La negativa a otorgar los trabajadores de los hospitales lo que reclaman pone en peligro la vida de millones de cordobeses.
No hay ninguna, absolutamente ninguna razón para no pagar un salario básico de $ 6.000, que es el valor de la canasta familiar, a trabajadores que tienen en sus manos ni más ni menos que la salud de la población, y que se capacitaron para ello. Ni para no incorporar las ¡5.000! enfermeras que están faltando.
Es inadmisible que los hospitales funcionen sobre las espaldas de personas que ganan $ 2.600 por mes, de residentes que van al hospital a a-pren-der y que terminan siendo la mano de obra gratuita con jornadas de hasta 32 horas seguidas.
Así se destruye la salud.
No pueden argumentar que es un problema financiero.
En estos días, cuando se conozca el presupuesto para 2012, se verá con claridad que el gobierno no piensa dejar de pagarle un solo peso o dólar a los usureros; que seguirá sin cobrarles impuestos a los grandes grupos capitalistas (les perdonan todos los años 4.000 mil millones de pesos a los pools sojeros y más de 1.000 millones a los pulpos industriales, los mismos que rápidamente suspenden o despiden trabajadores); que seguirá “invirtiendo” en obras innecesarias que son fabulosos negociados para las empresas amigas del poder.
La intransigencia del gobierno frente a la lucha de la salud es la revelación de que para ellos la salud es una “variable de ajuste”, además de un gran negocio para los pulpos de la medicina que cotizan en las bolsas internacionales.
Schiaretti y su sucesor se erigen como representantes de ese negocio, por eso les han otorgado pisos enteros de los hospitales. Las finanzas y recursos del estado sirven al negocio capitalista de la salud. Schiaretti y De la Sota defienden un interés corporativo: el de los Oulton, Allende, Privado, Medical, etc. El silencio de los opositores, tan locuaces en la campaña electoral, desnuda que ellos también son abogados de las corporaciones de la salud.
Las maniobras para debilitar y quebrar la lucha que desde hace 6 semanas llevan adelante denodadamente enfermeras, médicos, residentes y personal de los hospitales es un agravio para el conjunto del pueblo de Córdoba
No estamos ante un problema gremial; no se trata de la defensa del interés sectario de un grupo de personas, se trata de la salud de los 3 millones de cordobeses.
Por eso llamamos a la población de Córdoba, a las organizaciones populares y de los trabajadores, a movilizarnos exigiendo la inmediata satisfacción de todos los reclamos de los trabajadores de la salud, en defensa de una salud pública y gratuita para todos.
El pueblo de Córdoba movilizado podrá más que los usureros y los negociantes de la salud y sus políticos.
PARTIDO OBRERO
en el Frente de Izquierda y de los Trabajadores