Detrás del anuncio de una ficción de “plan de lucha”, el plenario de secretarios generales de la CGT de Pihén, Monserrat, Urbano y Dragún ha resuelto, en los hechos, no luchar ni por el salario ni contra los despidos y suspensiones.
No se puede considerar ni remotamente que marchar con los cuerpos orgánicos un día y hacer una caravana otro sea un plan de lucha. La burocracia se ha colocado como tarea neutralizar los reclamos crecientes de los trabajadores, resultado de que entre la inflación y el impuesto al salario se está liquidando el ingreso de las familias obreras. Busca también conjurar una sublevación que se está gestando en el seno de los gremios, de los cuerpos de delegados y de las bases contra el sometimiento de las direcciones sindicales a los patronales y al gobierno.
Por eso el programa presentado por el plenario borra el reclamo expreso de reapertura de las paritarias, el cual fue impuesto a Monserrat por decenas de mandatos de escuelas; agita el “problema” de la pérdida de los puestos de trabajo contra la lucha salarial y no para establecer la lucha por la prohibición de los despidos y suspensiones, el reparto de las horas de trabajo, la ocupación de las empresas que cierran y su expropiación para ponerlas en funcionamiento. La burocracia está liberando el terreno a de la Sota y a su promesa (incierta) de evaluar un bono para ¡fin de año!
El sometimiento de la burocracia al gobierno y las patronales se completa con el apoyo explícito y sin ambigüedades a la negociación del gobierno nacional frente a los “fondos buitre” y a la ley de Pago Soberano de la deuda externa. La CGT resolvió, así, apoyar la apertura de un megacanje del conjunto de la deuda externa de Argentina, incluida la que no ha entrado al canje (no otra cosa es la ley de “pago soberano”). Megacanje que sería un negocio extraordinario para los buitres de toda laya porque Argentina pagaría por adelantado toda la deuda más sus intereses vencidos, por medio de la emisión de nueva deuda, con vencimientos posteriores a 2016 y eso sólo cierra con un gran ajuste sobre los trabajadores.
En apoyo a la lucha de la clase obrera por blindar su trabajo y su salario presentamos en la Unicameral un proyecto de ley de reapertura inmediata de las paritarias y de un aumento del 30% indexado, y avanzaremos con la campaña por la prohibición de despidos y suspensiones y la reapertura de las fábricas cerradas como Estancias del Sur, Matricería Austral y Carnes Huinca.
La burocracia cegetista somete a los trabajadores a las exigencias de los capitalistas que convierten al salario y el empleo en la variable de ajuste para hacer pagar a los trabajadores la crisis. Reclamamos un plenario de delegados de base de todo el movimiento obrero que resuelva un plan de lucha real y establezca un programa de salida.
PARTIDO OBRERO en el FRENTE DE IZQUIERDA
