gas bajo control de los trabajadores.

• Derogación de la ley antiterrorista; basta de infiltración, espionaje y represión a los que luchan.

• No a la criminalización de la protesta. Desprocesamiento de los más de 5.000 luchadores obreros y populares.

• Abajo la integración de los sindicatos al Estado y los fraudes y enriquecimiento de la burocracia sindical. Por un Congreso de Bases de la CGT.

• Por la expulsión del imperialismo de Asia, Africa y América Latina. Abajo la represión contra los pueblos que se movilizan contra las dictaduras capitalistas.

• Apoyo a la clase obrera del Estado español, Grecia, Portugal y del resto de los países que luchan contra los ajustes que aplican sus gobiernos; que la crisis la paguen los capitalistas.

• Por un gobierno de trabajadores y la unidad socialista de América Latina y el Caribe.

• Por la unidad mundial de la clase obrera y los pueblos en su lucha contra el capital y el imperialismo. Por el socialismo internacional.

Mesa del Frente de Izquierda y de los Trabajadores

Petróleo y política

Cuestiones de estrategia

El proyecto de ley de expropiación parcial de YPF es la punta del velo que oculta una situación política excepcional. Cristina Kirchner usó la expresión “país inviable” cuando aludió a la bancarrota energética en que había quedado sumida la Argentina al cabo de diez años de política kirchnerista. El vaciamiento financiero de YPF por parte de Repsol es una fracción del vaciamiento generalizado, ejecutado por el conjunto de los monopolios petroleros que operan en el país. En una medida fundamental, es la consecuencia de la bancarrota capitalista mundial -la que ha impuesto una insaciable política de pago de dividendos para hacer frente al déficit financiero que sufren la mayor parte de las corporaciones y bancos de los principales países. Es sintomático -para dar solamente un ejemplo- que las acciones de Petrobras retrocedan cada vez que su directorio anuncia inversiones en los proyectos de aguas profundas. Muchas petroleras, además de abonar dividendos generosos, desarrollan una política de recompra de acciones de sus compañías, lo cual aumenta el plusvalor que obtienen los tenedores.

Recurso de emergencia

El proyecto en cuestión es, entonces, en primer lugar, un recurso de emergencia para una situación sin salida en el marco prevaleciente. El Estado interviene bajo la presión de una crisis extraordinaria, la que pone en juego el abastecimiento de energía de la nación. Interviene al operador principal -que es, al mismo tiempo, el más vulnerable en el mercado mundial de la industria. Los que piden el respeto a las disposiciones constitucionales (las que exigen el pago de una indemnización previa e incluso el resarcimiento de la totalidad de los accionistas de YPF), simplemente ignoran que el gobierno está operando en una situación de bancarrota: tanto del grupo de control de Repsol, compuesto por bancos y constructoras que sobreviven bajo la carpa de oxígeno del Banco Central Europeo y el Banco Central de España, como del propio Estado argentino, el cual registra un déficit fiscal en crecimiento, a pesar de que mete las manos en la Anses y el Banco Central, y que se financia, además, con el Banco Nación, mientras las provincias emiten empréstitos en el exterior a tasas de interés usurarias. Cualquiera sea el resarcimiento a los “expropiados”, YPF va a hacerse cargo de la deuda de 9 mil millones de dólares que dejó Repsol.

La intervención del Estado en YPF es, por lo tanto, una operación de arbitraje político, que debe enfrentar el desafío de proceder a una redistribución de cartas en la industria petrolera. Por eso se reúne a toda velocidad con los principales pulpos internacionales, para ofrecerles lo que para Repsol hubiera sido inocuo o inútil: una agenda de aumentos tarifarios para incitarlos a una mayor explotación de los pozos existentes y a un incremento de sus inversiones. La oficialista Página /12 (25/4) admite que ya le ofrecieron a los pulpos subirles el precio del gas extraído. Las joyas de la corona de este plan son los yacimientos de gas no convencional (en Chubut y Neuquén) y la exploración de la plataforma marítima. Es significativo, en lo que hace a este último caso, que las tentativas de licitación hayan venido fracasando desde que Alfonsín lanzó el “plan Houston” con los ‘sanos’ consejos de Rodolfo Terragno. La licitación del Atlántico sur habría modificado, en forma radical, la dependencia financiera internacional de Argentina y la relación de fuerzas dentro de la burguesía que opera en el mercado nacional. La necesidad de este arbitraje político ha sido comprendida por todo el ‘establishment’ internacional y nacional, el cual ahora se limita a reclamar una salida judicial de las indemnizaciones. El apoyo de Macri a la llamada “empresa mixta” es una expresión de esto. Un ingreso importante de capitales de China al mercado petrolero nacional sería intolerable para sus rivales y para Estados Unidos, si no está presente la mediación del Estado en el reparto de la torta energética. Los que saludan la “recuperación de la soberanía energética” han comprado una etiqueta: no han comprendido que el ‘soberano’ ha advertido el peligro para la gobernabilidad de sus propios latrocinios y confunden soberanía con arbitraje o, mejor, que la soberanía bajo el Estado burgués es un ejercicio de arbitraje, sin el cual es imposible la dominación política del capital.

Una tentativa que se repite

Los K llegan a este punto como consecuencia de un enorme desplome de su capacidad de gobierno. El derrumbe energético aparece a renglón seguido del derrumbe del transporte ferroviario, así como éste vino enseguida después del colapso de la capacidad de pago de los subsidios -lo que dio paso a los tarifazos e impuestazos, disfrazados luego de ‘sintonía fina’. Como ya ocurriera con la estatización de las AFJP y luego con el Banco Central (primero con el asunto de las reservas y luego con la reforma de la carta orgánica), el gobierno apela a recursos extraordinarios -políticos y financieros- para salvar al Estado de la bancarrota y a salvarse a sí mismo de un fin de mandato. En estas ocasiones impuso su política a la oposición, algo que no había ocurrido cuando fue la disputa por la resolución 125. La finalidad inmediata de la intervención en YPF es acceder a la facturación de la petrolera para pagar las importaciones de gas y fuel oil, así como los subsidios en el mercado interno.

Los gobiernos bonapartistas (donde el arbitraje es personal) encuentran su punto de apoyo allí donde se equilibran las fuerzas de las clases en pugna. Los capitalistas reclaman un tarifazo energético, pero temen la reacción de los trabajadores al impacto hiperinflacionario que provocaría; los K administran este impasse. Para reforzar su capacidad de arbitraje, el gobierno convoca a la “unidad nacional” -o sea a la colaboración entre las clases. Por eso atacó a los choferes de la Línea 60 en el discurso de anuncio de la ‘expropiación’, como también a los piquetes del Gran Buenos Aires, realizados por quienes fueron azotados por el temporal, o los que tienen lugar entre los petroleros de Chubut, en un discurso posterior. El arbitraje no opera por medio de la democracia, sino de la regimentación. El centroizquierda y la izquierda democratizante han acudido presurosos al llamado, sin desconocer que se trata de una operación de rescate político del gobierno y del Estado. El número de condicionamientos que ponen al apoyo al proyecto de ‘expropiación’ demuestra que son concientes de que estamos ante un fraude. Los convoca un instinto de supervivencia, porque no están dispuestos a construir una alternativa sobre el derrumbe de lo realmente existente. El apoyo al proyecto no tiene nada que ver con la independencia energética: es una capitulación ante una extorsión política. Hugo Chávez, quien ha usado este recurso en su país hasta el agotamiento, ha logrado por esa vía convertir a la izquierda revolucionaria de Venezuela en un cero a la izquierda.

Reforma constitucional
No es casual que en este marco de crisis se haya resucitado el tema de la reforma constitucional, inspirada por el juez supremo Zaffaroni. El asunto viene revestido con justificaciones como la incorporación de nuevos derechos civiles y hasta con recuperar cláusulas de la Constitución reaccionaria de 1949, luego de seis décadas de violación de sus disposiciones ‘soberanas’ -en especial por los gobiernos peronistas. La reacción clásica a una reforma, que presume una indisimulada intención re-reeleccionista, sobrevalora la capacidad de CFK para elevarse por encima del conflicto entre clases y partidos de aquí en más -o sea para hacer valer su arbitraje personal en condiciones de un severo desgaste de las bases económicas de su gobierno. La intervención a YPF (al mismo tiempo que reitera el bonapartismo oficial) es, precisamente por ese mismo motivo, una expresión de su agotamiento. Por eso, la variante re-reeleccionista podría ser sobrepasada por un pasaje hacia el parlamentarismo, el cual habilitaría gobiernos de coalición -como los que Néstor Kirchner intentó con su alianza con el radicalismo K y el ex vice Cobos. Sería un reconocimiento de que el bonapartismo está exhausto. El cambio ofrecería a CFK la posibilidad de postularse como jefa de gabinete de un gobierno -lo que sería una curiosidad para la tradición kirchnerista. Lo que todas estas elucubraciones de palacio parecen dejar fuera de sus cálculos es que un cambio de régimen difícilmente puede producirse por medios constitucionales -o sea sin pasar por el colapso efectivo del gobierno actual.

Desarrollo de la independencia política

Al negar cualquier apoyo político a la medida ‘expropiatoria’ que encubre la reprivatización, la izquierda revolucionaria señala su condición de alternativa política. Porque no alcanza con reclamar la “nacionalización ciento por ciento” si no se desarrolla, al mismo tiempo, una separación política neta del gobierno que va por una reprivatización. La cuestión es política -la consigna del “ciento por ciento” está vacía de contenido, por lo que es ‘funcional’ al engaño. Estamos ante un ‘clásico’ de los procesos de crisis: o el seguidismo al nacionalismo burgués o al progresista de turno, y la corresponsabilidad por el fracaso o la independencia política consecuente para desarrollar una alternativa de poder en la clase obrera, la que prepara la victoria.

