"El día antes del Festival vinieron unos policías y nos llevaron a la Comisaría. Éramos cinco pibes y no nos dieron la posibilidad de irnos por nuestros medios. Nos detuvieron cuatro días y nos largaron" (El Diario del Sur, 23/2). El que cuenta esto es Jonathan un limpiavidrios de 20 años que trabaja en las esquinas de la ciudad de Villa María.
Es vox populi que la detención de los limpiavidrios respondió a la decisión de "limpiar" la ciudad de "indeseables" mientras se desarrollaba el Festival de Peñas, un negocio explotado por el municipio y varios socios.
La Vacap (Víctimas contra el abuso policial) denunció que los jóvenes terminaron "en verdaderos espacios de torturas como son los calabozos de la UR8, que han sido reprobados por la dirección de derechos humanos de la provincia, por la jueza y fiscal de cámara en 2008, y por nuestra organización en reiteradas oportunidades". Para ello se les aplicó el código de faltas por "merodeo".
Entre el intendente K, Accastello, y la policía hicieron lo mismo que Cacciatore, el intendente de la dictadura, en el Mundial 78 que sacó de las ciudad de Buenos Aires a los mendigos; Bussi en Tucumán también durante la dictadura "barrió" a los linyeras a la frontera con Catamarca.
Repudiamos el hecho y exigimos el total esclarecimiento del mismo y el castigo a los responsables.
Mónica Sonzini