Néstor Pitrola y Marcelo Ramal se hicieron presentes en el Congreso y reclamaron su derogación
A fines del año pasado el gobierno dispuso dos vetos u “observaciones” parciales sobre su propia reforma política, tornándola aún más proscriptiva. Por un lado, la “observación” presidencial acorta sustancialmente los plazos para que los partidos puedan reunir los requisitos que exige la “reforma”. Por el otro, se mantienen las sanciones de caducidad relacionadas con comicios anteriores. Mientras impone nuevas y duras limitaciones a la participación electoral, el gobierno no se priva de sancionar a los partidos a causa de hechos y normas anteriores a la propia “reforma”.
La “reforma” quiere forzar a una "polarización" entre los principales aparatos políticos. Pero ninguna reglamentación puede frenar la tendencia a la disolución del régimen y sus partidos, que es resultado de su incapacidad para enfrentar la crisis capitalista. Por añadidura, la “reforma” quiere proscribir a los que luchan para que los trabajadores le impriman su propia salida a esa crisis.
Néstor Pitrola y Marcelo Ramal, dirigentes del Partido Obrero, se hicieron presentes en el Congreso para reclamar su rechazo por parte de los diputados, como parte de la lucha por la derogación completa y definitiva de la “reforma” proscriptiva.
REGIONAL CÓRDOBA