El gobierno intenta zafar de su derrumbe postelectoral y de la amenaza de ‘inviabilidad’, que él mismo reconoce, con una medida que acentúa la crisis que pretende atenuar. Sin un tarifazo a plazo cierto, la reprivatización es también inviable: los acuerdos con los Exxon no están a la vuelta de la esquina. El vaciamiento de la ‘nueva YPF’ para pagar las facturas pendientes y evitar el tarifazo en el corto plazo acentuará la crisis energética. La cuestión es la gobernabilidad K y, en general, del Estado. El seguidismo a los nacionales y populares es un llamado a acompañar su destino político.

El debate en la izquierda sobre la cuestión YPF no tiene que ver con la energía, sino con la estrategia política.

Jorge Altamira

¿Y los obreros petroleros?

En el proyecto de estatización trucha de YPF no se dice una sola palabra de las condiciones laborales y salariales que tienen y que tendrán los obreros petroleros, tampoco de su futuro papel ni el de sus organizaciones.

Los compañeros petroleros sufren la superexplotación de Repsol, Eskenazi y las demás operadoras, sean Panamerican Energy o las otras, en lo que es el reverso de la moneda del vaciamiento de las riquezas energéticas, los aumentos de precios en los combustibles o la fuga de capitales. Miles de compañeros están tercerizados o contratados, tanto en Santa Cruz como en Chubut, Neuquén y otras provincias, encuadrados en la Uocra, una de las grandes reivindicaciones de todas las huelgas petroleras de la era K. En Cerro Dragón, los petroleros mal encuadrados han impuesto un sindicato sui generis, tipo Sitraic, contra la Uocra de Gerardo Martínez, que lucha por aproximar sus condiciones a las del convenio petrolero. El salario petrolero tiene un componente inmenso en negro, que se ha ido agravando para sortear, en parte, el impuesto a las ganancias que se lleva una gran tajada, pero que tiene como consecuencia jubilaciones de hambre que se computan sobre el salario en blanco. Esto en provincias con un altísimo costo de vida. Es permanente el despido de activistas y compañeros, el atraso en liquidaciones, los “pases” de una contratista a otra con recortes de personal, que en el último período han desatado conflictos en San Antonio, Oleosur, Transportes Romero, Oil, Figueroa y tantas otras. Por los piquetes en Transportes Figueroa tenemos dos nuevos compañeros presos.

Ni una palabra de todo esto. Es más, la burocracia de la Federación Petrolera, comandada por Roberti, quien mantiene “manu militari” la intervención en el sindicato santacruceño, firmó un convenio con “paritarios colaboradores”, cuando ya había empezado el quite de áreas a YPF por parte de los gobernadores. Es decir que se apuró a firmar -y el gobierno kirchnerista hizo la vista gorda- el convenio que los obreros pretendían modificar por decisión de asambleas de miles de trabajadores en el marco de la última huelga general. Recordemos que una de sus reivindicaciones centrales fue elegir una comisión paritaria en asamblea para discutir el convenio. Como consecuencia de ese convenio no hay un pase a planta permanente, siguen los “contratos por tiempo determinado” expresamente habilitados, los salarios en negro y los topes de asignaciones familiares como el mínimo no imponible en niveles confiscatorios; todas reivindicaciones centrales del gremio. Sigue también la jornada de 12 horas. El apuro de Roberti ha servido en bandeja al kirchnerismo una YPF con los métodos negreros “convencionados”. Esa fue su cuota de apoyo práctico a la estatización trucha.

El proclamado objetivo de “autoabastecimiento” es un objetivo capitalista, no tiene nada que ver con ninguna reivindicación obrera, más allá de que fracasen en el objetivo, de que apliquen tarifazos con esa excusa o que, de acuerdo con la ley, se adjudiquen áreas a otras multinacionales, que hoy se roban la riqueza de los mares de Malvinas.

La Presidenta, con motivo del operativo YPF, atacó otra vez los piquetes diciendo que la privatización -que ella apoyó- fue el origen de los piquetes. Pero si así fuera habría que revertir todas las condiciones laborales y salariales que hoy mismo empujan a los piquetes a los obreros petroleros. Nada de eso está en la ley, ni han dicho una palabra sus defensores kirchneristas y no kirchneristas, como Binner, los radicales o Pino Solanas. La Presidenta mostró, otra vez, la veta antiobrera de su gobierno -como lo hizo con los mismos petroleros del norte de Santa Cruz un año atrás, cuando atacó a su huelga por “extorsiva”.

Compañeros petroleros: ni un gramo de confianza en la nueva patronal de YPF, que es socia de Eskenazi y de los fondos de inversión norteamericanos que comparten el nuevo paquete accionario que tendrá la compañía. En estos días se agitaron las aguas entre los petroleros santacruceños porque el 25 de abril se cumple un año de la intervención y hay muchas ganas de autoconvocar una asamblea general. Adelante con la iniciativa. Para que se vaya la intervención, se convoquen a elecciones bajo control de los trabajadores y se levante un claro pliego de reivindicaciones de la clase trabajadora, todos temas completamente ausentes en esta re-privatización de YPF; ahora al estilo Petrobras, que es otra de las patronales contra la cual hay que seguir luchando. Por la nacionalización integral de toda la industria hidrocarburífera, bajo control obrero.

Néstor Pitrola

El “modelo” Estenssoro

Un mes y medio antes de la expropiación a Repsol, Cristina Kirchner se despachó en el Congreso con un elogio que sorprendió a muchos. El beneficiario fue el fallecido José Estenssoro, presidente de YPF bajo el menemismo. Otros oficialistas vienen señalando, desde entonces, que el “modelo” del gobierno para la ‘nueva’ YPF es la gestión Estenssoro. Esas intenciones acaban de tener otra confirmación: nada menos que María Estenssoro, representante de Carrió en el Senado y principal propagandista de la gestión de su padre, resolvió abstenerse en la votación de la ley del gobierno. Es que, según ella, los objetivos son “nobles”, aunque no los “procedimientos”. La “nobleza” alude a la empresa mixta, que cotiza en Bolsa pero con un “Estado presente”. La Ley que expropia a Repsol promete para YPF un “gerenciamiento profesionalizado”, el mismo cliché con el que suele mistificarse la gestión de Estenssoro en la YPF de los ‘90. Más allá de su título profesional, “el ingeniero” era un empresario de la industria petrolera, que hasta logró adjudicaciones de áreas en favor de su empresa en aquellos años.

En el ranking de los peculados contra el país, la privatización de YPF que comandó Estenssoro compite con el préstamo de la Baring Brothers o con el pacto Roca-Runciman.

Menem-Cavallo fijaron el precio de la acción de YPF en un tope de veinte dólares, lo que implicó una valuación de la compañía de 7.000 millones. Pero de acuerdo con las reservas de hidrocarburos de la compañía, el precio de la compañía no bajaba de los 17.000. Prensa Obrera, en aquel momento, planteó: “Después de YPF, a Devoto” (PO Nº 695, 6/7/1993). De todos modos, la propia contabilización de las reservas era un fraude: a través de consultoras “amigas”, Estenssoro, que ya era presidente de YPF desde su conversión en sociedad anónima (1992), se las arregló para que esas reservas fueran subestimadas antes de la venta parcial de las acciones. Apenas meses después de la privatización, empezaron a “subir”. Como resultado de este proceso, el Estado retuvo el 20% de YPF y las provincias otro 12%, mientras que bancos y fondos de inversión locales e internacionales compraron el 46% de las acciones. En años posteriores, la parte privada del capital fue ampliando progresivamente su participación.

Bajo la gestión “profesionalizada” de Estenssoro, YPF despidió a 30.000 trabajadores y vendió a petroleras privadas sus refinerías de Salta y de San Lorenzo. Con esos recursos, se inició el avance internacional de la empresa mixta, cuyo paso más importante consistía en un entrelazamiento de intereses con la petrolera Maxxus, de Dallas. En su discurso del Congreso, Cristina Kirchner deslizó la sospecha de que la muerte de Estenssoro, en un accidente aéreo, fue el resultado de una lucha de intereses en torno de esa “asociación global”. En cualquier caso, está claro que el hombre avanzó con el desguace de YPF como petrolera nacional, para juntar fondos en favor de negocios internacionales. Cinco años después de esa privatización parcial, Repsol se quedaba con el 100% de la compañía.

Esta es la gestión que reivindican los ‘nacionales y populares’. Podrán argumentar que la YPF “K” preserva el 51% de las acciones para el Estado. Pero la posibilidad de que crezca la participación privada, por caso, con nuevas emisiones de acciones para la ampliación de su capital, no está exceptuada por la ley enviada al Congreso -sólo exige para ello una mayoría parlamentaria especial. Las versiones sobre el nuevo management ypefiano incluyen entre sus nombres a Oscar Vicente, el presidente de Perez Companc en los años de oro de las privatizaciones. O sea, un nuevo Estenssoro. Con estas perspectivas, se comprende por qué el arco de adhesiones parlamentarias ya se engulló a Menem y le está haciendo cosquillas a los compañeros de Carrió y Prat Gay.

M. R.

El Parlamento de los Pueblos enfrenta al Parlamento de la Barrick Gold

Medio Ambiente - Megaminería - Parlamentarismo

Durante dos días, 19 y 20 de abril, Tucumán fue sede de dos eventos. El Parlamento de los Pueblos y el Parlamento del NOA, los que funcionaron en paralelo, pero indudablemente con métodos e intereses completamente antagónicos.

El Parlamento de los Pueblos funcionó con 150 representantes de organizaciones ambientalistas y asambleas ciudadanas de todo el NOA.

Las dos cuestiones acuciantes que concentraron la atención fueron las situaciones de Tinogasta y Andalgalá. En la primera, se mantiene un bloqueo selectivo a insumos a La Alumbrera, en una ruta internacional. Se denunció la inminencia del desalojo represivo y numerosas provocaciones que apuntan en esa dirección. En el caso de Andalgalá, se destacó que se ha restablecido plenamente la acción exploratoria de Agua Rica, con un gran movimiento de vehículos y personal, lo que preanuncia la inminencia del inicio de la explotación del yacimiento.

