Responsabilizamos al gobierno provincial y a Pihén
Fuera la policía y las patotas de los hospitales
La brutal agresión contra no más de 20 trabajadores del Hospital Rawson a manos de una patota dirigida por la conducción del Sep es una acción orquestada y programada para quebrar la lucha de los trabajadores en defensa de la salud pública.
El gobierno mandó primero la policía para amedrentar, cuando esto no dio resultado, apareció una patota integrada en su mayoría por “barra bravas” y “punteros” que no son trabajadores, los cuales se encontraban fuertemente armados con palos, piedras e incluso portaban armas de fuego. La patota tenía “marcados” a los activistas, a los cuales amenazó de muerte.
Estamos en presencia de una tercerización de la represión a la protesta social. La misma no fue ejecutada por el poder político directamente, pero la policía que hace días ha inundado los hospitales con la función de intimidar a los trabajadores, dejó el camino libre para que la patota actuara libremente. No ha habido un solo detenido, cuando los hechos se produjeron en la narices de la fuerza policial. Los periodistas y los trabajadores estatales y docentes que se movilizaban (todos ellos también golpeados) son testigos de este accionar.
El principal responsable del hecho es el secretario general del SEP, José Pihén, quien actúa por cuenta y orden del gobierno provincial, el cual también integra como legislador por el oficialismo. No sólo no defiende los derechos de los trabajadores, sino que busca suprimirlos.
Hechos similares terminaron con la vida del joven militante Mariano Ferreyra hace pocos más de un año, cuando una patota, similar a la que hoy operó, montada por la Unión Ferroviaria de José Pedraza, atacó a los trabajadores tercerizados ferroviarios. Los hechos que hoy se sucedieron no terminaron de la misma forma por pura casualidad. Sólo por suerte no estamos lamentando en estos momentos un “exceso” de la patota.
Desde el Partido Obrero en el Frente de Izquierda repudiamos el brutal ataque perpetrado y exigimos el juicio y castigo a todos los responsables políticos, intelectuales y materiales, en primer lugar del Ministro de Salud, Oscar González, y del secretario general del Sep, José Pihén.
Exigimos también la plena satisfacción de todos los reclamos de los trabajadores de la salud, estatales y docentes.