“Necesitamos, más que nunca, al Frente de Izquierda en el Congreso”.
Así cerraban nuestros spots en la campaña electoral de agosto.
Si ello valía hace dos meses atrás, ¿qué tenemos que decir ahora?
Después de haber acusado a sus opositores de “ajustadores” y “devaluadores”, el gobierno se ha abrazado a la agenda de ellos.
La carga de la deuda externa se refuerza en favor de los especuladores.
Los pulpos petroleros y la patria contratista gozan de una devaluación de hecho.
Después de octubre, el giro que saludan los banqueros será pagado por los trabajadores.
Los Massa o Lousteau, de un lado, o los K, por el otro, refuerzan las chicanas electorales.
Pero coinciden en una cuestión de fondo: endosarle a los trabajadores el fardo de esta crisis.
A la luz de lo anterior, se impone la siguiente pregunta: en el Congreso que se viene, ¿quién va a plantear, en cambio, que la crisis la tienen que pagar los capitalistas?
¿Quiénes van a levantar la agenda del salario mínimo igual al costo de la canasta familiar, del 82% móvil, de la abolición definitiva del impuesto al salario?
La respuesta es clara: sólo lo hará un bloque de diputados del Frente de Izquierda.
El 27, danos tu voto.