Abajo el tarifazo
El incremento del costo de los pasajes de colectivos y de trenes anunciado por Randazzo supera, respectivamente, el 80% y el 100%. Sigue la línea de Macri, quien en los primeros meses del año incrementó el pasaje del subte en un 127%.
El aumento del pasaje de colectivos irá a engrosar los beneficios de empresarios como Cirigliano, sin la menor investigación de los costos ni del uso que hicieron de los subsidios que el tarifazo vendría a reemplazar.
Aunque el tarifazo solamente alcanza a los usuarios que no tienen la tarjeta Sube (dos millones de personas de la zona metropolitana no cuentan con ella) a quienes hay que sumar los que vienen de las provincias. Pero como el gobierno congela los subsidios estatales en los actuales niveles -aproximadamente 1.300 millones mensuales-, de ahora en más los incrementos de costos operativos o salariales deberán ser enfrentados con nuevos aumentos.
Randazzo hace el anuncio en las vísperas de las negociaciones paritarias de los trabajadores del subterráneo y de los choferes de la UTA de la zona metropolitana. En el caso de Metrovías, la paritaria se encuentra vencida desde hace meses. Los trabajadores exigen un aumento del 28%, entre otros reclamos. Lo dicho para los aumentos de salarios vale para los incrementos de los costos; en especial, los referidos al combustible, sobre todo en vista al tarifazo que reclama YPF para poder desarrollar nuevas exploraciones.
¿Y la agencia?
El anuncio del aumento prescindió totalmente de la Agencia de Transporte Metropolitano formada por la Nación, por la Ciudad y por la provincia de Buenos Aires. La generalización del tarifazo, sin embargo, deberá tenerla en cuenta, para que el mazazo no sea adjudicado al gobierno nacional. Por eso, el gobierno anunció que de ahora en más serán las provincias y los municipios los que fijen tarifas o nuevos subsidios.
En el interior del país, asistimos a una crisis del transporte público de enormes dimensiones. Es lo que puede ocurrir en el transporte que depende de los municipios del conurbano, que están totalmente quebrados e, incluso, en el transporte de la zona metropolitana.
El gobierno dilapidó miles de millones de pesos en subsidios para mantener a capitalistas parasitarios y a los capitales industriales, quienes han pagado salarios nominales inferiores a los que habrían correspondido sin el subsidio a los consumos. Ahora que esos subsidios llevaron a la quiebra al Estado, el costo de la crisis recaerá sobre los trabajadores. Contra esta política planteamos: abajo el tarifazo, apertura de los libros de los Cirigliano, Roggio y compañía; nacionalización del transporte bajo control de los trabajadores, desarrollo de un plan de inversiones financiadas con impuestos al gran capital y que se garanticen en las paritarias los incrementos salariales reclamados por los trabajadores.
Gabriel Solano