22 de abril de 2013

Razones para no privatizar

El nuevo proceso licitatorio y la consecuente privatización de Tamse van a significar un pésimo negocio para los vecinos.

Desde hace décadas, los cordobeses sufrimos la decadencia sistemática del servicio de transporte público. Pagamos el boleto más caro del país y, sin embargo, las condiciones en las que viajamos son cada vez más insoportables: pésimas frecuencias, unidades en mal estado, barrios enteros que carecen de servicios.

Todo esto bajo la administración del capital privado. Es un proceso de liquidación del transporte público con el objetivo de dejar en pie sólo aquello que es redituable en términos de los intereses capitalistas del transporte.

En los últimos 20 años, las sucesivas licitaciones redujeron en casi un 30 por ciento el número de colectivos en circulación. Lo justifican señalando que usan unidades de mayor porte, lo que implica más tiempo de espera ya que disminuyen las frecuencias y no acompañan el crecimiento demográfico (18 por ciento en igual período) en la ciudad.

El resultado está a la vista: crecimiento descomunal de autos y motos (con los consecuentes accidentes) en las calles. Al erario público le sale caro el mayor beneficio que hacen los empresarios.

En 2002, nació Transporte Automotor Municipal Sociedad del Estado (Tamse), como consecuencia del abandono del servicio por parte del capital privado, luego de una licitación como la que hoy quiere ejecutar el intendente Ramón Mestre. Es decir que Tamse es la prueba más irrefutable del fracaso de la gestión capitalista en el transporte.

Mestre nos “promete” que con la licitación estos problemas van a desaparecer y vamos a tener “el transporte más innovador del mundo”.

¿Por qué el intendente quiere hacernos creer que la fórmula que ya lleva décadas fracasando ahora va a dar resultados? Simplemente porque lo que Mestre, los empresarios del transporte y los concejales, tanto oficialistas como opositores, defienden es un negocio. Con el agravante de que ahora ese negocio quiere quedarse con Tamse, que representa el 40 por ciento del servicio.

El nuevo proceso licitatorio y la consecuente privatización de Tamse van a significar un pésimo negocio para los vecinos. Porque para el capital privado su negocio es la ganancia, el lucro, y no la calidad del servicio.

El proceso licitatorio está armado de forma tal que las empresas no se verán forzadas a sostener una frecuencia obligatoria, con lo cual, como lo han venido haciendo, privilegiarán los recorridos rentables (en Tamse, sólo un 25 por ciento); el resto morirá de “muerte natural”, dejando aislados a barrios enteros.

Luego el municipio, con fondos públicos, saldrá a recoger lo que los empresarios dejen y volveremos al punto de partida; en manos de gobiernos que actúan según los intereses capitalistas, la privatización lleva a la estatización y vuelta a la privatización.

Desde el Partido Obrero, hemos presentado en el Concejo Deliberante un proyecto de ordenanza para que sean retirados de la licitación los corredores pertenecientes a Tamse. Desde ese lugar, invitamos a las centrales obreras, a los concejales que se oponen a la privatización y a las organizaciones de vecinos a tomar este proyecto u otros similares que puedan surgir y llevarlos adelante.

Nuestra propuesta: sistema de transporte público de pasajeros integral, de gestión pública y bajo control de los trabajadores y usuarios; plan de inversiones para llegar al piso histórico de 1.200 unidades (hoy existen casi 800); congelamiento inmediato de la tarifa; apertura de los libros de las empresas para su investigación; constitución de una comisión integrada por trabajadores y técnicos independientes para investigar el destino de los subsidios otorgados.

Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero y candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.

http://www.lavoz.com.ar/opinion/razones-para-no-privatizar