Los tarifazos e impuestazos votados en la Legislatura y en los concejos deliberantes no lograron atenuar esta crisis: se sucedieron retrasos y desdoblamiento del pago de los salarios y hasta la posibilidad de la emisión de cuasi monedas en varios municipios de las Sierras Chicas.
Pero al igual que en diciembre, cuando el intendente Spicogna intentó imponer 150 despidos, la respuesta no se hizo esperar. Ante la inacción del sindicato, los trabajadores declararon el paro con el cierre de las postas sanitarias y la ocupación del Centro de Salud, denunciando ante los medios de comunicación no sólo los despidos, sino también la política de vaciamiento del sector que se refleja en la falta de insumos básicos para la atención de los pacientes.
Con esta respuesta, los trabajadores hicieron retroceder la medida y, sobre todo, dieron un gran paso en su organización, eligiendo un cuerpo de delegados del personal de salud que represente y defienda los derechos tanto de efectivos como de contratados y subsidiados.
El kirchnerista secretario de Gobierno, en las radios locales, afirmó que la política de ajuste y recortes se aplicará sí o sí. Dejó más que claro que su política es descargar la crisis sobre los trabajadores y el pueblo.
El Partido Obrero de Río Ceballos dice: ningún despido, pase a planta de los precarizados, aumento del presupuesto de salud, compra de la ambulancia, por una tasa municipal que grave las extraordinarias ganancias de la especulación inmobiliaria y el juego. Que la crisis la paguen los capitalistas.
Corresponsal