Ha fallecido Gregorio Flores, el gran luchador de la clase obrera de Córdoba. Durante el acto de despedida, sus compañeros de militancia se han referido al legado de experiencias y enseñanzas gremiales y políticas que recibimos de Goyo. En cambio, voy a referirme a dos afectos e intereses que compartíamos y que hoy, por la emoción, no pude decir. Me refiero a los libros y a los gatos.
En realidad, Gregorio tenía mucho cariño por los animales en general. Pero hasta a ese cariño él lo consideraba desde un punto de vista socialista, vale decir: solidario. Para Gregorio, los animales no eran las "mascotas" que se venden en los comercios burgueses, eran seres vivos merecedores de respeto por su vida y sus emociones. Recordaba con ternura los animales del monte que había en las cercanías de su hogar, en aquella infancia al norte de Córdoba: pumas, jabalíes, vizcachas. Y amaba a los gatos, como cuenta en un libro.
En cuanto a los libros, como buen socialista, como marxista coherente, confiaba en el poder de la palabra escrita para poder difundir y debatir las ideas y las experiencias. Desde joven los leía; ya adulto, los escribió.
Por esos valores, por esos afectos, va mi despedida. ¡Hasta la victoria siempre, Gregorio!
Eugenia Cabral