31 de mayo de 2012

EL AGUINALDO EN PELIGRO

Cuando falta todavía un mes largo, los gobiernos de las principales provincias ya están anunciado que ‘desdoblarán’ el pago del medio aguinaldo. La dilación en el pago de los salarios, quincenales o mensuales, ha comenzado de todos modos -incluso en numerosas empresas.

No es casual, entonces, que el ministro Tomada le haya ‘pegado’ a su vice por el anuncio de que el gobierno reduciría el impuesto al salario mediante una elevación del mínimo no imponible.

Esa elevación sería, de cualquier modo, por un porcentaje ridículo. Los salarios financiarán cada vez más el ‘modelo’ bajo el disfraz de la pesificación.

La política para que los trabajadores paguen la crisis fiscal y la fuga de capitales se manifiesta ahora en un enfrentamiento intra K: la burocracia sindical de la Afip, ultra K, denuncia al ultra K Echegaray por ‘pisar’ las paritarias del sector.

Los capitalistas y los terratenientes son tratados de otro modo.

En la provincia de Buenos Aires hay una pelea ruidosa, es cierto, pero porque Scioli quiere aumentar la valuación fiscal de las tierras agrícolas en un 50 por ciento, cuando su precio de mercado aumentó, desde el último revalúo, un 500/600 por ciento.

Los ruralistas salieron a quejarse para conseguir que el aumento se aplique de a poco, como ocurre en la provincia de Santa Fe, gobernada por la coalición de Binner y la CTA de Lozano y De Gennaro.

Los K van a otra ‘pelea’ contra ‘el campo’ por una recaudación anual de dos mil millones de pesos -una gota en el océano del déficit fiscal de la Nación y las provincias.

Si es como dijo la Presidenta que los empresarios se han llevado dinero con palas, entonces, que ellos paguen la crisis.

Paritarias libres, abajo el impuesto al salario y a las jubilaciones, recuperación de las asignaciones familiares, cobro de los salarios (y del medio aguinaldo) en fecha, ajuste por inflación.

Salario mínimo igual al costo de la canasta familiar; 82% móvil para las jubilaciones.

Ningún despido ni suspensión. Reparto de las horas de trabajo sin afectar el salario de bolsillo.

Que la CGT lance un plan de lucha y que convoque a un congreso de trabajadores para elaborar un plan alternativo a la fraudulenta pesificación oficial.