El 1° de Noviembre se realizó en el Congreso de la Nación una maniobra para frenar la salida de un dictamen de la Comisión de Legislación Penal con relación al aborto legal. Vega- presidente de la comisión- y todos los bloques se disciplinaron a la presión de la Iglesia, y con el transcurrir de las horas dejaron sin las suficientes firmas el dictamen a favor del aborto legal, seguro y gratuito hasta las 12 semanas de gestación. La convocatoria a una reunión plenaria de Salud, Legislación Penal y Familia, las tres comisiones por donde estaba estipulado que pasaran los proyectos sobre el aborto legal, se levantó rápidamente. Está claro el porqué: el presidente de la comisión de salud, Morante, diputado K, acaba de firmar junto a Duhalde una solicitada contra el aborto legal. La designación de Morante a la cabeza de dicha comisión ha sido una decisión política tendiente a crear más puentes con la Iglesia Católica -la cual se suma a otras tomadas por CFK, como la de poner a Manzur a la cabeza del Ministerio de Salud y de volver a reiterar cuál era su posición con respecto al tema. A la cabeza de la Comisión de Familia fue colocada Claudia Rucci, del Peronismo Federal, otro elemento clerical enemigo del aborto legal.
La agitación sobre la cuestión del aborto resulta altamente instructiva debido a que muestra el nivel de sujeción de cada uno de los bloques con las posiciones clericales -incluidos los diputados de Proyecto Sur, enrolados con el binnerismo, quienes aún no dieron ninguna explicación de por qué motivo su diputada, Liliana Parada, vicepresidenta de la Comisión de Legislación Penal, no se hizo presente ni emitió ningún comunicado aclarando su situación.
Mientras tanto el aborto clandestino es una práctica que se sigue cobrando la vida de las jóvenes y mujeres más pobres. Parte de la juventud precarizada somos las mujeres que no contamos con licencia por maternidad, con jardines maternales en los lugares de estudio o de trabajo, no cobramos un salario igual a la canasta familiar o directamente perdemos el trabajo en caso de embarazo. La educación sexual científica y laica no existe y el acceso gratuito a la salud y la anticoncepción, tampoco. El debate no es “aborto sí o no”; se trata de una fenomenal crisis de salud pública, pues cientos de mujeres mueren sistemáticamente como consecuencia de la ilegalidad de esta práctica. Sin embargo, el aborto se mantiene en la ilegalidad.
Más que nunca las organizaciones de mujeres debemos redoblar los esfuerzos para colocar la defensa del aborto legal en el campo de la movilización popular independiente del gobierno y de las variantes políticas que privilegian los lazos con la Iglesia, entregando los derechos de las mujeres.
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Charla Debate con Cintia Frencia - Legisladora electa del Frente de Izquierda y de los Trabajadores: Jueves 17/11 - 19 hs. - Aula 28 (3er. Piso) - Facultad de Derecho
Invitan:
· Tribuna Docente- Fucsia
· Unión de Juventudes por el Socialismo (UJS-PO)
· Partido Obrero
Organiza:
· PLENARIO de TRABAJADORAS CÓRDOBA, en el Frente de Izquierda
