16 de febrero de 2012

Millonarios en el Congreso

Un informe publicado en el International Herald Tribune (26/12/11) revela que el Congreso de Estados Unidos alberga millonarios en su seno en una proporción jamás igualada en su historia. Esta oligarquía incluye casi la mitad del total de sus miembros -unos 250 sobre 534. De conjunto, el patrimonio neto de un legislador llega en promedio a 913.000 dólares.

¿No fue siempre así?

El Congreso de Estados Unidos jamás fue un lugar para indigentes. Estuvo dominado por los propietarios de plantaciones o terratenientes grandes y medianos aún en los tiempos de la Independencia. Pero, según el informe de marras, "rara vez ha aparecido una brecha tan amplia, o el contraste público de manera tan cruda entre los legisladores y sus representados". Mientras el patrimonio neto promedio de los miembros del Congreso subió un 15% de 2004 a 2010, para el conjunto de los estadounidenses este patrimonio se redujo un 8% en términos reales (Moody's Analytics). Si se mira más hacia atrás, la riqueza medida de los miembros del Congreso creció dos veces y media entre 1984 y 2009 en dólares ajustados por la inflación, mientras la riqueza de la familia estadounidense cayó en el mismo cuarto de siglo (The Washington Post, 26/12/11). Una representante demócrata planteó lo obvio: "Los multimillonarios en el Congreso ven la vida desde una perspectiva diferente". The New York Times inquirió al conjunto de diputados y senadores sobre si tenían familiares y amigos que hubieran perdido sus trabajos o sus casas desde 2008; sólo 18 miembros respondieron en forma afirmativa.

"Los representantes del pueblo"

El enriquecimiento de los "representantes del pueblo" no se explica por la sola evolución de su sueldo. Un legislador norteamericano percibió en 2011 un ingreso base anual de 174.000 dólares; no está muy lejos de los 146.000 dólares anuales que percibe un diputado o senador de la República Argentina con el reciente aumento de sus dietas (La Nación, 13/2).

Fuera de su salario "base", reciben una paga extra en función de sus cargos, así como beneficios médicos y de pensión. "Quizá lo más revelador pero difícil de debatir en la creciente riqueza del Congreso sea el desempeño de los legisladores en el mercado de valores -y la cuestión de si están utilizando su acceso a la información confidencial para enriquecerse". En un estudio realizado el año pasado, continúa el informe, salió a luz que las acciones que poseían miembros de la Cámara de Representantes superaron en un 6% el promedio; en el caso de los senadores, un 12%. "Los investigadores atribuyeron el desempeño a una ventaja importante en la información que los legisladores poseen en virtud de sus posiciones y al hecho de que no están alcanzados por penalidad alguna debido al uso de información privilegiada".

No hay una información similar sobre Argentina, y por ahora los De Narváez, Menem, Reutemann, Rodríguez Saá son minoría (aunque, probablemente, una mayoría en el Senado) en contraste con lo que ocurría antes del ‘45, cuando la representación popular estaba en manos de la oligarquía (incluso bajo Irigoyen). Pero los Boudou les están pisando los talones. El enriquecimiento de los legisladores es una tendencia mundial; los italianos acaban de aumentarse la dieta, en pleno derrumbe económico, mientras en Grecia el ‘ajuste' no llegó al parlamento. Por eso votan como votan -entre otras razones. El poder adquisitivo del salario nominal de los ‘representantes', en Argentina, es superior al de Estados Unidos. Los ‘periodistas' de ‘6,7,8' tienen incluso un salario superior al de los legisladores. La aspiración de la pequeña burguesía ‘política' criolla es emular a la norteamericana. La bancarrota capitalista acentúa esa tendencia, porque se necesita que los representantes voten la confiscación de los trabajadores y el rescate del capital.

Democracia

"Es singularmente notable una de las medidas decretadas por la Comuna (el gobierno obrero establecido en París en 1871), que Marx subraya: la abolición de todos los gastos de representación, de todos los privilegios pecuniarios de los funcionarios, la reducción de los sueldos de todos los funcionarios del Estado hasta el nivel del ‘salario de un obrero'. Aquí es donde se expresa de un modo más evidente el viraje... de la democracia de los opresores hacia la democracia de las clases oprimidas". Lo dice Lenin en El Estado y la revolución (Editorial Polémica, Buenos Aires, 1974), subrayando que "este punto tan evidente" es "tal vez el más importante en lo que se refiere a la cuestión del Estado".

Christian Rath