La cuestión de la “expropiación” kirchnerista de YPF delimitó dos posturas. Una sustentada por el PCR, que destacó que la medida era positiva, pero limitada -o sea un paso en la dirección correcta. Y la posición del PO, que destacó que estábamos en presencia de una reprivatización, la que promoverá nuevos negocios del gran capital internacional, con lo que se cargará al pueblo con la hipoteca del vaciamiento de YPF y el sostenimiento de los nuevos proyectos a explotar con tarifazos y naftazos. En todas las comisiones se discutió el proyecto legislativo del PO, el que plantea la necesidad de la nacionalización integral, sin pago y bajo control de los trabajadores de la producción energética.

La asamblea terminó acordando con un conjunto de iniciativas solidarias con Tinogasta, una jornada nacional de lucha para el 24 de mayo, apoyo a las iniciativas que las federaciones y organizaciones estudiantiles están impulsando en las universidades y la convocatoria a un nuevo Parlamento de los Pueblos para el 28 y 29 de junio, en coincidencia con la nueva reunión del Parlamento del NOA en La Rioja.

El Parlamento de la Barrick Gold

El denominado Parlamento del NOA se constituye con una representación de diez legisladores de cada provincia. Es la representación de los intereses capitalistas de las grandes empresas de la región, que reclama medidas de apoyo a los negocios regionales y el impulso a las políticas nacionales en la región.

El Parlamento del NOA tenía tres puntos en el temario: minería, petróleo y Malvinas. La sesión tuvo condimentos que la diferenciaron de todas las anteriores: por primera vez, estuvo presente un bloque de izquierda a través del diputado del Partido Obrero de Salta, Claudio Del Plá, y al mismo tiempo, el funcionamiento simultáneo en el que deliberaron organizaciones ambientalistas combativas de la región, dispuestas a hacerse escuchar. El viernes 20 se realizó una marcha de más de 1.000 personas, cuya masividad impuso que los parlamentarios del NOA bajaran a recibir a una delegación. Uno de los diputados presentes, Godoy, quien preside la Legislatura de Salta, planteó un agudo interrogante: “Si esta gente se reúne y se denomina Parlamento de los Pueblos, nosotros ¿qué somos?”. Luego, tomó la posta el diputado del PO, Claudio del Plá, quien hizo una encendida intervención en defensa del proyecto presentado por su bloque y de los reclamos planteados en el documento del Parlamento de los Pueblos. Por primera vez en el Parlamento del NOA se abrió un debate y hasta aparecieron algunos apoyos parciales de parlamentarios radicales a la posición del Partido Obrero.

Daniel Blanco

“Un punto de viraje, la quiebra de un sistema”

El 14 de abril pasado, cuando Cristina Kirchner se reunía con Obama, 48 horas antes del anuncio de la expropiación parcial de YPF, Jorge Altamira se refirió a la posibilidad de un anuncio nacionalizador, en la Conferencia Sindical que convocó el Partido Obrero. En sus palabras queda de manifiesto la homogeneidad del planteo político de nuestro partido frente a lo que luego denunciamos como un proyecto de “reprivatización petrolera”:

En este momento, Argentina tiene un conflicto internacional, porque se ha corrido la bola de que van a nacionalizar el petróleo. Pero en esa discusión sobre el petróleo, lo que está verdaderamente en juego es cuál va a ser el precio de la nafta, cuál va a ser el precio del gasoil. Porque hagan lo que hagan con YPF, el que se haga cargo de YPF solamente va a poder funcionar como capitalista, sea el Estado o sea un privado, y solamente va a poder funcionar como capitalista si mete un tarifazo en materia petrolera.

La carestía del petróleo está provocando movimientos revolucionarios en todo el mundo. Es el principal factor de crisis en países como Italia y Francia. El precio de la nafta en Estados Unidos es el más alto de la historia en el surtidor, y los analistas dicen que Obama podría perder las elecciones solamente si no controla el precio de la nafta, porque tienen como adversario a un cero a la izquierda. Es decir que estamos en una situación de explosión económica. Y a la luz de esta explosión económica es que se entiende lo que está ocurriendo con las paritarias.

(…)

“Lo que está ocurriendo con YPF es un punto de ruptura, donde se corre de una etapa a otra. YPF fue llevada al derrumbe por Néstor y Cristina Kirchner, por La Cámpora, por los kirchneristas. Ellos saquearon YPF, apoyaron la privatización, la regalaron por chaucha y palitos cuando el precio del barril estaba en diez dólares y ahora está en 120. Se llevaron la plata afuera del país, defendieron la privatización, luego permitieron que Repsol no invierta, saquearon las reservas, mandaron las utilidades al extranjero, metieron a Eskenazi (un capitalista amigo de los Kirchner), que entró sin poner un peso y pagaba su compra con las utilidades futuras de la empresa. Naturalmente, que sin las utilidades futuras de la empresa no se puede invertir. Fue una maniobra para remitir dividendos al exterior. ¿Por qué dividendos al exterior? Porque los accionistas de Repsol están quebrados. Son constructoras que intervinieron en la especulación inmobiliaria; para evitar la quiebra, necesitan plata de todos lados, y se la sacan a la Argentina. Es un punto de ruptura porque es una crisis estructural.

“La clase obrera argentina debe comprender que las empresas de servicios y el petróleo tienen que estar en manos de la clase obrera. Para nosotros la nacionalización del petróleo no es la estatización burguesa del petróleo, es la toma del petróleo por parte de la clase obrera. Es decir, la nacionalización bajo control obrero y gestión obrera de la actividad de las empresas estatales del petróleo. Es así como lo entendemos nosotros y no como quiere el gobierno, que está calculando cuánta plata le va a sacar a la Anses para pagar la nacionalización de YPF. Cualquiera hace negocios con la plata del otro, en este caso con la plata de los jubilados. ¡Es un robo! Detrás de la estatización que sugiere el gobierno, hay una estafa al pueblo argentino. Cuando el Partido Obrero habla de estatizar y nacionalizar, lo que está diciendo es la toma del recurso por parte de los trabajadores. Cualquier otra cosa es una estatización violatoria de los intereses populares, en beneficio de los grupos capitalistas.

“Por eso, compañeros, porque se habló de un punto de viraje, me refiero a esto, a la quiebra de un sistema y a la inevitabilidad de la crisis. Este punto de viraje es lo que tenemos que tener presente en la actividad cotidiana, porque no puede haber una actividad cotidiana sindical, estudiantil o de cualquier orden sin una perspectiva de tipo más general.”

24 de abril de 2012

YPF: ¿Estatización o reprivatización? - Charla Debate con Eduardo Salas

Miércoles 25/04 – 20 Hs. – Aula del Seminario C – ECI – C.U. 

Dentro de la campaña que el Partido Obrero viene desarrollando en procura de clarificar sobre la verdadera naturaleza de las medidas adoptadas por el gobierno en torno a YPF, el ex candidato a gobernador de Córdoba por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, Eduardo Salas, expondrá sobre el tema “YPF: ¿Estatización o reprivatización?”, refiriéndose a la cuestión de la crisis energética planteada en el país, en el marco de la situación política actual. Esta actividad tendrá lugar el miércoles 25 de abril, desde las 20 hs., en la Escuela de Ciencias de la Información de la UNC, Ciudad Universitaria.

Para comunicarse con E. Salas: (0351) 155-477025

23 de abril de 2012

Altamira: “Lo de YPF no es una estatización, sino una ‘reprivatización’”

Entrevistado por el programa radial "Magdalena Tempranísimo", el ex candidato presidencial por el Frente de Izquierda, Jorge Altamira, expresa la postura del Partido Obrero acerca de las medidas adoptadas por el gobierno en torno a YPF.

Por Continental, Jorge Altamira, dirigente del Partido Obrero, objetó que “lo hecho en YPF no es una estatización, sino una ‘reprivatización'. La derecha apoya este modelo nacional y popular, porque hasta Macri ha dicho que si es presidente va a trabajar con una YPF estatal".

"Incluso ya lo dijo la presidenta, que pretende la asociación con capitales privados. Por eso decimos que vamos hacia un relanzamiento del proyecto de privatización. Nosotros planteamos una alternativa de nacionalización en la que el Estado tome a su cargo todo el proceso industrial del petróleo y lo oriente en un sentido nacional", explicó en Magdalena Tempranísimo.

Para Altamira, el gobierno nacional "interviene Repsol entendiéndola como una caja, por lo menos al corto plazo. Es un recurso de emergencia para meter la mano en la caja de YPF y hacer frente a una cuenta de importaciones y subsidios que el gobierno no puede bancar". Y concluyó: "Van a nombrar como director a Oscar Vicente, un ex ejecutivo de Petrobras y de Pérez Companc. Esto es un relanzamiento del proyecto privatista, junto con Macri y Menem".

Audio de la entrevista, realizada el día de la fecha:

22 de abril de 2012

"Privatizadas"

Spot publicitario del Frente de Izquierda y de los Trabajadores durante la campaña electoral de 2011 donde se denuncia la privatización energética a manos de Repsol, el vaciamiento que llevó a la Argentina a importar petróleo y gas, y la salida del país del dinero que la empresa obtuvo producto del desfalco. En dicho spot el Frente de Izquierda propuso a los trabajadores argentinos: nacionalización sin pago bajo control de los trabajadores. Esa sigue siendo la única salida.-

20 de abril de 2012

Declaración del Frente de Izquierda ante el anuncio sobre YPF

1- La expropiación parcial de YPF resuelta por el Gobierno es una medida de crisis impuesta por el vaciamiento de la industria petrolera, que alcanzó en los últimos años una dimensión nunca vista y que contó con la complicidad de los gobiernos nacionales y provinciales. La imposibilidad de pagar una factura por importaciones de combustibles de más de 12.000 millones de dólares, en un cuadro de fuga de capitales y escasez de dólares, empujó al Gobierno a esta expropiación parcial, buscando con la caja de YPF financiar, al menos en parte, esa cifra gigantesca.

