18 de noviembre de 2009

EL PLANTEO DEL PARTIDO OBRERO EN RELACIÓN AL PRESUPUESTO PROVINCIAL 2010

Se transcribe a continuación la intervención de Eduardo Salas, dirigente del Partido Obrero, en la Audiencia Pública del pasado 16 de noviembre, en la que se analizó el proyecto de Presupuesto Provincial girado a la Legislatura por el Poder Ejecutivo.

"Sr. Salas: Buenas tardes a todos los presentes.

En la Audiencia Pública que tuvo lugar el año próximo pasado, hicimos una crítica –como la que vamos a hacer ahora- de orden general y conceptual, no particular, sobre el tema del Presupuesto.

En aquella oportunidad, manifestamos que el Presupuesto que se había elaborado desconocía la crisis que se estaba desatando a nivel global, y no tenía en cuenta los índices de crecimiento, medidas a tomar, etcétera. Esto se ha cumplido en razón de que terminaremos el año en forma deficitaria; la crisis económica ha desembarcado en nuestra Provincia. Al respecto, podemos ver una caída de la demanda de empleo del 30 por ciento, en un año; problemas sociales como, por ejemplo, la muerte de madres parturientas; el problema de la crisis hídrica; la crisis industrial, con el problema de las metalmecánicas, que parecen haber salido de la crisis, en realidad, lo han hecho pero ni siquiera han recuperado el empleo perdido a principios de año, sino que aumentaron el ritmo de producción en función de lo que sucede en Brasil.

Habría que ver si el actual Presupuesto está preparado para la crisis, sobre todo si ésta continuara. Nosotros consideramos que la crisis mundial tenderá a agravarse, transformándose en una especie de 'metástasis'. Para sumar algo, habría que señalar que nuestro país tiene un problema de sobrevaluación de la moneda, que está relacionada con la caída del dólar en el mundo. ¿Cuánto durará este escenario? Basta una 'vuelta de tuerca' en la situación norteamericana para que tengamos que rehacer las cuentas

Considero que el actual Presupuesto contempla la situación precedentemente enunciada, pero, lamentablemente, han elegido medidas que agravan la crisis, ya que lo fundamental que se ha hecho es aumentar los impuestos, haciendo caer los salarios.

La recomposición salarial para los empleados públicos es muy baja, no cubriendo la inflación; el impuesto actúa sobre el consumo. Si a lo anteriormente dicho le sumamos el aumento de la desocupación –sobre todo en los sectores más bajos-, el aumento del transporte, electricidad y gas, tenemos una presión sobre el consumo fortísima, que lo único que puede provocar es acrecentar la crisis, cuyo eje fundamental es precisamente la caída del consumo. El problema es que el Gobierno, que ha elaborado este Presupuesto, sigue eligiendo un método que, a nuestro entender, no sólo es socialmente reaccionario y regresivo sino que, además, agrava mucho más la crisis.

Se le perdonan impuestos, como el Inmobiliario Rural, al sector agrario; según dicen algunos conservadores, nos estamos privando de 1.800.000.000 de pesos anuales; otros, aseguran que son más de 4.000.000.000 de pesos, por no hacer un revalúo de la propiedad rural, que creemos debiera hacerse urgentemente, al menos a partir de las 500 hectáreas. Si nos estamos privando de esa masa fuerte de dinero –tomando los cálculos más conservadores– y abultamos la presión impositiva sobre el consumo, lo único que estamos haciendo es crear un mayor capital destinado a la especulación y un menor capital para la producción. De tal manera, por donde uno lo mire, esto no es una salida sino un agravante.

Quiero señalar otro aspecto, fuertemente instalado en la Provincia –que, por lo tanto, aparece en el Presupuesto– y que dominó enteramente la campaña electoral, que es la famosa historia de la relación con la Nación y el hecho de que ésta se queda con recursos de Córdoba, así como de todas las demás provincias. ¿Por qué la Nación se queda con todo y centraliza todo? Porque está pagando la deuda externa, subsidios generales; es decir, está destinando dinero a aspectos que el propio Gobierno provincial y los gobiernos municipales llevan adelante en todas las provincias del país.

De este modo, sin una denuncia pública de la deuda fraudulenta no hay posibilidad de tener recursos propios, porque éstos son destinados a eso. Si no se termina con los subsidios a las grandes empresas, permitiéndoles ganar lo que ganan, es imposible repartir los fondos, ya que se acaba repartiendo 'lo que hay', y si esto se destina para concretar estos pagos, es imposible repartir de otra manera.

Sin ir más lejos, en estos últimos días los sectores financieros están descorchando champán por partida triple: primero, porque les van a pagar los famosos bonos 'hold out', que son los que quedaron afuera; segundo, porque se habla de un acercamiento –resistido por ahora– al Fondo Monetario, para ver si podemos pagarle al Club de París; tercero porque están viniendo los capitales esperculativos con buenos dividendos; las acciones bancarias subieron el 150 por ciento; si a esto agregamos que han sido salvados de cobrarles un impuesto que iba a ayudar para pagar los famosos 180 pesos por niño –que serán pagados solamente con el dinero de los jubilados, lo que equivale a un nuevo ataque al consumo–, tenemos completado el ciclo de que en la Argentina los Presupuestos, nacional y provinciales –y mucho más los municipales–, se han convertido en una fuente de exacción de fondos del bolsillo de los contribuyentes, en su mayoría asalariados, para trasladarlos hacia el sector financiero, las grandes empresas, etcétera.

En resumen, el Presupuesto contempla la crisis en un aspecto, pero no lo hace respecto de cómo solucionar el problema de la crisis, cuyos aspectos principales son: generar trabajo y no subsidio a las empresas, generar aumento de salarios para motivar el consumo, cargar con impuestos a quienes más tienen y hacen negocios y no al que menos tiene. Por el contrario, lo coloca del otro lado y da cumplimiento a nuestro lema de campaña electoral, que creemos va a dominar los años venideros: '¿quién paga la crisis?'

El Presupuesto de la Provincia, al igual que el nacional, traslada el pago de la crisis a los sectores asalariados. Desde ese punto de vista, nuestro planteo es que le cobren impuestos a quienes tienen, que revalúen las propiedades agrarias a partir de las 500 hectáreas, que terminemos con los subsidios a las multinacionales y que se propicie un aumento general de salarios.

Nada más y muchas gracias".