La seguridad democrática y el Estado policial
Nilda Garré, la ministra de Seguridad, convocó a una conferencia de prensa para negar la existencia del Proyecto X y el espionaje organizado a los luchadores populares. La operación mediática terminó en un bochorno. La ministra pretendió que no había existido lo que todo el mundo vio por TV: que la Gendarmería Nacional infiltró con personal de civil las manifestaciones de apoyo a la lucha de Kraft y produjo informes detallados sobre sus protagonistas. El jefe de la Gendarmería, Schenone, reconoció que ese material se encontraba en un Centro de Reunión de Información de Campo de Mayo, en el marco del denominado Proyecto X. La ministra intentó zafar mediante la presentación de una auditoría hecha por la Dirección General de Inteligencia Criminal de su propio ministerio, o sea ella misma.
Garré vinculó a Proyecto X con la inteligencia de delitos complejos. Horacio Verbitsky ya había admitido que Schenone es un hombre de la DEA. Dejó al desnudo, así, la colaboración íntima entre los aparatos de seguridad de Argentina y Estados Unidos -lo cual explica cómodamente la sanción de la ley antiterrorista. Garré no respondió a la contradicción de que un organismo para delitos complejos haya presentado a la Justicia informes obtenidos de la infiltración a las luchas populares.
Garré admitió que existe una unidad de Gendarmería dedicada a la inteligencia en los conflictos sociales denominada Unidad Especial de Investigación y Procedimientos Judiciales (Uesprojud), que funciona en Campo de Mayo. Reconoció un total de 1.200 actuaciones, de las cuales 938 fueron a pedido de la Justicia; o sea, que además de su trabajo sucio propio, también la Justicia viola la prohibición de espiar a la ciudadanía. Los jueces en cuestión deberían ser sometidos a juicio político.
En ningún momento, Garré intentó explicar por qué en los informes aparece la filiación política de los manifestantes y su caracterización política. La aparición del nombre de un militante que había fallecido meses antes del conflicto, prueba la existencia de una base de informes previa. Tampoco se refirió a las denuncias de espionaje de la Gendarmería en provincias como el Chaco y Misiones, realizadas por Barrios de Pie.
Ya sea Proyecto X, según la versión del jefe de la Gendarmería, o Uesprojud según la ministra, o quizás ambos, el espionaje estatal ha sido confirmado y hasta ratificado. En una carta de la propia ministra dirigida a los militantes K, que fue subida a su cuenta de Facebook, admite que "hubo otros que intentaron desmerecer la calidad de la prueba producida por los organismos de seguridad federales, bajo mi mando, como estrategia de defensa en los tribunales donde se los ha imputado de delitos y procesado". Es decir que la los organismos de seguridad producen pruebas para procesar a los luchadores populares. El gobierno de los derechos humanos ha perfeccionado los mecanismos de espionaje y conspiración contra el pueblo y sus organizaciones.
A pocas semanas de un nuevo aniversario del 24 de Marzo, preparemos una gran movilización contra el gobierno responsable del espionaje y la represión contra el pueblo.