“La Presidenta se atribuye el inicio del juicio contra Pedraza, en una repetición de la telenovela de los Boden. Lo cierto es que no asumió la responsabilidad que le es propia (la investigación política del aparato del Estado involucrado en los negociados ferroviarios que motivaron este crimen), tampoco revisó sus vínculos con la burocracia sindical, ni la complicidad de la jefatura de Policía en la represión policial en el lugar de los hechos con balas de goma contra los tercerizados y en el encubrimiento de la patota.
El 12 de noviembre de 2009, la Presidenta, en la inauguración del Sanatorio de la UF, reivindicó a Pedraza como modelo de sindicalismo 'constructivo'.
Cinco días antes del crimen, reunió a toda la burocracia en la cancha de River. Los concesionarios y funcionarios, cómplices políticos del crimen, llegaron al banquillo de los acusados por la tragedia de Once -precisamente por la omisión política del Gobierno nacional en el crimen de nuestro compañero Mariano Ferreyra”.
Jorge Altamira, desde la sala del juicio en Comodoro Py.