Por un juicio único y que comience ya
En los primeros días de febrero, la Justicia decidirá sobre nuestro pedido de unificación de las dos causas vinculadas con el crimen de Mariano: la que juzga a Pedraza y su patota, y la que involucra a los policías que liberaron la zona de Barracas. Al pedir un juicio único, estamos reclamando que los responsables sean juzgados como parte de una articulación criminal, la cual contó con la participación necesaria de la burocracia sindical, el aparato estatal y los empresarios del ferrocarril privatizado.
Después de nuestro pedido, los defensores de Pedraza se manifestaron "a favor" de la unificación. Especulan con que sirva de pretexto para demorar el juicio y reforzar, en el interín, las presiones por la excarcelación de Pedraza. Significativamente, la Cámara de Casación no se ha pronunciado sobre el pedido presentado por los abogados de Pedraza en favor de su libertad. La mora de Casación -un tribunal que ha quedado en manos de jueces kirchneristas- le abre espacio a las presiones que los abogados de la burocracia (y de la propia Unión Ferroviaria) despliegan por la excarcelación de su jefe.
El planteo de que la unificación de las causas lleva "inevitablemente" a la postergación del juicio no soporta ningún argumento, ni siquiera administrativo. Las pruebas de instrucción de uno y otro juicio son, en muchos casos, idénticas, por lo que no haría falta más de un mes para ordenarlas y arrancar en un juicio único. Los argumentos "administrativos", por lo tanto, forman parte del campo de maniobras que buscan la postergación del juicio y la libertad de Pedraza. En cualquier caso, es muy claro que las mayores chances de que Pedraza sea no ya liberado, sino incluso absuelto, reposan en un juicio "desguasado", donde el plan criminal que terminó con la vida de Mariano termine disuelto en las responsabilidades aisladas de algunos lúmpenes o barrabravas.
La burocracia y el gobierno
Los movimientos en torno de la causa de Mariano tienen que ser vistos a la luz de la crisis política y, en particular, de la relación entre el gobierno y la burocracia sindical. Moyano ha cruzado ataques con el gobierno, pero se ha cuidado muy bien de preservar un frente común con toda la burocracia en torno de la defensa de sus cajas y negociados. Moyano saludó la libertad de Zanola, en una cuestión -la de los medicamentos truchos- que está en el mismo campo de las empresas moyanistas o, por supuesto, de las cooperativas de tercerizados de Pedraza. Los diputados de Moyano extendieron este frente al sojero Venegas, al oponerse a que la caja del Renatre pase a manos del Estado. Moyano no va a sostener su permanencia en la CGT con una defensa colectiva del salario de los trabajadores frente al "ajuste", sino a través de la defensa de las cajas de todos los burócratas. Ese frente único no excluye a Pedraza, quien sigue al frente de la Unión Ferroviaria y, por lo tanto, incidirá en la sucesión de la CGT.
Mientras tanto, el gobierno usa los expedientes judiciales de la burocracia como una carta extorsiva para avanzar en su política de ajuste. Para unos y otros, la causa de Mariano se juega en esta conspiración contra la clase obrera y sus intereses.
Campaña política
A partir de esta caracterización, no caben dudas de que el juicio de Mariano debe ser parte de una intensa campaña política, donde la lucha por el juicio y castigo a los responsables esté ligada a la defensa de los reclamos y conquistas obreras, así como a la denuncia de la burocracia sindical, que no se levanta contra el ajuste sino en defensa de sus cajas, negociados y crímenes.
Planteamos: 1) la defensa de un juicio único, que permita sacar a la luz todos los vínculos del plan criminal contra los tercerizados y quienes los apoyaban; 2) que ese juicio comience Ya; no hay razón para dilaciones "administrativas"; denunciamos el carácter político de esas postergaciones, que buscan facilitar la excarcelación de Pedraza; 3) Pedraza debe seguir preso, por la acción sistemática (aprietes, sobornos) que ha desplegado en favor de su impunidad y la de su patota.
Preparemos el inicio del juicio con una agitación política en torno de estos puntos.
Marcelo Ramal