Un paso más en el armado de una fuerza de choque al servicio de un gobierno que rema, impotente, contra una crisis que lo desborda. Cristian Favale, uno de los asesinos de Mariano Ferreyra, en los actos oficialistas dentro del penal y afuera también.
Poco importa que Eduardo Vázquez, ex baterista de Callejeros, haya salido de la cárcel aún antes de que se lo condenara a 18 años de prisión por quemar y matar a su mujer, y que lo haya hecho junto con Rubén “Oveja” Pintos, recién condenado a perpetua por el asesinato del barrabrava Gonzalo Acro, de Los Borrachos del Tablón; y con Pablo Díaz, también condenado reciente por violar y asesinar a la adolescente Soledad Bargna. Poco importa que se haya violentado la ley, porque -como explica Eugenio Zaffaroni- las salidas transitorias sólo son aplicables a detenidos que hayan cumplido la mitad de su condena. Poco importa porque, después de todo, debería ser materia de debate la existencia misma de las cárceles y del Código Penal.
“¿Les habrían dado esas salidas a los presos si las pedía el Polo Obrero?”, preguntó el periodista Marcelo Zlotogwiazda. Seguro que no: Victoria Donda, del FAP, denunció que ellos pidieron varias veces salidas transitorias de presos en condiciones legales de obtenerlas, y se las negaron. También importa poco. La arbitrariedad del kirchnerismo se ha transformado ya en una banalidad, en un hacer cotidiano.
El problema de fondo en este caso es que entre La Cámpora y agrupaciones afines; el jefe del Servicio Penitenciario Federal, el murguero Víctor Hortel y algunos jueces “de la servilleta” han organizado una herramienta de reclutamiento para la formación de grupos de choque afines al oficialismo.
El dato en ese sentido lo da, si se quiere, la presencia de Cristian “Harry” Favale, barrabrava, uno de los asesinos de Mariano Ferreyra, en los actos de Vatayón Militante en el penal de Ezeiza y en la ex cárcel de mujeres en San Telmo. Favale con el Vatayón Militante indica una continuidad con aquellas fotos que se sacó con Amado Boudou y Sandra Russo en las peñas K de la confitería La Puerto Rico.
El reclutamiento de presos
La cooptación de reclusos es especialmente perversa, porque apunta a un sector en extremo vulnerable: el del marginal apresado.
Es lo contrario de la reinserción social de los detenidos, en cuanto refuerza la idea que la existencia ha internalizado en ellos: la de la mera supervivencia al costo que sea. Conviene recordar que Favale salió a matar para que le dieran a cambio un puesto de empleado ñoqui en el ferrocarril. Cierto es que ahora, según la Presidenta, los barrabravas ya no son tales, sino muchachos llenos de “pasión”, por los que ella siente “el mayor respeto”.
En definitiva, la crisis degrada al bonapartismo tardío y hace que en él empiece a predominar su concepción lumpen de la política. Esa concepción ya se vio en la constitución de aquella mutual de barrabravas que fue Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), una organización de patoteros vinculada con Compromiso K, de Rudy Ulloa (él mismo un lumpen, que de chofer de Néstor Kirchner devino en poderoso empresario) y Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la presidencia y socio político del director del Servicio Penitenciario Federal. Marcelo Mallo, un matón vinculado con Alicia Kirchner, está en las dos agrupaciones y es el nexo entre una y otra. Mallo también fue la bisagra de la asociación de la cuñada presidencial con el narcotraficante Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, de San Martín, candidato a intendente de ese partido por el Frente para la Victoria antes de ser detenido y condenado por su comercio con estupefacientes.
Carceleros “ejemplares”
La Presidenta no se privó de tocar otro extremo: calificó de “ejemplar” al Servicio Penitenciario Federal, organización criminal si las hay. Obviamente, sus dichos son una cobertura grosera al reclutamiento de patoteros en las prisiones. Esa cooptación se mide también en dinero: desde 2007, el presupuesto del SPF se ha multiplicado por cuatro. También se han multiplicado las torturas y vejámenes a los presos, la transa de drogas y de todo tipo de sustancias prohibidas murallas adentro.
La condición “ejemplar” del SPF ha sido desmentida por el CELS que dirige Horacio Verbitsky -quien no puede ser sospechado de “destituyente”. En su último informe, el CELS habla de “infierno” para referirse a la situación en las cárceles federales, y subraya el incremento de las torturas y de las muertes violentas en los pabellones. He ahí la verdadera política de “reinserción social” de los reclusos por parte del kirchnerismo.
