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| Por Eduardo Salas (*) |
El 19 de abril pasado el presidente del Tribunal Oral que juzgó a los acusados por el asesinato de nuestro compañero Mariano Ferreyra decidió dejar de lado los “usos y costumbres” y adelantar en forma oral la esencia de los fundamentos de la sentencia que condenó a José Pedraza, entre otros, a 15 años de prisión. Lo hacía, dijo, para despejar cualquier suspicacia sobre que el dictamen hubiese sido escrito en la Casa Rosada. Aprovechó ese momento para refutar particularmente la conclusión establecida por los abogados querellantes del Partido Obrero: la existencia de un trilogía criminal formada por funcionarios del Estado, burócratas sindicales y empresarios para usufructuar de los fondos públicos con fines de enriquecimiento propio y en perjuicio de los usuarios del servicio y de los trabajadores; se estableció así un hilo común entre el asesinato de Mariano y la llamada tragedia de Once, a la cual ahora debiéramos agregar la de Castelar y decenas de accidentes.
Cuando aun no venció el plazo para apelar la sentencia de este tribunal, el juez federal Claudio Bonadío ordenó el procesamiento y prisión preventiva del ex secretario de Transporte, Ricardo Jaime, en calidad de coautor del delito de “defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de la administración pública”. En la misma resolución, el juez también procesó a José Pedraza, en su condición de Director Suplente y accionista mayoritario por la UF del Belgrano Cargas, a título de partícipe necesario de aquel fraude. Asimismo, la resolución alcanza, entre otros, a Graciela Coria, esposa de Pedraza, presidente y directora del Belgrano Cargas al momento del hecho.
Como se ve, la querella del Partido Obrero tenía razón.
La causa por la que ahora fueron procesados Jaime y Pedraza data de 2009. A Mariano lo mataron en octubre de 2010 y parte de los responsables de este asesinato están presos y condenados (aunque la condena que corresponde es la cárcel perpetua). Sin dudas, fue bajo el peso de la intensa movilización popular por el crimen de Mariano que se precipitó esta resolución.
Jaime tiene más de 20 causas abiertas en varios juzgados, en las que se incluye la sustracción de documentación e imputaciones por descarrilamiento, aceptación de dádivas y enriquecimiento ilícito, entre otros.
El ex secretario es sólo la máscara de negociados que involucran a muchos más funcionarios, burócratas y empresarios; es sólo la punta de un iceberg de corrupción, negocios mafiosos y crímenes que terminó entre otras cosas con el vaciamiento del ferrocarril.
¿Se ha desmantelado este negocio mafioso?
El ministro Randazzo hace poco anunció "estatizaciones" de algunos ramales ferroviarios. Si fuese así, aunque de manera muy tardía y parcial, al menos en el terreno ferroviario el kirchnerismo estaría tomando prestado el programa defendido por el PO y el Frente de Izquierda que plantea la nacionalización del sistema ferroviario bajo el control de los trabajadores.
Nada más alejado de la realidad. Las "estatizaciones" anunciadas son ultra- limitadas (dejan en manos de las actuales concesionarias a todos los ramales metropolitanos que son la columna vertebral del transporte ferroviario de pasajeros que seguirán siendo operados por la dupla Roggio-Romero, quienes hasta hace poco tenían como tercer socio a TBA de los hermanos Cirigliano). Pero el tema más importante es que se decidió dar por canceladas las concesiones luego que fueran fundidas y vaciadas por empresarios que se llenaron los bolsillos con los subsidios sin que inviertan un peso. De este modo la denominada "estatización" equivale a un indulto por los delitos cometidos contra el fisco y contra los pasajeros. Como las denuncias de corrupción alcanzan a los funcionarios del gobierno, el indulto a los empresarios se transforma en un auto-indulto para la burocracia estatal que se ha enriquecido obscenamente con este esquema de negocios.
¿Se van, al menos, los vaciadores del ferrocarril? En el nuevo directorio del Belgrano Cargas "estatizado" siguen los mismos de siempre. Ya no está la esposa de Pedraza ese lugar lo ocupa el nuevo Secretario General de la Unión Ferroviaria, el pedracista Sergio Sasia, quién para ser fiel a la tradición de su jefe también es propietario de una empresa tercerizada que presta servicios en el ferrocarril. La Fraternidad tiene otros de los asientos. En el Tren de la Costa, el director es Juan Araya, otro hombre fuerte de Pedraza en el sistema ferroviario. Quienes organizaron el asesinato de Mariano Ferreyra, en defensa de sus propios negocios, seguirán chupando la sangre del sistema ferroviario.
Randazzo reiteradamente alude a que sólo tiene un año de gestión, como si el gobierno no llevara diez años. La “década ganada” ha servido para ratificar la política ferroviaria del menemismo que entregó el Belgrano Cargas a Pedraza para hacer pasar todo el desguace de la red ferroviaria de nuestro país.
(*) Dirigente del Partido Obrero de Córdoba y candidato a diputado nacional por el Frente de Izquierda y de los Trabajadores.