2- Que el objetivo oficial no apunta a una real nacionalización petrolera se encargó de aclararlo la propia presidenta. En cambio, el proyecto de ley establece que seguirá siendo una sociedad anónima, que cotizará en Bolsa y que, por lo tanto, deberá atender a la orientación exigida por los accionistas privados: algo muy similar a la YPF de Menem y Kirchner de 1994. A la vez, queda habilitada para acuerdos con los grandes monopolios petroleros, algo que los funcionarios dijeron que promoverán de manera sistemática.

3- En oposición a esta política, el Frente de Izquierda y de los Trabajadores plantea que el 100% de YPF debe ser expropiada, sin compensación alguna, y pasar a manos del Estado bajo el control y la gestión de los trabajadores. Nos oponemos a que se pague un solo centavo a una empresa que, como Repsol, debería devolverle a la clase obrera y al pueblo argentino todos los recursos no renovables saqueados durante años, amén del daño ambiental producido.

4- Rechazamos y repudiamos todas las declaraciones del Gobierno español del PP, apoyado por la oposición del PSOE, en defensa de sus intereses saqueadores imperialistas. Somos solidarios con los trabajadores del Estado Español que enfrentan los brutales recortes y la flexibilización laboral producidos por la crisis capitalista mundial que aplican estos partidos en el gobierno. Los llamamos a ellos a no hacer causa común con patronales como Repsol, saqueadores en nuestras tierras, ajustadores en el Estado Español, sino a enfrentarlos juntos.

5- El proyecto del Gobierno no afecta al resto de los monopolios petroleros instalados en el país. La expropiación onerosa se limita al 51% de YPF, una empresa que maneja sólo el 34% del negocio petrolero. Por eso también sostenemos la expropiación y estatización, bajo control de sus trabajadores, de toda la industria petrolera y gasífera, en todas sus etapas.

6- Néstor y Cristina Kirchner y gran parte de los políticos patronales (justicialistas o radicales) fueron partícipes y cómplices de la privatización y enajenación de los hidrocarburos en la década de los noventa, junto con Menem y la UCR. Desde 2003 han sostenido todo el andamiaje “neoliberal” de entrega y saqueo, al que rescataron con los fondos públicos. Consecuente con esa historia, el Gobierno kirchnerista busca ahora controlar la mayoría accionaria de YPF para ofrecerle el negocio a otros capitales imperialistas, como lo afirma claramente en el artículo 17 del proyecto de ley. Aunque es presentado como la “recuperación de la soberanía petrolera”, el anuncio oficial sobre YPF mantiene un planteo privatizador. Asimismo, constituye un manotazo para pagar los más de 10 mil millones de dólares que costará el combustible que la Argentina tiene que importar este año. La brasileña Petrobras, el ‘modelo’ que Cristina Fernández quiere emular, es dirigida desde la Bolsa, donde cotizan sus acciones los fondos ingleses y norteamericanos que forman parte de su capital accionario. Como si esto fuera poco, el proyecto ha dejado intactos los intereses del grupo Petersen (Eskenazi), que accedieron a YPF sin poner un peso, y con una deuda en favor de Repsol y de bancos internacionales que pagan con las utilidades de la compañía. O ese régimen persiste, o sus acciones pasarán a manos de sus acreedores, reforzando la posición del capital financiero en YPF. Las dos variantes benefician a los vaciadores -nacionales o extranjeros- de la petrolera.

7- Rechazamos de plano la postura de Mauricio Macri, émulo de las privatizaciones y la derecha entreguista. El resto de la oposición patronal defiende el planteo de reprivatización de YPF que de manera muy nítida establece el proyecto oficial. Su voto positivo al mismo muestra la comunidad de intereses que existe entre los bloques políticos capitalistas.

8- Este 1º de Mayo nos movilizaremos a la Plaza de Mayo para realizar un acto obrero, socialista e internacionalista, en el que plantearemos entre otras demandas fundamentales de los trabajadores, la renacionalización sin pago de Repsol, del 100% de YPF y todas las empresas petroleras: por una empresa nacional estatal única que funcione bajo el control y la gestión de sus trabajadores, por la nacionalización de la banca y un plan nacional energético controlado por los trabajadores.

20/04/2012

FRENTE DE IZQUIERDA y de los Trabajadores

Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas - Izquierda Socialista

19 de abril de 2012

YPF: EL VACIAMIENTO CONTINÚA

El vaciamiento de YPF y de las reservas petroleras tuvo a los Kirchner entre sus arquitectos principales. En los ’90 votaron la privatización menemista. Ya desde el gobierno nacional, consintieron el desfalco de YPF por parte de Repsol.

Los K incorporaron a YPF a los dueños del privatizado Banco de Santa Cruz, el grupo Eskenazi.

Pero ingresaron sin poner un peso y prometieron pagar su parte con las futuras ganancias de la empresa.

Las consecuencias están a la vista: nos dejaron sin gas y sin petróleo. Importando combustibles por más de 10.000 millones de dólares anuales.

Sólo ante este desastre, el gobierno decidió desprenderse de sus socios de Repsol. Pero piensa pagarles para que se vayan o asumir sus deudas millonarias.

Al resto de los monopolios petroleros, que manejan más del 60 por ciento del mercado, el gobierno no les tocó ni un pelo.

A pesar de que practican la misma huelga de inversiones que Repsol.

El objetivo no es recuperar YPF, sino valerse de su caja, cuando todas las demás se van agotando.

YPF no será una empresa estatal, sino una sociedad anónima que cotice en la bolsa. Sus accionistas privados exigirán tarifazos y naftazos, como condición para invertir.

O sea que al vaciamiento le sigue un planteo de re-privatización.

Abriendo las puertas de YPF a los monopolios petroleros, el gobierno quiere neutralizar las presiones de los países imperialistas.

Nosotros planteamos otro rumbo: ni vaciamiento ni re-privatización. Nacionalización integral y sin pago de la industria petrolera bajo el control de los trabajadores.

Llamemos a los trabajadores de España a que luchen por la expropiación sin pago de Repsol y de la banca en su propio país, para que la crisis la paguen los capitalistas.

Tomemos este planteo estratégico para hacer una fuerte demostración obrera y socialista el próximo 1º de Mayo, junto al Frente de Izquierda.

La reprivatización de YPF

Para enfrentar el derrumbe de las privatizaciones petroleras, al kirchnerismo no se le ha ocurrido otra cosa que avanzar en una reprivatización. Al anunciar la estatización parcial de YPF, Cristina Kirchner emitió un dictamen lapidario respecto de su propia política. Quedó claro que el rescate kirchnerista de las privatizadas concluyó en el vaciamiento de las reservas de petróleo y de gas, y en importaciones de combustibles que equivalen a la totalidad de la balanza comercial del país. Pero para responder al desastre, el gobierno anunció una asociación estatal-privada en YPF, que conducirá a un nuevo vaciamiento. No es un secreto que los choques con Repsol comenzaron cuando, a fines del año pasado, el gobierno le exigió que se hiciera cargo de la importación de gas y combustibles. La negativa de Repsol a bancar esa factura desató el proyecto de “expropiación”, pero anticipa también su objetivo inmediato: pagar esas importaciones con los ingresos de YPF. Lo admitió De Vido ante los senadores, al declarar que “la urgencia de dólares fue el detonante de la expropiación”. Esa será la primera implicancia de la “utilidad pública” declarada en la ley presentada al Congreso. La semiestatización, por lo tanto, es otro “manotazo” para zafar de la crisis fiscal y de balanza comercial, a igual título de lo que ocurre con los fondos de la Anses, del Banco Central o del Nación.

Los “modelos” del mundo

El interventor Kicillof denunció a Repsol por “pretender vender petróleo a precios internacionales, y no a su costo”. Pero Petrobras, Sabic y las otras petroleras “mixtas” que el funcionario presentó como el “modelo de gestión” para YPF, se entrelazaron con las petroleras privadas en base a reconocerles ‘precios internacionales’ a los hidrocarburos que extraían. Por esa vía, esas empresas seudoestatales se convirtieron en un canal de remisión de recursos al exterior, desde sus países. Esto, que no es diferente a lo que hacía Repsol, es lo que los ‘nac & pop’ le deparan a YPF. La orientación privatista se advierte también en otro ‘detonante’ de la expropiación: el megayacimiento neuquino de Vaca Muerta, cuyo aprovechamiento requiere, sólo “para empezar”, una inversión de 30.000 millones de dólares. Para ello, la ley enviada al Congreso abre la ‘nueva’ YPF a “fuentes de financiamiento externas e internas y a la concertación de asociaciones estratégicas, uniones transitorias de empresas y todo tipo de acuerdos de asociación y colaboración empresaria con otras empresas nacionales o extranjeras” (art. 17). Según algunos oficialistas, “pican en punta las compañías chinas, (que) no priorizan el giro de dividendos sino el acceso a recursos estratégicos” (BAE, 17/4). O sea que los campeones del ‘autoabastecimiento’ reconocen que las inversiones futuras se dirigirán a las exportaciones, pero por ‘estratégico’ que les resulte el ‘recurso’, los contratistas chinos no dejarán de reclamar para sí utilidades de acuerdo con el precio internacional. La reprivatización y sus “alianzas estratégicas” también calzan como un guante en las negociaciones en torno de la cuestión Malvinas y la explotación petrolera en el Atlántico Sur, a cambio de la cual Argentina pretende obtener ingresos fiscales. Una participación de la YPF seudoestatizada legalizaría esa entrega de recursos, a cambio de la cual el kirchnerismo tramita una ficción de soberanía sobre las islas.

