Saludamos la victoria de Evo Morales en el referéndum revocatorio de este domingo, así como la derrota de los prefectos derechistas en las ciudades de La Paz y Cochabamba. La derrota de la oligarquía es un claro mandato contra cualquier compromiso con los terratenientes y los “barones” del gas. El pronunciamiento político de los explotados boliviano plantea, por el contrario, la tarea pendiente de la transformación social del país bajo la dirección de la clase obrera.
Marcelo Ramal