De acuerdo con una denuncia del Centro de Militares Democráticos de Argentina (Cemida), el Comando Sur del ejército de los Estados Unidos está poniendo en pie una base militar en la provincia del Chaco con la anuencia del gobernador Jorge Capitanich.
Según un informe difundido en marzo, el gobernador chaqueño habría recibido en diciembre de 2011 al consejero de la Embajada norteamericana en Argentina, Jefferson Brown, y al coronel Edwin Passmore, agregado militar del Comando Sur, éstos le habrían transmitido la intención de construir nada menos que en Resistencia una base militar encubierta, bajo la fachada de un “centro de ayuda humanitaria”. Previamente, Capitanich recibió a un grupo de legisladores norteamericanos, a los que habría llamado a una mayor cooperación entre Estados Unidos y los países sudamericanos. Habría dicho que “juntos seremos la mayor reserva de minería, agua dulce, alimentos, energía, industria cultural, atractivos turísticos, talentos de recursos humanos y tecnología vinculada con procesos productivos”. No está de más señalar, en este punto, que Capitanich sonó repetidas veces como posible candidato a vicepresidente de CFK en las elecciones de 2011, lugar que sólo le arrebató el ahora caído en desgracia Amado Boudou. Hasta ha sido señalado como un potencial heredero del proyecto ‘nacional y popular’ para 2015.
Capitanich declaró que “no hay nada que sea una base militar del Comando Sur” (Norte, 27/3), pero sí reconoció la donación norteamericana de una central de emergencias por parte de la embajada yanqui, que sólo tendría fines de cooperación en materia de emergencias ambientales. Pero precisamente ése es el método que sigue Estados Unidos a la hora de establecer bases militares, o sea disimularlas (al menos inicialmente) detrás de una fachada humanitaria.
Etanol
La instalación de una base militar en el Chaco permitiría a Estados Unidos un mayor control sobre la Triple Frontera, el Acuífero Guaraní (mayor reserva de agua dulce de la región), y los bañados y esteros del Iberá. En el marco de las tratativas, la empresa Forbes Energy (cuyo grupo tiene varios proyectos mineros en el país) anunció la inversión de 100 millones de dólares en el Chaco para la producción de bioetanol a partir de la caña de azúcar. Esta sería la prenda de cambio de la instalación de la base militar.
El gobierno de la ley ‘antiterrorista’ y del Proyecto X se encuentra al borde de un nuevo escándalo (o, al menos, del de otro de sus mimados, como es el caso de Capitanich). Rechazamos la instalación del Comando Sur en el Chaco, y llamamos a la ruptura de todos los acuerdos militares existentes con el imperialismo.