6 de octubre de 2011

Presupuesto 2012: Van por el ajuste

El comienzo de los debates del presupuesto 2012 vino con una novedad política. Más allá de las críticas que hicieron al proyecto oficial, los opositores no presentarían un proyecto alternativo y se abstendrían a la hora de votar. El Frente Amplio de Binner también reclamará modificaciones en particular. En 2010, la misma circunstancia terminó en un escandalete y el presupuesto salió por decreto. ¿Qué cambió de entonces a hoy? Un estudio de la asociación de especialistas en presupuesto señala que el proyecto actual incrementa los ingresos en un 23%, mientras que los gastos suben sólo un 18%. Pero la brecha entre ingresos y gastos será seguramente mayor, para “recuperar el superávit fiscal”. Federico Pinedo, el jefe parlamentario del PRO, consideró al proyecto 2012 como “más serio que el del año pasado” (Cronista, 28/9). En el Council of Americas, Boudou anunció “la vuelta al superávit primario” -o sea un presupuesto de ajuste. En la fila de los “ingresos” seguirán revistando los recursos de la Anses. Del mismo modo, no se ha contemplado corrección alguna del mínimo no imponible, lo que hace prever otro impuestazo sobre el salario.

Endeudamiento

El presupuesto contempla destinar 5.700 millones de dólares de las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa; prevé, a su vez, el pago de anticipos al Club de París por la deuda externa contraída bajo la dictadura. Pero en vistas de la caída del superávit comercial y la salida de capitales, el gobierno sólo podría pagar deuda contrayendo otra mayor: Boudou anda peregrinando por los foros financieros con ese objetivo.

Pero esta pretensión de endeudamiento también puede acabar en un “dibujo”. Varias provincias deficitarias (Buenos Aires, en primer lugar) no están consiguiendo tomar deuda ni siquiera pagando tasas usurarias. De paso, se pone en evidencia que los Estados provinciales están en quiebra.

A la luz de lo anterior, es bien probable que los gastos del presupuesto no estén “subestimados” -como ha señalado Lozano. La pauta de aumentos salariales y gastos sociales menores a los del año anterior es el único aspecto del proyecto que no sería un “dibujo”, sino que es la evidencia de una orientación ajustadora. Por su parte, las reducciones de subsidios a los privatizadores serán compensadas con aumentos de las tarifas. Todo esto explica que los representantes parlamentarios de Alfonsín, Duhalde y Macri hayan bajado los decibeles de sus críticas al presupuesto 2012.


Marcelo Ramal