La izquierda independiente del gobierno y el Partido Obrero en primer lugar fueron los ganadores sin atenuantes en las elecciones de la UBA, la primera universidad del país.
Cincuenta mil estudiantes votaron por las listas que enfrentaron, en todas las facultades, a las camarillas universitarias y al gobierno K y conquistaron nueve de los trece centros en disputa.
Para algunos, fue solamente el dato político de “la semana”. Para los que miran más lejos, es el dato central de un período político.
Como nunca, el kirchnerismo empeñó todos sus recursos para desbancar a la izquierda de la Federación Universitaria.
Pero el fracaso nunca fue mayor: la juventud le dio la espalda a un “armado” regado con los generosos recursos del Estado, pero sin ningún planteo transformador. Al fin de cuentas, los K cogobiernan la UBA con las viejas camarillas radicales “destituyentes”, transitoriamente reconvertidas al oficialismo.
Los peronistas setentistas solían decir que “la universidad no es una isla”. ¿Entonces? Saquemos las conclusiones políticas. La juventud que votó a la izquierda es la que padece la precarización laboral, cuando no la desocupación más cruda.
Es la que tiene vedado el acceso a la vivienda y a los alquileres.
Es la que soporta la inseguridad de un aparato represivo en descomposición y entrelazado con el crimen organizado. Esa juventud, por lo tanto, produjo un pronunciamiento político.
Hace sólo cinco semanas lo había hecho a la escala del país: el voto al Frente de Izquierda tuvo en los jóvenes su expresión más numerosa.
Al calor de ese impulso, las listas del PO y de la izquierda no se limitaron a “retener” los centros: aumentaron, sin excepciones, las cifras del pasado. O sea que canalizaron una tendencia de carácter general.
Es el síntoma de un desplazamiento político, que progresa a caballo de una sorda insatisfacción popular. La “indignación” de Argentina no es aún explosiva, pero para expresarse se sirve de organizaciones con un programa definido.
Saquemos las conclusiones de la victoria universitaria, redoblando el apoyo al Frente de Izquierda en todo el país.