Expropiación onerosa

Repsol se apresuró a reclamar más de 10.000 millones de dólares por el 51% de las acciones que les serían ‘expropiadas’. Ello se contrapone con el balance de YPF, con un patrimonio de apenas 4.000 millones para el total de la compañía y, por lo tanto, no más de 2.000 millones para Repsol. Pero la cuenta no incluye los pasivos ambientales, entre otros daños e incumplimientos causados por Repsol. En este caso, el Estado argentino se haría cargo de una compañía cuyo capital ha sido pulverizado, pero asumiendo la deuda ‘fabricada’ por Repsol y Eskenazi, que asciende a 9.000 millones de dólares. Es una variante de rescate de los vaciadores, que hace recordar al caso de Aerolíneas. Pero una expropiación a precio bajo o nulo derrumbaría, al mismo tiempo, las acciones del Estado, de las provincias y del ‘capital flotante’ de YPF, que están en poder de los fondos de inversión. Un ‘pagadiós’ a Repsol, por lo tanto, choca con las necesidades de la compañía mixta, sometida a las exigencias de las Bolsas de valores. La nueva YPF también hereda la deuda que contrajo Eskenazi para quedarse con el 25% de la compañía, y que deberán seguir pagando con utilidades si no quieren provocar un derrumbe bursátil.

La reprivatización arranca con estas hipotecas, que terminarán siendo pagadas por contribuyentes y trabajadores. Si Repsol se presenta a litigar en los tribunales del Banco Mundial, la expropiación podría demorarse varios años, algo que entusiasma al gobierno. Pero una larga controversia judicial se contrapone con la pretensión de endeudarse y consumar “alianzas estratégicas”. En caso de prolongarse los litigios con accionistas, las garantías a los futuros socios o acreedores provendrán del giro corriente, o sea, de los naftazos.

Injerencia imperialista

La estatización parcial ha desatado una escalada de críticas por parte de los Rajoy, Calderón, la Unión Europea y, más tibiamente, del Departamento de Estado. La injerencia imperialista, que debe ser denunciada sin atenuantes, quiere influir en las condiciones de la expropiación onerosa. Como dijo el ex ucedeísta -y ex kirchnerista- Martín Redrado, “la reacción internacional dependerá del precio de compra de las acciones (a Repsol)”. El kirchnerismo buscará apaciguarlas con nuevas garantías en favor de los pulpos extranjeros y, principalmente, norteamericanos. Mientras fustigaba a Repsol, Kicillof reivindicó el interés de la Exxon en el mercado argentino.

Al lobby internacional en favor de Repsol, se han sumado los seudosocialistas del PSOE español, y hasta la “izquierda unida”, que le ha pedido a Rajoy que defienda al vaciador Repsol, pero “sin prepotencia” (¡!). En oposición a esta injerencia colonial, reivindicamos el derecho a la autodeterminación nacional, sin que ello implique el menor apoyo al gobierno argentino y sus medidas con YPF. Del mismo modo, llamamos a la izquierda española y europea a repudiar los aprietes de los Rajoy o la Unión Europea contra Argentina, y a enlazar ese reclamo con el de la expropiación sin pago de “su” banca y el repudio de las deudas. Los banqueros, que quieren ser rescatados a costa del ajuste más brutal contra las masas europeas, son los mismos que expoliaron a la Argentina a través de Repsol.

Chavismo tardío

La semiestatización ypefiana no altera a las concesiones petroleras en favor de otros grupos privados, que representan el 66 y 75% de la extracción de petróleo y de gas, respectivamente. Tampoco modifica el régimen de ‘federalización’ de los hidrocarburos del menemismo, que entrelazó a los Estados provinciales y sus gobiernos con los privatizadores.

La estatización parcial no es una respuesta organizada al ‘fracaso de las privatizaciones petroleras’, como presumen los kirchneristas. Se arriba a esta ‘salida’, precaria e improvisada, después de una década de rescate de esos privatizadores a costa del presupuesto, de la Anses y de las reservas internacionales. Es una reacción tardía al derrumbe de esa política, y cuando, como resultado de ella, las cajas del Estado están exhaustas. Como alternativa a esa fundición, los K ofrecen una asociación con el capital financiero internacional. Pero esa alianza, en el marco de la crisis mundial capitalista, está más condicionada que nunca a concesiones leoninas. Por caso, el alineamiento de precios internacionales y la libertad para remitir utilidades al exterior. La reprivatización de YPF se integra, por lo tanto, a la sintonía fina del ajuste, y vuelve a colocar sobre el tapete el escenario de un “rodrigazo”.

En oposición a este nuevo vaciamiento, planteamos la nacionalización integral y sin compensación de toda la industria petrolera, bajo control obrero. Para el caso de YPF, el Estado argentino debe reclamar ser resarcido por el desfalco incurrido en la propia privatización, consumada a un precio ínfimo y pagada con deuda externa y el remate de la flota, y de otros activos de la petrolera estatal. Debe considerarse también la destrucción de los activos de la compañía, que remitió fondos al exterior por encima de las utilidades obtenidas, y los daños ambientales cometidos. El mismo procedimiento debe valer para el resto de la industria, a través de una auditoría a cargo de comisiones de obreros y técnicos independientes.

Una nacionalización integral exige, por otra parte, una restructuración económica de fondo. El llamado “ahorro de las empresas” (ganancias acumuladas) alimentó en estos años una fuga de capitales de 80.000 millones de dólares, las que revelan las posibilidades nacionales de superación del marasmo energético, industrial o ferroviario. Los límites para esa superación no son materiales, sino que dependen de la clase social que gestione los recursos disponibles.

Marcelo Ramal

Chaco: denuncian la instalación de una base militar norteamericana

De acuerdo con una denuncia del Centro de Militares Democráticos de Argentina (Cemida), el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos está poniendo en pie una base militar en la provincia del Chaco con la anuencia del gobernador Jorge Capitanich.

Según un informe difundido en marzo, el gobernador chaqueño habría recibido en diciembre de 2011 al consejero de la Embajada norteamericana en Argentina, Jefferson Brown, y al coronel Edwin Passmore, agregado militar del Comando Sur, éstos le habrían transmitido la intención de construir nada menos que en Resistencia una base militar encubierta, bajo la fachada de un “centro de ayuda humanitaria”. Previamente, Capitanich recibió a un grupo de legisladores norteamericanos, a los que habría llamado a una mayor cooperación entre Estados Unidos y los países sudamericanos. Habría dicho que “juntos seremos la mayor reserva de minería, agua dulce, alimentos, energía, industria cultural, atractivos turísticos, talentos de recursos humanos y tecnología vinculada con procesos productivos”. No está de más señalar, en este punto, que Capitanich sonó repetidas veces como posible candidato a vicepresidente de CFK en las elecciones de 2011, lugar que sólo le arrebató el ahora caído en desgracia Amado Boudou. Hasta ha sido señalado como un potencial heredero del proyecto ‘nacional y popular’ para 2015.

Capitanich declaró que “no hay nada que sea una base militar del Comando Sur” (Norte, 27/3), pero sí reconoció la donación norteamericana de una central de emergencias por parte de la embajada yanqui, que sólo tendría fines de cooperación en materia de emergencias ambientales. Pero precisamente ése es el método que sigue Estados Unidos a la hora de establecer bases militares, o sea disimularlas (al menos inicialmente) detrás de una fachada humanitaria.

Etanol

La instalación de una base militar en el Chaco permitiría a Estados Unidos un mayor control sobre la Triple Frontera, el Acuífero Guaraní (mayor reserva de agua dulce de la región), y los bañados y esteros del Iberá. En el marco de las tratativas, la empresa Forbes Energy (cuyo grupo tiene varios proyectos mineros en el país) anunció la inversión de 100 millones de dólares en el Chaco para la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar. Esta sería la prenda de cambio de la instalación de la base militar.

El gobierno de la ley ‘antiterrorista’ y del Proyecto X se encuentra al borde de un nuevo escándalo (o, al menos, del de otro de sus mimados, como es el caso de Capitanich). Rechazamos la instalación del Comando Sur en el Chaco, y llamamos a la ruptura de todos los acuerdos militares existentes con el imperialismo.

Los ‘hermanos latinoamericanos’ toman partido

Los funcionarios del gobierno han colocado a la brasileña Petrobras como ‘modelo’ de lo que pretenden para YPF como empresa mixta. Pero en cuestión de horas, los responsables de la empresa ‘modelo’ se encargaron de explicar en qué lugar se colocaban frente a los anuncios argentinos. Según informa la revista Valor, “el gobierno de Dilma Rousseff ayudará a Argentina en lo que sea posible, pero sin hacer nada en detrimento de la rentabilidad de sus operaciones” (Cronista, 18/4). Así, dejaron en claro que sólo aumentarán su producción -que es lo que reclaman los K- a condición de obtener precios ‘redituables’. Pero esa lógica, ¿no es la misma que le exigirán sus socios privados a la YPF mixta? La pseudoestatización oficial conduce a una dolarización del mercado petrolero, con sus consecuencias convulsivas. Más allá de estos intereses particulares, los jefes de Petrobras dejaron en claro que no se indispondrán con los pulpos petroleros, que son sus socios en diversas ‘alianzas estratégicas’.

Por idénticos motivos, Evo Morales felicitó a Cristina, pero se ocupó de aclarar que entre Repsol-YPF y el gobierno boliviano “hay una relación de mucha confianza”, porque el grupo español “respeta toda la normativa boliviana”, que asegura jugosos beneficios a las petroleras privadas. En Perú, donde Repsol ha localizado fuertes inversiones, el ministro de Economía de Ollanta Humala transmitió su ‘respeto’, aunque “definitivamente no compartimos esas políticas. Hemos aprendido hacia dónde llevan esas políticas insanas”.

Los ‘hermanos’ latinoamericanos han mantenido la distancia necesaria para preservar sus relaciones con Repsol. Pero lo mismo hicieron Néstor Kirchner y Lula en 2006, en vísperas de la ‘nacionalización’ boliviana. Las asociaciones con los pulpos están por encima de la ‘unidad latinoamericana’ alardeada por las burguesías y sus gobiernos. La ‘nueva’ YPF de los K no escapa a esos límites brutales.

Eskenazi

La expropiación parcial no altera la presencia del grupo Petersen (Eskenazi) en YPF, con el 25% de las acciones de la compañía. El grupo ingresó a la empresa a instancias del gobierno kirchnerista. Para adquirir esas acciones recibió préstamos de la propia Repsol y de un grupo de bancos extranjeros, que Eskenazi acordó devolver con las utilidades futuras de YPF. Para viabilizar ese pago se le permitió al banquero “nacional” retirar el 90% de las utilidades percibidas. De ese modo, Repsol comprometió a su socio local en la política de vaciamiento de la petrolera. En eso consistió la argentinización de YPF, que en su momento los K celebraron con bombos y platillos.

