En el cordón de las Sierras Chicas, en Punilla y en otros lugares de la provincia, la crisis hídrica llegó a su punto más crítico. Los diques están en niveles récord de bajante. En localidades como Salsipuedes, La Granja y otros, los ríos se secaron. Los cortes y restricciones al consumo de la población llegaron al máximo posible. Si bien en los últimos años la provincia y los municipios desarrollaron algunas obras que apuntaban a mitigar los efectos de la crisis hídrica, esta sigue avanzando. ¿Por qué? Porque en los últimos seis años asistimos a una explosión de la especulación inmobiliaria.
Las lomas, los bosques nativos y campos de la provincia se transformaron en nuevos loteos, barrios privados, countries o complejos de cabañas. Como ejemplo: sólo en Mendiolaza, el cuarenta por ciento (40%) de la población vive en countries. Localidades como Río Ceballos y Unquillo abastecían de agua a sus pobladores desde el dique La Quebrada, que históricamente tuvo capacidad para aproximadamente 11 mil conexiones. Y en los últimos años se otorgó factibilidad de agua a más de 5 mil nuevos lotes. La factibilidad de agua es la clave para vender los lotes. Ningún municipio las ha negado. Actualmente, se desarrolla una lucha en la ciudad de Mendiolaza, porque el municipio pretende otorgar el permiso para la construcción del emprendimiento El Torreón, un loteo con centro comercial y cancha de golf con 18 hoyos, un total de 280 hectáreas. Sólo para la mantenimiento de la cancha se calcula que se necesitarán 700 mil metros cúbicos de agua por año, el equivalente al suministro para una población de 15 mil habitantes. Hace unos días, uno de los responsables de la situación, el empresario Bugliotti, anunció que obtendría la financiación por parte de la Nación para la construcción de un acueducto para las Sierras Chicas.
El hecho de que haya sido el especulador inmobiliario el que hizo el anuncio de la supuesta nueva obra pública, da cuenta de hacia dónde se dirige el beneficio: Bugliotti construye un megaemprendimiento en la ciudad de Salsipuedes. Los intendentes de la zona y el gobierno provincial no abren la boca al respecto. La crisis hídrica se profundiza. Sin embargo, los gobiernos siguen tirando de la cuerda en beneficio de un puñado de capitalistas. Ya el año pasados el PJ, la UCR y Juez votaron en la Legislatura la mal llamada "ley de bosques" cuyo nombre real debería ser ley de desmonte, y lo hicieron por cuenta y orden de los pulpos sojeros. El acueducto anunciado por Bugliotti tomaría agua del río Carnero, de Colonia Caroya. Esta noticia abrió una puja de intereses entre los capitales inmobiliarios y los sojeros.
El intendente de Colonia Caroya ya planteó su oposición, dado que esto privaría a los sojeros de la explotación de 4 mil hectáreas. Este hecho debe ser tenido en cuenta por las asambleas de vecinos que comenzaron a surgir por toda la región en defensa del agua y el ambiente, para levantar un programa de independencia frente a los intereses de los pulpos sojeros e inmobiliarios.
Sobre la base de esta caracterización, desde la izquierda proponemos el siguiente programa de salida:
- Preservación y recuperación de los bosques con las especies nativas verdaderas fábricas de agua.
- Derogación de la ley de desmonte y aprobación del proyecto consensuado en la comisión de ecología de la Legislatura cordobesa.
- Suspensión de factibilidad a cualquier nuevo loteo.
- Poner fin al acaparamiento privado del suelo para la especulación, declarándolo de utilidad pública.
- Impuesto progresivo al capital inmobiliario y sojero, destinado a solucionar integralmente la crisis hídrica.
- Sistema de provisión de agua unificado, estatal y bajo control de usuarios y trabajadores.
Adrián Flores