La veda a la compra de dólares es un ‘corralito’ tan ruidoso como ineficaz, porque no impide la fuga de capitales por parte de los grandes especuladores.
Mucho más duro es el ‘corralito’ que los K le han impuesto a las paritarias y a los salarios, cuyos aumentos no son homologados si superan la franja del 18 al 21% de promedio anual.
Este ‘techo’ no afecta a los precios, los que suben a un ritmo de más del 25% al año.
El gobierno acaba de deslegitimar el aumento obtenido por los papeleros.
El ‘corral’ al salario cuenta con el apoyo de las grandes patronales -como se vio en el veto que impuso Techint al reclamo muy modesto de la UOM, o el de la Asociación de Bancos a la reivindicación del sindicato de bancarios.
Esto ocurre cuando todo el país sabe que los K tienen en carpeta un tarifazo generalizado.
El ‘corralito’ más el tarifazo significan que les quieren hacer pagar la crisis a los trabajadores.
En Argentina, la expresión ‘corralito’ se conjuga con “que se vayan todos”.
Los trabajadores están respondiendo al ‘corralito’ al salario con la huelga y la movilización.
Es lo que han hecho los metalúrgicos y los trabajadores del subte; es lo que han hecho los bancarios, los judiciales y los docentes universitarios; es lo que se discute en todos los sindicatos.
Es el camino a seguir.
Que la crisis la paguen los y las capitalistas.