Pero la permanencia de Eskenazi, después de la estatización parcial, deja latiendo una bomba de tiempo. La compra del 25% de YPF por 3.500 millones de dólares supone una ‘valuación’ de todo el capital social de YPF de ¡14.000 millones!, que fue refrendada por los K hace sólo dos años. Si la expropiación parcial los hubiera alcanzado, el gobierno no sólo tenía que pagarle a Esknazi sus acciones, sino que le estaría reconociendo a Repsol una cifra astronómica por sus propias tenencias. Es probable que, por ese motivo, la ‘parte’ de Eskenazi haya quedado inalterada. Pero ahora, el grupo tendrá que seguir pagando su deuda con los bancos, que tienen prendadas sus acciones. Esos banqueros ya le manifestaron al gobierno que ‘no quieren ser socios de la YPF dirigida por el Estado’, o sea que no van a quedarse con las acciones prendadas en el caso de que Eskenazi deje de percibir utilidades y no pueda pagar. ¿Qué ocurrirá, entonces? O esas acciones (o la deuda por ellas) son revendidas a un tercero, con una apreciable quita… o la ‘nueva’ YPF le sigue entregando a Eskenazi los dividendos necesarios para pagar su deuda.

Lo más probable es que, para evitar una caída bursátil, la intervención kirchnerista a YPF le siga pagando -en silencio- las utilidades al banquero, que entró en YPF sin poner un peso. Entre estos pagos y los que serán usados para pagar importaciones, YPF seguirá siendo una vaca lechera en beneficio de quienes la vaciaron.

Por la nacionalización del petróleo en toda América Latina

UN TEXTO DE 2005

La rebelión del gas en Bolivia, en octubre de 2003, puso al rojo vivo la cuestión petrolera en América Latina y, en Bolivia, la lucha por la expulsión de los pulpos petroleros. El PO planteó en ese momento el carácter continental de esa lucha y su proyección revolucionaria. A partir de caracterizar al nacionalismo petrolero y sus límites, planteamos una campaña política por una nacionalización fundada en la confiscación de los monopolios petroleros y la gestión obrera integral.

Los acontecimientos bolivianos han dejado muy en claro que la lucha consecuente por la nacionalización de los recursos naturales estratégicos plantea la revolución social. La nacionalización del petróleo y del gas, en Bolivia, es una condición absoluta para su desarrollo nacional y al mismo tiempo incompatible con la dominación del imperialismo y del gran capital. (…) La cuestión boliviana no puede ignorar el carácter internacional de la lucha por la nacionalización.

En América Latina, los hidrocarburos han pasado al centro de la escena por más de un motivo, aunque la cuestión boliviana se encuentra al frente. En 2002, el imperialismo organizó un sabotaje de dos largos meses contra Venezuela, que tenía por objeto, precisamente, dejar en pie los planes de vaciamiento de PDVSA que habían dejado en marcha los gobiernos que antecedieron al de Chávez. A mediados de los ’90, el gobierno de Menem, en Argentina, con la complicidad del actual presidente Kirchner, entonces gobernador de la provincia petrolera de Santa Cruz, remató virtualmente la empresa YPF, sobre la base de una valuación del barril de petróleo de diez dólares. En Colombia, la defensa de la privatización a ultranza de la explotación privada del petróleo ocupa un lugar tanto o más importante que cualquiera de los otros objetivos contrainsurgentes del Estado. En Ecuador, los recursos excedentes de la empresa estatal de petróleo iban a parar hasta hace pocas semanas a un fondo especial para el pago de la deuda externa; el procedimiento era, al mismo tiempo, objetivamente, un modo de vaciar a la empresa estatal y privatizar por completo la explotación del recurso. En Perú, como lo demuestra el proyecto Camisea, la explotación del gas y del petróleo se van transformando en un negocio fundamentalmente privado. En Brasil, Petrobras, aunque estatal, se encuentra controlada por la Bolsa, donde cotizan sus acciones; la cuarta parte del capital pertenece a fondos norteamericanos (…) Incluso fuera de América Latina, la codicia del capital por el gas se ha acrecentado como consecuencia de la posibilidad de enviarlo licuado al mercado de los Estados Unidos. Es lo que hará Perú a partir de Camisea y lo que estaba previsto para Bolivia, a través de un puerto chileno.

(…). En este aspecto, es necesario destacar que las experiencias estatistas burguesas en la materia y los gobiernos nacionalistas han operado en la crisis boliviana a favor del imperialismo y de la privatización. El papel de Petrobras y del gobierno capitalista de Lula contra la nacionalización de los hidrocarburos bolivianos, está muy por delante de lo que haya hecho el gobierno de Bush (…). Petrobras estuvo a la cabeza de las presiones contra la nacionalización y fue la que luego viabilizó los acuerdos políticos que pusieron fin a la crisis que provocó la caída de Mesa, cuando decidió, la primera, allanarse a la nueva ley de hidrocarburos de Bolivia. Un papel igual jugó la española Repsol, que no actúa sino en connivencia con Kirchner, y Techint, que participa del negocio. (…) Una función de extorsión a Bolivia cumplió el gobierno peruano de Toledo, que reunió a los ministros del cono sur del continente para discutir la posibilidad de que Camisea sustituya a Bolivia en la provisión de gas para Chile y Argentina. La nacionalización del petróleo boliviano plantea, entonces, una lucha continental, que al mismo tiempo no puede dejar de ser una lucha por la nacionalización integral del petróleo de Argentina, Perú y Brasil y la gestión obrera de los hidrocarburos.

El rol de cada cual en la crisis boliviana pone de manifiesto el carácter ilusorio de la propuesta del presidente Chávez, de conseguir la independencia energética de América del Sur por medio de una alianza de PDVSA, Petrobras y Enarsa, un engendro de Kirchner para desviar recursos del presupuesto nacional hacia una caja controlada por sus compinches. Chávez quiere un Petrosur saltándose la tarea de la expropiación de los pulpos petroleros y su transformación en empresas de gestión obrera (…). Aunque Chávez recuperó la autonomía nacional para PDVSA (en esto consiste un aspecto fundamental del contenido nacional del chavismo), es necesario señalar que los pulpos internacionales ya son responsables de la tercera parte de la producción de petróleo en Venezuela (…) Todo este encuadre explica que Chávez se haya convertido en el mentor de Evo Morales en la tarea de oponerse a la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia, a la cual ha opuesto el control de los pulpos en boca de pozo por una inexistente YPF boliviana. La línea de compromiso con el imperialismo que ha seguido Evo Morales corresponde integralmente a la política del mismo Chávez. Pero con esta política, ni Venezuela conseguirá la mentada independencia energética de América Latina ni Bolivia sus hidrocarburos.

Una vez colocada la cuestión de la nacionalización de los hidrocarburos en Bolivia en su contexto real, resulta claro que una campaña por este objetivo debe tener, por un lado, un carácter continental y hasta internacional, y que su contenido, por el otro lado, no puede ser otro que la nacionalización de los hidrocarburos en toda América Latina y en cada uno de sus países, entendiendo por esto: a) la confiscación de los pulpos; b) la expulsión de las camarillas capitalistas de la dirección de las empresas total o parcialmente estatales; c) el control y la gestión obreras. La apropiación de los recursos energéticos por los explotados latinoamericanos significa, ni más ni menos, que controlar los medios que harían posible una gigantesca industrialización de América Latina. En torno a la nacionalización de los hidrocarburos en todo el continente se pondría en marcha el propio objetivo de la unidad política continental, la Unión Socialista de América Latina.

Jorge Altamira (El Obrero Internacional Nº 3, 8 de febrero de 2005)

Lea el artículo completo en: crciweb.org/es/node/105

Una “nacionalización” a favor del lucro capitalista

Uno de los principios de la política hidrocarburífera del proyecto de “expropiación” del 51% de las acciones de Repsol en YPF SA es la integración en alianzas estratégicas, uniones transitorias y todo tipo de acuerdos con el capital público o privado, nacional o internacional.

A partir de esta “nacionalización”, se abre la posibilidad, por ejemplo, de financiar la actividad de YPF SA a través de una sociedad con fondos buitres, la Exxon o la banca internacional -quienes serán los socios capitalistas, mientras el riesgo correrá por cuenta y orden de los organismos públicos titulares del 51% “expropiado”, incluidos los fondos de la Anses.

Por eso la Presidenta se ha preocupado en poner esta “expropiación” en el marco de la ley Nº 21.499, sancionada por Videla.

No es de extrañar, entonces, que la lógica “expropiatoria” sea la del capital que bancó a la dictadura: dice el proyecto oficial que “los derechos de gestión”, logrados a través de las acciones “expropiadas”, deben tener como uno de sus principios “preservar los intereses de sus accionistas, generando valor para ellos”.

Los fondos internacionales, que poseerán el 49% restante de YPF SA, tienen sus intereses asegurados.

No por gusto la Presidenta se esforzó en aclarar que este proyecto no es siquiera una estatización y que no se opone al lucro empresario, sino que lo garantiza.

Una de esas garantías es asegurar que exista combustible en los surtidores, no importa a qué precio -o sea, al internacional.

Estamos ante un descomunal fraude político al pueblo.

Por la expropiación sin pago de toda la industria petrolera y de los hidrocarburos, bajo control obrero.

Norberto E. Calducci

Conferencia Sindical: Plan de Acción

Resoluciones centrales:

1) Campaña nacional de cara a las paritarias en curso por 6.000 pesos de básico para todos los trabajadores. Por el 82% móvil para los jubilados. Por el pase a planta de los tercerizados y la vigencia del mejor convenio en cada empresa principal. Anulación del impuesto al salario y por 600 pesos por hijo de asignación familiar, sin tope alguno.

