16 de mayo de 2010

Los K votan la austeridad para Grecia

El gobierno argentino tiene una sola palabra... al menos hasta cierto punto. Según informa Ámbito, el representante argentino ante el FMI despotricó contra el programa de ajuste en Europa en la reunión en que se tenía que votar la participación del Fondo en el paquete de rescate de la Comisión Europea. Como aquel que se quemó con leche y ve una vaca..., el argentino no tuvo dificultad en asegurar a sus pares que el ajuste en discusión acabaría en lágrimas. ¡Bravo por los K! La Presidenta había dicho lo mismo antes y después de esa reunión.

La coherencia ideológica del oficialismo hubiera debido sonrojar al más ardoroso de los opositores. Es una pena, entonces, que a la hora de votar, las instrucciones del representante de los K fueran votar a favor. Los K han apostado al rojo y al negro: si Grecia y otros se hunden dirán ‘lo dijimos’; si salen a flote, el voto a favor quedará como una expresión de solidaridad con la ‘comunidad internacional’. El asunto no se agota, sin embargo, en la ironía, porque había que dar el presente cuando estaban en juego intereses decisivos del capitalismo.

Este concepto de causa común con el capital y sus Estados, Argentina lo señaló en una forma que no podría ser más clara: votaba a favor –dijo– porque era un pedido del gobierno de Grecia. El gobierno de Grecia, sin embargo, no tiene las mismas deferencias con Argentina, pues habiendo sido solidaria con el reclamo por Malvinas, abandonó esta posición cuando el tratado de Lisboa de la Unión Europea señaló que ‘las Falkland’ son parte de una nación asociada (Gran Bretaña). Más allá de esto, el ‘pedido’ de Grecia es un invento: Grecia se opuso al paquete de austeridad hasta que fue obligado a aceptarlo por, entre otros, precisamente el FMI. O sea que los K apoyaron el ajuste contra Grecia del FMI por pedido del FMI. Otra forma de ver lo mismo es que los K esperan que, cuando se los fuerce a lo mismo, los demás Estados respondan como ellos. Es lo que ocurre con el canje y el uso de las reservas, que la ‘comunidad internacional’ saluda a pedido del gobierno argentino, aunque todos sabemos que son exigencias formuladas por el gobierno norteamericano, el Club de París y el FMI. Los K no solamente habrían debido prestar oídos al pueblo de Grecia –y no a su gobierno vendido– sino a nuestro propio interés nacional –que consiste en que los planes de ajuste sean derrotados en todos los planos y lugares.

Los K no son “verso a verso”, sino puro verso.

J. A.