2 de junio de 2013

LA ACTUALIDAD DEL CORDOBAZO (La Legislatura de Córdoba lo viola)



Por Eduardo Salas (*)

El pasado miércoles 29 la Legislatura provincial votó, con el apoyo de todos los bloques (a excepción del FIT que presentó un despacho en minoría), un proyecto del oficialismo para declarar el 29 de mayo “Día del Cordobazo y de todas las luchas populares”. El proyecto fue obra del legislador delasotista Pihén, secretario general del Sindicato de Empleados Públicos.

La iniciativa puede calificarse como mínimo de una impostura y de conjunto (incluido el desarrollo de la sesión y las intervenciones de los distintos bloques) como una violación y una afrenta al Cordobazo y a las luchas populares. La Legislatura cordobesa ha votado muchas leyes no sólo con el edificio vallado (lo que es un espectáculo habitual) sino con una fuerte represión a quienes iban a “luchar” contra esas leyes; alcanza con recordar la sesión del 30 de julio de 2008 cuando se votó la modificación del régimen jubilatorio, cuando el Palacio Legislativo se convirtió en un cuartel policial y en un centro de detención y golpes a los detenidos.

El proyecto aprobado busca por un lado lavar la cara a la “institución de la democracia” y por el otro ofrecer una versión “institucional” con la cual (de acuerdo a la ley votada) se iría a las escuelas durante cada última semana del mes de mayo.

En el “homenaje” legislativo, justicialistas, radicales y juecistas coincidieron en una conclusión central: que el Cordobazo se justificaba por la presencia de una dictadura militar, con lo cual lo hacía incompatible e inadecuado si se hubiera producido contra un gobierno constitucional, dicho esto porque aún está vigente el “Cordobazo de la democracia” (obviamente el Argentinazo de 2001).

Luego de esto se pasó a reivindicar la acción de dirigentes sindicales, muchos de los cuales tuvieron un papel poco menos que dudoso no sólo en esas jornadas si no antes y después también, como el caso del que fuera secretario general del Smata, Elpidio Torres, que un año después organizaba el carnereaje, vía los rompehuelgas, de una extraordinaria lucha de 45 días de los mecánicos.

La historia

El Cordobazo fue una acción revolucionaria de la clase obrera en el marco de una crisis general como resultado del desmoronamiento de la estructura capitalista. Una crisis “por arriba” que la intervención de los trabajadores convirtió en una crisis revolucionaria.

Las dos CGTs nacionales de esa época (de los Argentinos y Azopardo) convocaron a un paro general en todo el país para el viernes 30 de mayo de 1969. La convocatoria expresaba la ruptura del sector colaboracionista de la burocracia sindical con la dictadura de Onganía, colaboración que se inició con la orden de Perón desde Madrid de “desensillar hasta que aclare” frente al golpe del 28 de junio del 66. El viraje de la burocracia era el de sectores enteros de la burguesía. Pero también era una acción frente a la creciente ola de luchas y reclamos que incluían no sólo a los trabajadores sino a estudiantes y sectores de la clase media agobiados por la mayor presión impositiva.

Las centrales cordobesas deciden adelantar el paro para el jueves 29 sobre todo por la fuerte presión de los trabajadores mecánicos (fundamentalmente de Ika-Renault) y acuñan una nueva modalidad: el paro activo.

La masiva movilización obrera, el involucramiento de los estudiantes y de barrios enteros le dieron a ese paro activo el carácter de sublevación popular, de una gran jornada de heroísmo individual y colectivo que lo inscribió definitivamente en la historia de la clase obrera mundial.

Pero el factor más importante de esa acción fueron sus consignas. En una crisis “por arriba”, los “de abajo” intervinieron con una consigna de poder. “Luche, luche y no deje de luchar por un gobierno obrero, obrero y popular” se cantaba en las calles de Córdoba, y a partir de allí se inició el operativo para impedir que los trabajadores hicieran efectiva esa consigna. El operativo incluyó el retorno de Perón, el golpe militar de 1976 y estos “homenajes” de la “democracia” como el que votó la Legislatura cordobesa 44 años después.

La peronización y liquidación del Cordobazo

Todos coinciden en que el Cordobazo y todos los “azos” posteriores hirieron de muerte a la dictadura de Onganía produciendo su caída un año después.

La caída de Onganía requería un relevo, que la profundización de la acción de las masas y su creciente radicalización (un proceso internacional: el Mayo Francés, la Primavera de Praga, etc.) hacían difícil. La burguesía ve la necesidad de operar un cambio de frente y recurrir a Perón, traerlo del exilio, para que éste juegue su autoridad en contener la evolución política de las masas y sobre todo del activismo obrero.

La ausencia de una organización política revolucionaria de la clase obrera con un programa con ascendiente sobre las masas no permitía a éstas saber en qué consistía el gobierno obrero por el cual se cantaba.

Esta debilidad política fue la que los capitalistas y sus partidos aprovecharon para dar vuelta la situación y trazarse un objetivo que se puede sintetizar en cambiar el “luche por un gobierno obrero y popular” en el “luche y vuelve” de Perón. El secuestro y asesinato de Aramburu por un minúsculo grupo de nacionalistas católicos ligados a la derecha, autoproclamados Montoneros, fue el inicio público de ese operativo.

Perón regresa a la Argentina para consumar el desvío de la situación revolucionaria apelando incluso al terror para ello (Triple A). Este era un reclamo generalizado del conjunto de la burguesía. Balbín (el líder de la UCR) reclamaba terminar con la “guerrilla fabril”.

Pero el gobierno de la Triple A fue sacudido por una de las huelgas más importantes de la historia de la clase obrera argentina: la de junio y julio de 1975 contra el Rodrigazo, los topes a las paritarias y el terror estatal y paraestatal. El fracaso del retorno del peronismo para contener una evolución política de la clase obrera, y esta vez no bajo una dictadura sino bajo un gobierno ¡peronista!, abrió paso al golpe genocida comandado por Videla pero apoyado por el empresariado, la cúpula de la Iglesia y los partidos políticos (incluido el de Binner y el Comunista), para producir una liquidación física de la generación protagonista del Cordobazo.

La actualidad del Cordobazo

Que los partidos de la burguesía, por la vía de la Legislatura, quieran adulterar nuevamente el Cordobazo 44 años después sólo puede entenderse por su actualidad.

Esta apretada síntesis, que más arriba desarrollamos, tiene demasiadas coincidencias con la actualidad: crisis por arriba, topes salariales, pérdida de conquistas obreras, impuestazos, crecientes luchas y descontentos por abajo, con el condimento de un fuerte crecimiento de la izquierda revolucionaria en el seno de los sindicatos (¡Sutebas!).

El agotamiento del peronismo, de lo cual el kirchnerismo es su expresión más acabada, coloca al gobierno obrero como la salida y a la organización revolucionaria de la izquierda como la herramienta. Para eso luchamos.

(*) Dirigente del Partido Obrero de Córdoba y candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda