Bajo la bandera de una supuesta “democratización", el gobierno ha enviado al Congreso una reforma judicial que es reaccionaria de cabo a rabo.
Su propósito es proteger al Estado contra los trabajadores, y a la propia camarilla gobernante frente a las numerosas causas en su contra, como el Lazaro Gate, Boudou Ciccone y otras. Veamos:
- La reforma suprime las medidas cautelares frente a actos arbitrarios del Estado. De ese modo, le asegura vía libre a los tarifazos, fallos antiobreros y otras resoluciones que afecten intereses populares. Pero al mismo tiempo, habilita al mismo Estado a presentar cautelares contra “actos que entorpezcan el funcionamiento de los servicios públicos”, una claúsula que podrá ser empleada contra cualquier medida de lucha obrera o popular.
Su propósito es proteger al Estado contra los trabajadores, y a la propia camarilla gobernante frente a las numerosas causas en su contra, como el Lazaro Gate, Boudou Ciccone y otras. Veamos:
- La reforma suprime las medidas cautelares frente a actos arbitrarios del Estado. De ese modo, le asegura vía libre a los tarifazos, fallos antiobreros y otras resoluciones que afecten intereses populares. Pero al mismo tiempo, habilita al mismo Estado a presentar cautelares contra “actos que entorpezcan el funcionamiento de los servicios públicos”, una claúsula que podrá ser empleada contra cualquier medida de lucha obrera o popular.
- Crea nuevos tribunales intermedios (Casación), para demorar, todavía más, los procesos judiciales. Es algo que perjudica a los sectores populares, que carecen de los recursos para litigar. El perjuicio mayor será para los jubilados, que tienen decenas de miles de causas iniciadasc ontra la Anses por mala liquidación de haberes. Lo mismo ocurrirá con los trabajadores accidentados, que ante la demora del juicio serán empujados a aceptar las indemnizaciones bajas de las ART.
- La parte del Consejo de la Magistratura (otra seguirá siendo nombrada por el poder Ejecutivo y Legislativo) que será electa deberá integrar las listas de los partidos políticos, siendo sólo un cuerpo de una sábana inmensa. El Consejo seguirá siendo un ámbito de las camarillas judiciales y los partidos del régimen.
- La “reforma” también ataca a los trabajadores judiciales, habilitando a la precarización laboral, a la imposición del impuesto al salario y a la desaparición de otras conquistas.
- La parte del Consejo de la Magistratura (otra seguirá siendo nombrada por el poder Ejecutivo y Legislativo) que será electa deberá integrar las listas de los partidos políticos, siendo sólo un cuerpo de una sábana inmensa. El Consejo seguirá siendo un ámbito de las camarillas judiciales y los partidos del régimen.
- La “reforma” también ataca a los trabajadores judiciales, habilitando a la precarización laboral, a la imposición del impuesto al salario y a la desaparición de otras conquistas.
El “estado de excepción” que quieren imponer tiene un claro objetivo: eliminar cualquier obstáculo a la política de trasladarle a trabajadores y jubilados la crisis del `modelo' oficial. Es lo que quiere hacer Macri, que prepara en la Ciudad una reforma judicial con iguales atropellos que la reforma kirchnerista.
La oposición tradicional de los Macri, Carrió y Binner rechaza los proyectos oficiales pero lo hace en nombre de la defensa de la “Justicia”, omitiendo que se trata de un poder corrompido por los grupos empresariales, a quienes finalmente responde. ¿O no es esta Justicia responsable de que no haya ni un funcionario preso a pesar de la corruptela imperante? ¿O las cárceles no estánl lenas de pobres mientras los empresarios que evaden impuestos andan libres sin problemas? ¿O no es ésta la Justicia que avaló el corralito y tantas confiscaciones contra el pueblo?
La pretensión de una justicia "democrática” es incompatible con un régimen social y político que gobierna para una minoría. En oposición a los planteos de ambos bloques capitalistas, planteamos la elección y revocabilidad de los jueces, en el marco de un gobierno de trabajadores.
Llamamos la atención de toda la población sobre una crisisde fondo, que envuelve a oficialistas y opositores. La declinación del kirchnerismo no puede dar lugar a los herederos políticos de Menem o de la Alianza. Luchemos para darle a esta crisis una alternativa propia de los que trabajan. En este 2013, la salida es por izquierda.
Partido Obrero