28 de agosto de 2009

En torno a la cuestión del medio ambiente

EL CONSEJO SUPERIOR DE LA UNC DEBE RECHAZAR LA PLATA DE LA ALUMBRERA

Hace algunas semanas, el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN - integrado por los rectores de todas las universidades nacionales) aprobó, sin debate alguno, el reparto de 86 millones de pesos provenientes de la mina La Alumbrera. Ésta está ubicada en la ciudad de Belén, provincia de Catamarca.

Se trata del intento por silenciar la acción depredatoria y delincuencial de esta empresa que saquea, contamina los recursos naturales y se lleva millones de pesos de ganancias. No exageramos si decimos que es una coima de 86 millones.

El vicepresidente de La Alumbrera se encuentra procesado por la Cámara Federal de Tucumán, la cual estableció que "se encuentra acreditada la contaminación ambiental en el canal de desagüe donde vuelca sus afluentes industriales la empresa Minera La Alumbrera".

Este dinero no puede ser recibido bajo ningún concepto; se trata de sólo el 4% de los beneficios de esta empresa, a costa de la destrucción y contaminación.

En la Universidad Nacional de Córdoba, los consejos directivos de las facultades de Filosofía y Psicología ya lo rechazaron y es lo que debe hacer el Consejo Superior.

Es bueno señalar que La Alumbrera no es el único grupo capitalista que “aporta” fondos a las universidades nacionales.

A lo largo de los últimos años la injerencia del capital privado sobre la educación superior ha ido creciendo gradualmente; la inmensa mayoría de los aportes por convenios es secreta y se desconocen sus contraprestaciones. Lo que sí sabemos es que los capitalistas se valen de los recursos técnicos, científicos y de la mano de obra de docentes y estudiantes para acrecentar sus ganancias, quedándose con patentes y desarrollo a cambio de nada.

Este proceso cuestiona lo poco que queda de autonomía. También direcciona los planes de estudios y la estructura académica de las carreras de acuerdo al lucro privado y no a las necesidades del pueblo y el bien común.

La expresión más concreta de las consecuencias de esta política la tuvimos con la explosión de la planta piloto de la Universidad Nacional de Río Cuarto.

Por esto planteamos el absoluto rechazo a la plata de la minera La Alumbrera, que se hagan públicos todos los convenios con terceros, y nos pronunciamos por la nacionalización de los recursos naturales, hoy en manos de pulpos capitalistas.

Reclamamos también el financiamiento mediante un presupuesto estatal y único, y que todos los resultados de investigaciones y desarrollos sean patrimonio de la humanidad y no de un grupo capitalista particular.

Esta es la base sobre la cual reorganizar la universidad a partir de los intereses de estudiantes y trabajadores universitarios, en el camino de un reordenamiento de conjunto de las relaciones sociales en función de las necesidades del pueblo trabajador.

UNIÓN DE JUVENTUDES POR EL SOCIALISMO – PARTIDO OBRERO

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Trabajadores de la educación en pie de lucha contra los agrotóxicos

Pronunciamiento docente

Los docentes de las escuelas rurales de la provincia afectadas por la fumigación con herbicidas se han organizado para reclamar que la UEPC se ponga al frente de sus reclamos.

Denuncian que las escuelas pegadas a campos de soja son afectadas sanitariamente, como es el caso de las escuelas de barrio Ituzaingó Anexo. También denuncian el vaciamiento laboral del campo que produce el avance de la frontera agrícola y la complicidad del gobierno, que a esta altura ya es incapaz hasta de cumplir sus propias normativas.

Debido a los problemas de la proliferación de cultivos, la organización se extiende por todas partes. En Los Reartes, los vecinos lograron, junto al centro cultural Semillas del Sur y Paren de Fumigar, que se apruebe una ordenanza que limita las fumigaciones y luego evitaron que se remataran los predios en los que funciona el centro cultural.

A principio de año, los docentes de Ituzaingó Anexo, junto a padres y vecinos, retomaron las asambleas que se realizaban en la escuela y organizaron una movilización por la avenida principal del barrio, para seguir denunciando los problemas producidos por la contaminación.

Inmediatamente aparecieron los aprietes por parte del presidente del centro vecinal y de la Secretaría de Salud de la municipalidad, que sacó la billetera para poner en la mesa subsidios provenientes de la Nación, pero no para brindar alguna solución a quienes ya son afectados por la contaminación ni para realizar análisis a la población, como se reclama.

Los docentes del interior, aunque organizados, están aislados y sin cobertura gremial; por tanto, más expuestos a aprietes y represalias de parte de funcionarios ligados al negocio de la soja.

Los impulsores del actual modelo y sus defensores, Juez y Schiaretti, argumentan que, sin plaguicidas y herbicidas, habrá más hambre en el mundo. El problema del hambre tiene raíces políticas. En Argentina, en 1996 se utilizaron 30 millones de litros de agrotóxicos y en 2007 se aplicaron 270 millones de litros de plaguicidas en la producción de soja sembrada en el país. La soja ocupa 17 millones de hectáreas de diez provincias (con una producción cercana a las 90 millones de toneladas), mientras más del 30% de la población está bajo la línea de pobreza.

Emanuel Berardo