EL PARTIDO OBRERO DENUNCIA LA REPRESION SISTEMÁTICA DE LA PATRONAL DE CLARIN CONTRA LOS DERECHOS SINDICALES DE SUS TRABAJADORES Y RECHAZA AL MISMO TIEMPO EL BLOQUEO AL DIARIO CLARIN COMO UNA ACCION AJENA A LOS INTERESES DE ESOS TRABAJADORES, EN LÍNEA CON EL ‘PARO’ FRUSTRADO DEL MOYANISMO CONTRA EL GOBIERNO Y LOS REALIZADOS POR VENEGAS Y PEDRAZA PARA IMPEDIR SUS RESPECTIVOS ENCARCELAMIENTOS O RECLAMAR POR SU LIBERTAD O EXCARCELACIÓN.
Con relación a los hechos de dominio público, volvemos a denunciar que la patronal de Clarín proscribe la organización sindical en sus empresas y ha perseguido y despedido en forma sistemática a quienes han luchado y luchan por defender los derechos de los trabajadores.
Denunciamos también que esa persecución continúa en la actualidad contra los delegados despedidos que fueron reincorporados en las últimas semanas contra la voluntad de la patronal del diario. Y también denunciamos que los turnos de trabajo violentan el descanso de fin de semana y que rige un clima de represión interna, con vigilancia a los trabajadores a través de cámaras de televisión.
Denunciamos la complicidad del ministro de Trabajo, Carlos Tomada, con esta situación represiva y a toda la burocracia de la CGT, que siempre ha sido cómplice con esta situación, en primer lugar a Raymundo Ongaro, el burócrata del Sindicato Gráfico.
El bloqueo a la salida del diario, el domingo pasado, no fue, sin embargo, una decisión de los trabajadores de AGR (propiedad del grupo Clarín), ubicada en Pompeya, ni tampoco de los de de la planta gráfica del diario Clarín propiamente dicha, ubicada en Barracas.
Los responsables del bloqueo son los mismos que han impedido la reincorporación de uno de los delegados, que fuera despedido igual que ellos, debido a su pertenencia a la agrupación opositora del Sindicato Gráfico, la Naranja Gráfica, y del Partido Obrero. Este compañero fue expulsado por medios violentos de las instalaciones del Ministerio de Trabajo, por el grupo de delegados que se identifica con el moyanismo, en oportunidad de las reuniones que discutían el reclamo de reincorporación de los delegados. El año pasado pretendieron utilizar el mismo procedimiento en las reuniones de la comisión de Legislación del Trabajo, que preside el abogado moyanista Héctor Recalde, que debían discutir el reclamo de las reincorporaciones de los delegados.
Nuestro compañero, Pablo Viñas, ha iniciado acciones judiciales contra el grupo moyanista, el Ministerio de Trabajo y la patronal de Clarín, la cual es cómplice en la discriminación contra la reincorporación de Viñas.
El bloqueo contra el diario no forma parte, entonces, de una real acción gremial sino que se encuentra en la línea de amenazas que la burocracia sindical ha venido ejerciendo contra su socio, el gobierno nacional, para que intervenga para desarmar los procesos judiciales que sufren varios de sus jefes. Ésta es la razón por la que la burocracia de la CGT de Moyano apoyó al burócrata rival, Venegas, en ocasión de su detención por parte del juez Oyarbide.
El fracaso de la tentativa de un paro del transporte, para el pasado lunes 17, y una marcha a la Casa Rosada, explica este cambio de ‘método’, que dirigido contra un pulpo económico opositor, apunta en realidad a obtener protección política del poder político del Estado. La extorsión al gobierno reside en que el bloqueo de diarios debilita las posibilidades electorales de la Presidenta Fernández de Kirchner; estamos ante un caso típico de ‘funcionalidad’ en beneficio de la derecha. En esto consiste la extorsión del bloqueo hacia el gobierno nacional. El poder ejecutivo elude la responsabilidad de una definición que lo afecta mucho políticamente, con la etiqueta de conflicto gremial. Es incapaz de hacer frente a las contradicciones insalvables de su aparato político.
El Partido Obrero rechaza las acciones patoteriles de la burocracia sindical y denuncia su carácter político extorsivo, en función de arrancar la protección del gobierno nacional, contra los procesos judiciales, civiles y penales, que los tiene como responsables. Advertimos que el 31 de marzo próximo se ventila un nuevo pedido de excarcelación de José Pedraza, el cual viene acompañado de medidas de presiones e incluso cohechos económicos a los jueces de la Cámara de Casación.
Por último, rechazamos la pretensión de las patronales de prensa de que defienden la libertad de expresión y los derechos y garantías constitucionales, luego de una larga colaboración con las varias dictaduras militares que asolaron al país, la discriminación que ejercen contra las expresiones socialistas y obreras, la manipulación informativa cuando se trata de las luchas populares, y la persecución sistemática a los luchadores sindicales.