Declaración del Frente de Izquierda
- Por el desarrollo de una alternativa política y de lucha de los trabajadores: Votá ALTAMIRA-CASTILLO
- Por el ingreso de diputados de izquierda al Congreso y a las legislaturas
El Frente de Izquierda ingresa en las elecciones generales con una importante conquista política. Gracias a un importante apoyo popular, el 14 de agosto obtuvimos 527.000 votos, lo que nos permitió superar holgadamente el piso proscriptivo del 1,5% y también la meta de 400.000 votos que nos habíamos trazado públicamente.
Un sector del electorado mostró su voluntad, a través del voto, de que la izquierda -de inocultable protagonismo en las luchas obreras, estudiantiles y barriales- pueda participar de las elecciones de octubre con sus candidatos y su programa.
Se demostró, por supuesto, el acierto político de haber formado el Frente de Izquierda y de los Trabajadores, uniendo las expresiones de la izquierda que defienden una política independiente del gobierno, los capitalistas y su Estado.
Lo que se viene
La victoria alcanzada por nuestro Frente cobra mayor valor de cara a dos situaciones decisivas para el futuro de los trabajadores y los explotados: por un lado, el agravamiento de la crisis mundial capitalista y, por el otro, las limitaciones sociales insuperables del llamado “modelo” kirchnerista.
En todo el mundo los gobiernos capitalistas buscan descargar la crisis sobre la clase obrera, que resiste estos ataques en Grecia, España, Gran Bretaña o Italia, entre otros. En Chile, el país al que suele presentarse como “modelo”, tanto por parte de derechistas como de centroizquierdistas, los estudiantes están dando un gran ejemplo de lucha por imponer la educación gratuita.
Para los trabajadores y jóvenes de nuestro país que deberán enfrentar las salidas reaccionarias que oficialistas y opositores preparan ante esa crisis, el Frente de Izquierda postula el desarrollo de una gran fuerza política de los trabajadores, independiente de los partidos capitalistas.
Las elecciones del 14 de agosto sancionaron el derrumbe de los Alfonsín, Duhalde y Carrió, cuyo programa todos conocemos: liberación de precios, tarifazos, contención del salario y mano dura contra los que pretendan oponerse a ello.
Ahora que ellos han quedado fuera de juego en la carrera presidencial, el gobierno no podrá reclamar el apoyo de los trabajadores en nombre de la “lucha contra la derecha”. Menos aún, además, cuando el propio gobierno acaba de imponer un salario mínimo que no llega al 40% de la canasta familiar y mantiene firme la miseria jubilatoria, mientras los fondos de la Anses siguen pagando la deuda externa y subsidian a los capitalistas.
Ante el hundimiento de los otros opositores patronales, aparece como sustituto el actual gobernador de Santa Fe Hermes Binner, candidato del Frente Progresista. Pero de progresista no tiene nada. A quien quiera oírlo, ha expresado su posición en favor de la liberación de precios agrarios y la devaluación de la moneda, o sea, el programa de los intereses capitalistas agroindustriales de la provincia que gobierna hace ocho años, junto al partido de Ricardo Alfonsín.
Qué planteamos
En oposición a quienes rescatan a los capitalistas a costa de los que trabajan, el Frente de Izquierda concurre a esta campaña electoral con un programa de lucha por la defensa integral de las conquistas obreras y populares a costa del capital.
Ante el deterioro del salario, el Frente de Izquierda lucha por un salario mínimo igual al costo de una canasta familiar, y por su indexación mensual automática frente a la inflación.
Frente a un 40% del trabajo en negro, precarizado o tercerizado, el Frente de Izquierda lucha por el pase de los trabajadores contratados a planta, y la vigencia del convenio más favorable en cada industria o establecimiento.
En la Argentina donde la plata de jubilados y trabajadores sostiene a especuladores y hasta multinacionales, el Frente de Izquierda plantea que la Anses sea colocada bajo control de trabajadores y jubilados, para asegurar el pago del 82% móvil.
El Frente de Izquierda plantea el no pago de la deuda externa para satisfacer las enormes demandas populares.
El Frente de Izquierda quiere recuperar los sindicatos para los trabajadores, terminando con la lacra de la burocracia sindical de los Pedraza, Zanola, Moyano, Martínez o Barrionuevo, que han copado las organizaciones obreras en su propio beneficio y liquidado la democracia sindical. Defendemos a los delegados antiburocráticos de base, contra toda persecución laboral o penal: no a los desafueros, desprocesamiento de todos los luchadores.
Ante la crisis de vivienda, que convive con el acaparamiento de tierras por parte de los grupos sojeros, mineros o inmobiliarios, el Frente de Izquierda plantea: impuestos progresivos a las viviendas ociosas; puesta a disposición y expropiación de tierras públicas y privadas necesarias para el desarrollo de un plan de viviendas populares; urbanización de villas y asentamientos.
Frente a la confiscación cotidiana que soportan los trabajadores a través del régimen impositivo, el Frente de Izquierda plantea la eliminación de los impuestos al consumo y al salario, y su reemplazo por impuestos progresivos a los beneficios capitalistas, a sus rentas y patrimonios.
Frente al saqueo de las privatizadas, de los recursos naturales y la fuga de capitales, el Frente de Izquierda plantea la reestatización de todas las privatizaciones, la nacionalización de la banca y el comercio exterior, los recursos energéticos e industriales fundamentales -sin resarcimiento a sus vaciadores-, así como la gestión de la economía nacional bajo la dirección colectiva de los que trabajan.
Frente a las luchas que libran la clase obrera y la juventud en distintos países, el Frente de Izquierda llama a la solidaridad internacionalista con los “indignados” españoles, con los trabajadores de Grecia, Gran Bretaña e Italia y con el movimiento estudiantil y la clase obrera chilena.
Los nuevos desafíos
El Frente de Izquierda postula estos puntos programáticos, entre otros, para las elecciones de octubre, teniendo la autoridad de ser la única fuerza política que los defiende cotidianamente en las fábricas, en los lugares de trabajo y de estudio y en las barriadas. Somos parte constitutiva de la lucha de los trabajadores y el pueblo, y nuestras listas están integradas por trabajadores y jóvenes.
Desde el progreso alcanzado -obteniendo diputados de izquierda en Neuquén, renovando la banca en Córdoba, conquistando otra en el Concejo de Capitán Bermúdez y derrotando el piso de las internas el pasado 14 de agosto-, nos planteamos ahora nuevos desafíos.
En primer lugar, desarrollar al Frente como una alternativa política de la clase trabajadora. Frente a la oposición derrotada de los Alfonsín y los Duhalde, convocamos a la clase obrera, la juventud y los luchadores a desarrollar una oposición de izquierda y de los trabajadores al kirchnerismo, que batalle por conquistar a una mayoría de la clase obrera y de los explotados a la lucha por una transformación social.
Como parte de este objetivo, en este turno electoral, y con la fórmula Altamira-Castillo, vamos a la pelea por colocar diputados obreros y socialistas en el Congreso, las legislaturas y los concejos -una posibilidad que ha quedado particularmente planteada en Buenos Aires, Capital Federal, Córdoba y Salta.
En agosto, convocamos al voto al Frente de Izquierda para romper el monólogo de los partidos capitalistas en la elección general. Ahora, llamamos a terminar con otro monólogo -el del Congreso -con el ingreso de diputados del Frente de Izquierda.
Frente de Izquierda y de los Trabajadores (Izquierda Socialista - Partido Obrero - Partido de los Trabajadores Socialistas)