Llegamos al final de la primera etapa de esta campaña electoral.
Una campaña que fue creciendo en intensidad política.
Pero, también, en acogida.
Los actos, mesas y recorridas de nuestros candidatos recibieron la inquietud popular sobre la carestía imparable, los impuestazos al salario, las jubilaciones de indigencia o la crisis de vivienda.
Hemos recogido estas cuestiones y presentamos un programa de salida.
Para terminar con el impuesto al salario y los impuestos al consumo popular.
Para establecer el 82% móvil y colocar a la Anses bajo la dirección de trabajadores y jubilados electos.
Para poner fin a la precarización laboral y la tercerización.
Para concluir con la sangría nacional de la deuda externa y el rescate de los privatizadores.
Para asegurar la gestión de la banca, el comercio exterior y los recursos energéticos por parte de los que trabajan.
Hemos sido claros.
En la calle, la televisión y las radios.
Ahora, viene un importantísimo esfuerzo final.
El trabajo desplegado en la campaña debe ser defendido, con toda energía, a lo largo de la propia jornada electoral.
Para eso, necesitamos miles de fiscales para el Frente de Izquierda.
Asegurar que nuestra boleta esté en todos los cuartos oscuros y escuelas.
Además, estar presentes para documentar el momento del escrutinio.
A todos los trabajadores, jóvenes, vecinos y ciudadanos que nos acompañaron, los convocamos a colaborar en este esfuerzo.
Defendamos el voto al Frente de Izquierda el próximo 11 de agosto.
Para llevar, en octubre, la izquierda al Congreso.