2) Movilización masiva el 1º de Mayo, en el marco del acto convocado por el Frente de Izquierda, como jornada de lucha por el programa planteado, de carácter obrero e internacionalista, la que se inscribirá en las luchas de la clase obrera mundial contra los ajustes que descargan la crisis capitalista sobre las masas trabajadoras.

3) Plan de lucha permanente, con plazo al 20 de octubre próximo, por el juicio oral y público inmediato a Pedraza y los asesinos de Mariano Ferreyra, que apoye la movilización excepcional que en ese plano tendrá nuestra agrupación Causa Ferroviaria y convocando al más amplio movimiento obrero y popular por esta causa.

4) Promover en todos los lugares de trabajo de todos los gremios, encuadrados en cualquiera de las centrales obreras, donde haya o no haya afiliación sindical previa, la elección de cuerpos de delegados independientes de la patronal y de la burocracia sindical como objetivo número uno de la etapa en la lucha por la expulsión de la burocracia sindical y la reorganización y reunificación del movimiento obrero sobre bases clasistas. Construir agrupaciones clasistas de gremios y de fábricas por todos los objetivos planteados.

Resoluciones complementarias:

1) Profundizar la lucha común por el desprocesamiento de los luchadores y la libertad de los compañeros presos por luchar. Y, con el ella, por el desmantelamiento de los aparatos de espionaje y represión sobre los trabajadores y sus luchas.

2) Campaña por el Congreso de Bases de la CGT, que resuelva un plan de lucha por las reivindicaciones del movimiento obrero y elija una dirección para llevarlo adelante, en contraste con el confederal del 12 de julio, el cual está destinado a dirimir disputas entre camarillas de la burocracia sindical.

3) En apoyo a las fábricas ocupadas y ante la crisis industrial en diversas ramas. Ocupación de toda fábrica que cierre o despida. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario. Garantía horaria en la industria de la carne. Expropiación sin indemnización alguna de todas las empresas recuperadas, provisión de capital de trabajo y garantía de salario mínimo por parte del Estado.

4) Apoyar y desarrollar el frente único de lucha por los 2.300 pesos de salario mínimo para los compañeros del Plan Argentina Trabaja. Promover en el sector la organización por delegados elegidos en asambleas.

5) Realización, en todo el país, de cursos de formación sindical clasista sobre la relación de los sindicatos y el Estado.

6) Elaboración de un manual del delegado, con orientación jurídica y de lucha basadas en los principios de clase y socialistas.

7) Campaña de charlas por la derogación de la ley de Asociaciones Profesionales.

8) Emisión de un folleto con las resoluciones de esta Conferencia Sindical. Construcción de un blog a partir de esta Conferencia.

9) Elección de una Coordinadora Nacional para llevar adelante todas estas resoluciones y promover plenarios que las discutan, como también se evalúe la formación y elección de coordinadoras locales de igual tipo.

14 de abril de 2012

Conferencia Sindical Nacional convocada por el Partido Obrero

Dos mil activistas y centenares de delegados en la Conferencia Sindical

La Conferencia Sindical convocada por el Partido Obrero -que se reunió durante diez horas el sábado 14 de abril, en el auditorio central y en una docena de aulas de la Facultad de Sociales, sede Constitución- congregó a 1.680 delegados obreros y sindicales de 17 provincias de unos 120 sindicatos de todo el país. Trescientos veinticinco compañeros integraron delegaciones del interior del país, 78 del interior de la provincia de Buenos Aires. También sesionó una comisión de algo más de 20 abogados, quienes militan en la defensa jurídico-laboral, sindical y penal de los luchadores.

La deliberación se hizo bajo la presidencia honoraria de Mariano Ferreyra, moción votada por aclamación, de pie, con un aplauso que duró varios minutos e invadió completamente de emoción a todos los participantes. Este comienzo fue un testimonio vivo, sin más análisis, del papel que ocupó la lucha de los tercerizados ferroviarios y por la cárcel de Pedraza y su patota. En el informe inicial de Néstor Pitrola, como en el de cierre de Jorge Altamira, fue recordado Gregorio Flores, dirigente del Sitrac-Sitram (emblema del clasismo de la época del Cordobazo) y militante del Partido Obrero.

El informe inicial, político-sindical, ubicó la realización de la Conferencia como parte del proceso político del XXII Congreso del Partido Obrero, que se realizará en julio próximo -o sea la discusión de un programa que consolide los avances realizados por el PO y abra nuevos desarrollos, así como la intervención en el Frente de Izquierda. El plenario estuvo presidido por una Mesa compuesta por 35 dirigentes de otros tantos gremios.

En la apertura, se dirigieron al plenario representantes de cuatro sectores en lucha: la Línea 60 (que participó con una delegación de diez compañeros), Papelera Azul (ocupada por sus trabajadores), el Centro Gallego en lucha contra el vaciamiento y un delegado del subterráneo, el cual está en un plan de paros por su paritaria. Desde la Mesa fueron destacadas las luchas del Inti (paros de 72 horas), de la mecánica Pettinari (en lucha contra el vaciamiento) y de la gráfica Cedinsa, por salarios. También fue saludada la conquista de AGD, que revirtió la jubilación adelantada de 700 docentes. Un dirigente docente de Santa Cruz, acompañado por un activista petrolero, trasmitió un saludo especial de Víctor Oñate a la Conferencia, quien fue recientemente liberado luego de ocho meses de prisión por la huelga petrolera. Se denunció que, al mismo tiempo, otros dos compañeros fueron encarcelados por la participación en los conflictos que tienen lugar en la actualidad.

El 40 por ciento de los participantes pertenecen a gremios industriales y del transporte. La Comisión del transporte deliberó con compañeros ferroviarios -de todos los ferrocarriles-, de UTA, aeronáuticos, subte, peajes, camioneros y portuarios. La delegación industrial más numerosa no correspondió esta vez a los gráficos (más de 50), sino a los metalúrgicos. Fueron numerosas las delegaciones de la construcción, Smata -de cinco automotrices, dos autopartistas y algunas concesionarias-, plásticos, químicos, papeleros, lecheros, madereros, cuero, caucho, aguas gaseosas, aceiteros, alimentación, carne, textiles, perfumistas, confiteros. Deliberó una comisión de fábricas recuperadas, con viejas y nuevas experiencias como Brukman o el frigorífico Resistencia y Papelera Azul. Fue absolutamente masiva la Comisión de tercerización y trabajo precario, donde se destacaron los call centers y empleados de comercio con sus agrupaciones. Los docentes tuvieron una comisión propia, con más de 300 participantes de las 17 provincias y, por separado, una enorme comisión de más de 60 dirigentes y delegados docentes universitarios de seis provincias y de ambas Conadu. Ha sido acelerado el crecimiento en judiciales a partir de las huelgas, también en bancarios y en municipales de la Capital. Se apreció, al mismo tiempo, un crecimiento en gremios ya presentes en la Conferencia Sindical precedente, realizada en 2009, como telefónicos de distintas localidades, comercio, estatales y otros.

Deliberaron, entre las sesiones plenarias, durante tres horas, diez comisiones que produjeron, sin excepción, resoluciones escritas, las que serán publicadas en forma de folleto o de libro, junto a la desgrabación de los informes centrales y a los materiales principales de la convocatoria a la Conferencia.

El eje político lo constituyó la caracterización de un “giro de fondo” o de “un punto de viraje” en la situación política, caracterizado por el agotamiento del “modelo” kirchnerista y la crisis política consecuente. Los topes en las paritarias fueron denunciados por su objetivo de “anclar” la inflación por la vía de la reducción del poder adquisitivo de los salarios -y jubilaciones-, en la versión argentina de hacer pagar la crisis mundial a los trabajadores. Anticipando su fracaso, se caracterizó que son un recurso para ir al tarifazo -en parte postergado en el caso del transporte, por la crisis con la transferencia del subte y, por sobre todo, por la masacre de Once. La Conferencia coincidió, en todas sus comisiones, en que el ajuste arranca con una crisis política -Boudou, Scioli-Mariotto, Peralta-La Cámpora en Santa Cruz- del gobierno cristinista y con crisis política del gobierno con los sindicatos.

Frente a la crisis de la CGT, el plenario señaló su carácter distraccionista, ya que pone afuera la lucha contra el ajuste. Asimismo, fue destacada la dedocracia del gobierno, el cual decide la conducción de la CGT. Cómplice de los topes salariales, Moyano revela una tendencia a pactar un recambio en la cúpula de la CGT.

La campaña central que fue votada apunta a las paritarias, con los reclamos de 6.000 pesos de básico, indexación salarial, 82% móvil, pase a planta y la lucha por mandatar a los paritarios y que ningún convenio se firme sin pasar por asambleas de base. En una experiencia de vanguardia, la Lista Naranja y los cuerpos de delegados de base han jugado un gran papel para imponer paritarios de base en el gremio de Prensa, donde las paritarias han sido inexistentes prácticamente desde los ’90. Otra gran experiencia fue la de Tribuna Docente, que a partir de un congreso contra “la paritaria del ajuste”, el 10 de febrero motorizó, primero, un movimiento de agitación y luego impulsó los paros provinciales y al Encuentro Opositor, que tuvo lugar en Neuquén y el propio paro nacional de la Ctera. Un alto funcionario del Ministerio de Trabajo denunció que “Tribuna Docente del Partido Obrero empujó a Yasky al paro nacional”.

Se fijaron campañas y orientaciones políticas por decenas. Desde la salida sistemática y la difusión masiva del boletín del Sitraic, la formación de una agrupación nacional clasista en la Uocra, la formación de una agrupación municipal provincial bonaerense hasta la lucha por una asamblea general inmediata en el gremio de Prensa y las campañas para llevar a la victoria la lista gráfica o apoyar la lista de la alimentación, o el planteo de afiliación masiva al gremio de la carne y unificación en asamblea común de los frigoríficos en lucha en el Chaco, como el Tobas y el Resistencia, de modo que la experiencia de gestión cooperativa se integre a la lucha de la clase obrera -una orientación resistida por todo el arco cooperativista ligado al gobierno y a la centroizquierda. La docencia fijó una línea por la reapertura de las paritarias en el segundo semestre que vale para todo el arco estatal y, al mismo tiempo, el apoyo a las luchas autoconvocadas en curso como Catamarca. Se fijó una política nacional por un congreso de las asociaciones en lucha de docentes universitarios para quebrar el divisionismo de los aparatos yaskistas o michelistas, que vale igualmente para toda la disgregada CTA.

