El ajuste presupuestario que se descarga en el sistema sanitario de la provincia ha demostrado, una vez más, su cara más despiadada: la situación deplorable que atraviesa el Instituto Neuropsiquiátrico Provincial.
A dos años de haberse aprobado la ley provincial de salud mental, se profundizó la destrucción del mismo. La situación del Neuropsiquiátrico Provincial no escapa a la realidad del resto de las dependencias sanitarias públicas de la provincia, donde se evidencia la falta de personal, insumos, contratos basura y salarios miseria. A esto se suma el incendio -todavía no esclarecido- del Ipad (Instituto Provincial de Alcoholismo y Drogadicción) que se encontró varios meses cerrado. Ello provocó mayor hacinamiento en el neuropsiquiátrico, ya que varios pacientes del mismo fueron trasladados allí.
Tanto el Instituto Neuropsiquiátrico Provincial como el Ipad, hoy se encuentran en la mira de los especuladores inmobiliarios. La promesa desmanicomializadora que pregonaba la ley de salud mental provincial sólo fue utilizada como una pantalla progresista para desfinanciar a la entidades públicas de salud, favoreciendo los negociados privados, que son los que hoy ofrecen los servicios que se ajustan en el sector público.
Ante esta avanzada del gobierno provincial, los trabajadores de la salud están desarrollando un proceso de organización y de lucha. La única reforma y desmanicomialización posible debe partir de la triplicación del presupuesto y de la planificación del mismo bajo el control de los trabajadores, para que los trabajadores reciban salarios acordes y puedan ejercer un trabajo interdisciplinario, así como también la creación de las hospitales de día, la casa de medio camino, los subsidios a las familias sustitutas y demás planteos contemplados en la ley de salud mental, sin perjuicio de la defensa y reconstrucción del Instituto Neuropsiquiátrico y de sus trabajadores.
Estudiantes de Psicología en Praxis – UJS Córdoba