8 de noviembre de 2013

Que el ajuste lo paguen los capitalistas

No pasó una semana de las elecciones, y el gobierno volvió a autorizar aumentos de precios.

En realidad, éstos nunca se han detenido.

Lo prueba el aumento constante de las naftas que encabeza la “nacional y popular” YPF.

El jefe de Gabinete, Abal Medina, anticipó que el próximo paso serán los aumentos de las tarifas en los servicios.

Las privatizadas, que recibieron subsidios millonarios sin invertir un peso, festejaron el anuncio con una suba de sus acciones en la Bolsa.

En esa línea, el opositor Macri avanza con un tarifazo en el subte.

Como en el pasado, será el preludio de un aumento del transporte en general.

Pero la clase capitalista va por más.

La fuga de capitales continúa y echa leña en favor de una devaluación.

El gobierno sigue desde atrás esta orientación impuesta por los “mercados”.

Negocian con los grandes monopolios un peso aún más devaluado, para que traigan los dólares. Ni así lo consiguen.

El fracaso es evidente, y estamos a las puertas de una crisis de gabinete.

Los Massa y compañía conspiran en la misma línea. No por nada fueron elegidos por la Unión Industrial para derrotar al gobierno en las elecciones.

Por eso, han instruido a la burocracia sindical para que no haga “olas”, en medio de los aumentazos e impuestazos.

El pueblo argentino enfrentará el desafío de evitar que nuevamente descarguen la crisis sobre sus espaldas.

Cuenta para ello con un gran pronunciamiento político: el millón doscientos mil votos conquistado por el Frente de Izquierda.

Apoyémonos en este mandato para impulsar, en todos lados, un programa y una lucha para que la crisis la paguen los capitalistas:

• Por un doble aguinaldo en diciembre y la reapertura de las paritarias, frente a la carestía imparable.

• Salario mínimo igual a la canasta familiar, hoy en 9.000 pesos, indexado por la inflación.

• Ni suspensiones ni despidos, reparto de horas disponibles sin afectar el salario.

• 82% móvil, Anses dirigido por trabajadores y jubilados electos.

• Abolición definitiva del impuesto al salario.

• Por el no pago de la deuda usuraria.