La Conferencia caracterizó la fase de la transición como la de la conquista de los cuerpos de delegados. Definió para ello la formación de agrupaciones clasistas en los lugares de trabajo y en los gremios. Frente al confederal burocrático convocado para julio, denunciamos su carácter distraccionista y la orientación de reforzar la cooptación que ejerce el gobierno, que Moyano avala con su complicidad ante el ajuste del gobierno contra los trabajadores. En oposición a este pseudo-congreso de la CGT, la Conferencia reclamó un congreso de delegados mandatados por asamblea, que resuelva un plan de lucha por las reivindicaciones y elija una dirección para llevarlo adelante.

La Conferencia debatió una campaña por la derogación de la Ley de Asociaciones Profesionales, instrumento de regimentación estatal; la defensa de los sindicatos que enfrentan al sindicalismo oficial (Sute, construcción, mineros); por una unidad obrera y sindical por industria y confederal, basada en la democracia obrera y la independencia política de la clase obrera y sus organizaciones.

Néstor Pitrola destacó en su informe una línea de trabajo para la formación de una lista antiburocrática en las próximas elecciones ferroviarias. Por otro lado, convocó a organizar una participación de masas el 1º de Mayo, en el acto convocado por el Frente de Izquierda, con contingentes fabriles como la primera y más inmediata acción de lucha resuelta por esta Conferencia.

El cierre de Jorge Altamira subrayó el carácter internacionalista que tendrá del acto del 1º de Mayo, en el marco de una tendencia mundial de rebeliones y revoluciones en Asia, Africa y Europa, así como de un desplazamiento político hacia la izquierda.

Al cabo de la votación del plan de acción, se eligió una coordinadora nacional para llevar adelante las resoluciones votadas, con el objeto, además, de formar coordinadoras locales allí donde los plenarios locales (que se realizarán luego de la Conferencia Nacional) lo estimen maduro y necesario.

Néstor Pitrola

16 de abril de 2012

"DESPUES DE UNA DÉCADA DE VACIAMIENTO PETROLERO, LOS VACIADORES ANUNCIAN UN NUEVO VACIAMIENTO"

Declaraciones de Jorge Altamira ante diferentes medios de prensa en relación a la expropiación parcial de YPF por razones de 'utilidad pública'.

"Cristina de Kirchner anunció por cadena de medios que el objetivo primero de su llamada 'recuperación de soberanía petrolera', es cargar a la YPF parcialmente estatizada con la factura que representan las importaciones de energía, por 10 mil millones de dólares". "Se repite -prosiguió el ex candidato a Presidente por el Frente de Izquierda- el esquema con el cual el gobierno se ha acostumbrado a cubrir el déficit comercial y de pagos con el exterior: meter la mano en la Anses, el Pami, la Lotería, el Banco Nación y ahora la petrolera que se estatiza, con ese fin, en forma parcial". De este modo, para Altamira "el gobierno que promovió los giros de utilidades de Repsol, por mucho más que sus utilidades declaradas, apela a un recurso de emergencia, que significa en la práctica otra operación de vaciamiento". "La YPF de mayoría estatal es obligada ahora -insistió Altamira- a seguir la ruta del tarifazo, el camino que reclamaba precisamente Repsol para superar el déficit que genera la importación de gas y de petróleo pero que para ser impuesto parece necesario encubrirlo con la demagogia de la ‘soberanía’ ". "La Presidenta dijo claramente -añadió Altamira- que lo que importa es tener el combustible, ¡no el precio!".

Altamira se extendió largamente sobre esta pseudo estatización en los siguientes términos: "La pretensión del gobierno nacional de seguir el modelo de Petrobrás, cuyo capital se encuentra en manos de fondos anglo-norteamericanos por el 52% del valor accionario, nos devuelve al casillero Nº 1 de la privatización a cargo, en 1992, del fallecido ex presidente de YPF, Estenssoro. No estamos ante un proceso de ‘recuperación de soberanía’ sino de reafirmación de la privatización. Pero para llegar a esta re-privatización tardía, con gran parte del capital en la Bolsa, el gobierno K deberá compensar a precio de oro a los ‘expropiados’, pues de otro modo no logrará mantener la cotización de YPF en la Bolsa de Buenos Aires y Nueva York. YPF tiene un valor de libros de 3.8 mil millones de dólares (cambio paralelo) -como consecuencia de un activo de 52 mil millones de pesos y un pasivo de 33 mil- lo que deja, para la mitad que posee Repsol, un valor de 1.9 mil millones dólares. El pulpo, sin embargo, reclama un valor de mercado de 12 mil millones de dólares, mientras que una investigación de daños ambientales y operaciones fraudulentas reduciría el valor efectivo de la empresa a cero, sin hablar del resarcimiento que el Estado argentino debería reclamar por las condiciones fraudulentas que rodearon la entrega de YPF a Repsol".

"Desde el Partido Obrero -dijo Altamira- reclamamos la expropiación sin compensación de la totalidad de la empresa, con la reserva de resarcimiento para los pequeños tenedores de títulos, según emerja de una investigación apropiada".

Altamira destacó que la expropiación establecida por el gobierno plantea un conflicto con los financistas de Repsol, los fondos internacionales que controlan el 75% de su capital accionario y los bancos accionistas como la Caixa de Cataluña y el BBVA, por lo cual advirtió, que "las negociaciones que se abren por la compensación a Repsol, según lo establece el proyecto de ley, podría terminar en una sangría enorme para las finanzas públicas". Altamira denuncia, entonces, que la caja del gobierno para financiar esta compensación volvería a ser la Anses, el Banco Central y otros fondos del Estado. "La expropiación parcial de YPF se convierte así en una confiscación de contribuyentes y jubilados".

Altamira subrayó, asimismo, la conexión entre Repsol y la banca y fondos de inversiones para establecer la conclusión de que ninguna renacionalización real de YPF es consecuente si no va acompañada de la nacionalización de la banca y, así, de la canalización del ahorro nacional hacia un gigantesco plan de inversión en energía.

"La acción sobre YPF deja en pie el conjunto de la estructura privada del sector petrolero, en manos de grandes pulpos internacionales. La Presidenta dejó muy en claro que la expropiación parcial en términos privatistas apunta a relanzar la licitación internacional en las aguas del Atlántico Sur y para el yacimiento de gas no convencional Vaca Muerta, en Neuquén, los objetivos más codiciados del capital internacional. No es casual que haya rentado a su servicio al arquitecto de las privatizaciones menemistas, Roberto Dromi".

Para Altamira no es un detalle menor, sino muy significativo que la Presidenta concluyera su discurso con un ataque a los trabajadores de la línea 60, pues revela que la demagogia nacionalista engañosa está al servicio del ahogo de las luchas independientes de la clase obrera.

Altamira finalmente remató estas extensas declaraciones con la reivindicación planteada por el Frente de Izquierda en las recientes elecciones, cuando fue el único que advirtió de forma sistemática el saqueo que estaba sufriendo el país: por la expropiación sin compensación de los pulpos de la energía y servicios, bajo control de los trabajadores.

Para comunicarse:

Jorge Altamira - (011) 15 44 23 78 73

@altamirajorge

14 de abril de 2012

1700 delegados clasistas en la conferencia sindical convocada por el Partido Obrero












Con 1680 delegados acreditados de 17 provincias y de más de 120 gremios, los organizadores de la Conferencia Sindical convocada por el Partido Obrero consideraron un éxito la iniciativa. El plenario sesionó durante 9 horas en diez comisiones temáticas y sectoriales, dirigido por una mesa de 39 dirigentes de distintos gremios, que pasó a la deliberación en comisiones luego de un informe de apertura de Néstor Pitrola. Posteriormente, en la reapertura de la sesión plenaria, tuvo lugar un discurso de cierre a cargo de Jorge Altamira. En el inicio de la conferencia, se dirigieron al plenario algunas de las luchas presentes: delegados de la línea 60, de Papelera Azul, del subterráneo y del Centro Gallego.

Néstor Pitrola declaró: “La conferencia misma, en su número y su calidad, desde delegados de los ingenios azucareros del noroeste hasta petroleros santacruceños, está expresando la nueva fase en la transición del movimiento obrero argentino hacia una nueva dirección en los sindicatos. La juventud obrera escapa a las viejas ataduras del peronismo; contingentes enteros de activistas sindicales se referencian en el Frente de Izquierda y eso se expresa en un reguero de cuerpos de delegados combativos, especialmente del movimiento obrero industrial, que buscan sacarse de encima la lacra de la burocracia sindical”.

Pitrola señaló también que “el gobierno kirchnerista quiere una CGT sometida al ajuste y al tarifazo que postergan en parte para después de paritarias, y Moyano se defiende eludiendo ese debate y reuniendo congresales de gremios tanto o más comprometidos con la entrega de las paritarias como los que buscan desplazarlo. La clase obrera necesita una CGT para luchar no para rosquear. Desde esta conferencia sindical salimos reforzados a una campaña por $6000 de mínimo, 82% móvil y pase a planta de todos los tercerizados, por un Congreso de Delegados de la CGT electos en asambleas de todos los gremios, para resolver un plan de lucha y la dirección para llevarlo adelante, que no será ni Moyano ni Caló”.

“Con esta política salimos, además, en defensa de la CGT, que va hacia una fractura como la que ya tuvo la CTA. Para eso llevaremos diez mil personas a la Plaza de Mayo el 1º de Mayo, al acto de lucha, obrero e internacionalista que convoca el Frente de Izquierda”, finalizó Pitrola.

Conferencia Sindical, convocada por el Partido Obrero.

14 de abril de 2012