Mariano Recalde, Schiavi y De Vido saben perfectamente que existen la mitad de los aviones que tenía Aerolíneas y saben, además, que de los existentes, sólo el 50% está en condiciones de volar El resto está parado por el no cumplimiento de pautas de mantenimiento establecidas que llevan más de 10.000 horas de vencimiento -producto exclusivo de la incapacidad de las gerencias técnicas. El gremio de técnicos, Apta, denuncia que no se sabe el destino de "2.100 millones de dólares imputados a la construcción de dos hangares que no están, a un bando electrónico de prueba y a motores que tampoco están".
El gobierno pretende que los técnicos hagan la vista gorda despachando vuelos en condiciones técnicas vencidas, poniendo en riesgo la seguridad de tripulaciones y pasajeros.
Así como Aníbal Fernández acusaba a los ferroviarios de sabotaje, Recalde repite el discurso acusando a los técnicos del derrumbe de Aerolíneas y los chantajea con el quite de personería del sindicato, para no cumplir las resoluciones técnicas que evitan que se produzca en Aerolíneas una nueva Lapa.
El pasaje de doce controladores al área militar apunta en la misma dirección. El pasaje de los controladores a la aviación civil fue festejado por el propio gobierno como la democratización en el área aeronáutica. Para los más "fanáticos" kirchneristas, el pasaje de los controladores fue equivalente a bajar el cuadro de Videla de la Esma. Estamos en una plena regresión de las libertades democráticas y gremiales de esos trabajadores. Aunque como acostumbra el gobierno, la medida es de "efecto": una docena de controladores no cambia en absoluto el desbarranque de la falta de inversión -factor central del conflicto.
Los trabajadores no son los responsables
Desde hace décadas, Aerolíneas tiene el primer lugar en seguridad aérea, resultado del compromiso de los técnicos de mantenimiento. Los trabajadores no quieren encubrir la irresponsabilidad de la actual gestión, la que paraliza la inversión en mantenimiento y terceriza mandando aviones a reparar a Costa Rica, mientras fusiona turnos en Austral.
No fueron los técnicos los que en los '80 llevaron a la ruina a Aerolíneas para luego entregarla en los '90, en una operación fraudulenta, a los privados. Por el contrario, fueron los trabajadores los que denunciaron el vaciamiento de Iberia y Marsans, que robaban nuestros repuestos para ponerlos en los aviones españoles.
De nada han servido tres años de "paz social" de la dirección de Cirielli en apoyo a la gestión estatal. Apta ahora debe responder a esta amenaza del gobierno de sabotaje y de quite de personería apelando a la decisión democrática de los técnicos y convocar a asambleas de sector que se pronuncien en repudio a estos ataques y preparen una asamblea general de todos los técnicos.
Se hace imprescindible la coordinación con el resto de los trabajadores de los gremios aeronáuticos para dar una respuesta conjunta. Todas las direcciones sindicales aeronáuticas deben pronunciarse contra este ataque a los trabajadores.
No al lock-out patronal. Que se restablezcan inmediatamente los vuelos internacionales. No a las privatizaciones parciales o encubiertas. No a la tercerización del mantenimiento. No a la fusión de turnos con Austral. Apertura de los libros de Aerolíneas y Austral para la revisión de toda la gestión Recalde, de sus nombramientos y despidos, de sus compras, del destino de los 2.100 millones de dólares denunciados por Apta e incluso de las tratativas con los vaciadores de Marsans y sus números, quienes al día de hoy son formalmente dueños de la compañía.
Necesitamos que Aerolíneas Argentinas deje de ser un campo de experiencia piloto de la gestión de La Cámpora y esté controlada por quienes son los únicos que la pueden recuperar: los propios trabajadores.
Aeronáuticos del Partido Obrero
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‘Nac & Pop' remilitarizan control aéreo
La re-militarización de los controladores aéreos (decreto 1840 de CFK) ha sido acompañada por el pedido de suspensión de la personería gremial a Apta -el sindicato que agrupa al personal técnico de los talleres de aerolíneas.
Los técnicos y controladores enfrentan un vaciamiento del mantenimiento de aviones y denuncian los negociados de La Cámpora. El sindicato había rechazado una conciliación obligatoria, con el argumento de que no estaba desarrollando medidas de fuerza.
Asamblea general ya de los técnicos aeronáuticos. Unidad de todos los gremios aeronáuticos en defensa de Apta. Que la CGT y la CTA se movilicen. Defendamos los sindicatos, las paritarias y el derecho a la lucha.
Néstor Pitrola