Sumido su gobierno en una crisis de fondo porque “el mundo se nos cayó encima”, CFK -perdido el rumbo- no deja de sumar papelones. En una de las últimas cadenas nacionales, dijo: “Me tocó también a mí inaugurar una importante cárcel modelo, en el noroeste, en Salta, hace muy poco tiempo, hará un año o un año y medio, donde realmente está el pabellón de mujeres, el pabellón de hombres, y es una cárcel modelo nacional”.
La Presidenta se refería al Centro Federal Penitenciario Noroeste Argentino I, en Salta, que debía reemplazar a las unidades 8, 16, 22 y 23, las que sin embargo, siguen en funciones.Sobre esa cárcel “modelo” dice el CELS: “…en agosto (de 2011), a poco tiempo de su inauguración, hubo una primera huelga de hambre en la unidad femenina, y en diciembre otra protesta similar en el sector masculino. En ambas oportunidades se reclamaba asegurar la posibilidad de comunicación con las familias y el aumento de las raciones alimentarias. Además, hubo denuncias por las ‘invasivas y excesivas prácticas de requisa personal, desnudo total y flexiones’ a las que son sometidas las mujeres cada vez que ingresan y egresan del pabellón”.
Los K, de acuerdo con los tiempos, no van a las cárceles a “reinsertar” a nadie, sino, precisamente, a cooptar matones para “tercerizar” la represión.
A. Guerrero
Poco importa que Eduardo Vázquez, ex baterista de Callejeros, haya salido de la cárcel aún antes de que se lo condenara a 18 años de prisión por quemar y matar a su mujer, y que lo haya hecho junto con Rubén “Oveja” Pintos, recién condenado a perpetua por el asesinato del barrabrava Gonzalo Acro, de Los Borrachos del Tablón; y con Pablo Díaz, también condenado reciente por violar y asesinar a la adolescente Soledad Bargna. Poco importa que se haya violentado la ley, porque -como explica Eugenio Zaffaroni- las salidas transitorias sólo son aplicables a detenidos que hayan cumplido la mitad de su condena. Poco importa porque, después de todo, debería ser materia de debate la existencia misma de las cárceles y del Código Penal.
“¿Les habrían dado esas salidas a los presos si las pedía el Polo Obrero?”, preguntó el periodista Marcelo Zlotogwiazda. Seguro que no: Victoria Donda, del FAP, denunció que ellos pidieron varias veces salidas transitorias de presos en condiciones legales de obtenerlas, y se las negaron. También importa poco. La arbitrariedad del kirchnerismo se ha transformado ya en una banalidad, en un hacer cotidiano.
El problema de fondo en este caso es que entre La Cámpora y agrupaciones afines; el jefe del Servicio Penitenciario Federal, el murguero Víctor Hortel y algunos jueces “de la servilleta” han organizado una herramienta de reclutamiento para la formación de grupos de choque afines al oficialismo.
El dato en ese sentido lo da, si se quiere, la presencia de Cristian “Harry” Favale, barrabrava, uno de los asesinos de Mariano Ferreyra, en los actos de Vatayón Militante en el penal de Ezeiza y en la ex cárcel de mujeres en San Telmo. Favale con el Vatayón Militante indica una continuidad con aquellas fotos que se sacó con Amado Boudou y Sandra Russo en las peñas K de la confitería La Puerto Rico.
El reclutamiento de presos
La cooptación de reclusos es especialmente perversa, porque apunta a un sector en extremo vulnerable: el del marginal apresado.
Es lo contrario de la reinserción social de los detenidos, en cuanto refuerza la idea que la existencia ha internalizado en ellos: la de la mera supervivencia al costo que sea. Conviene recordar que Favale salió a matar para que le dieran a cambio un puesto de empleado ñoqui en el ferrocarril. Cierto es que ahora, según la Presidenta, los barrabravas ya no son tales, sino muchachos llenos de “pasión”, por los que ella siente “el mayor respeto”.
En definitiva, la crisis degrada al bonapartismo tardío y hace que en él empiece a predominar su concepción lumpen de la política. Esa concepción ya se vio en la constitución de aquella mutual de barrabravas que fue Hinchadas Unidas Argentinas (HUA), una organización de patoteros vinculada con Compromiso K, de Rudy Ulloa (él mismo un lumpen, que de chofer de Néstor Kirchner devino en poderoso empresario) y Carlos Zannini, secretario de Legal y Técnica de la presidencia y socio político del director del Servicio Penitenciario Federal. Marcelo Mallo, un matón vinculado con Alicia Kirchner, está en las dos agrupaciones y es el nexo entre una y otra. Mallo también fue la bisagra de la asociación de la cuñada presidencial con el narcotraficante Miguel Ángel “Mameluco” Villalba, de San Martín, candidato a intendente de ese partido por el Frente para la Victoria antes de ser detenido y condenado por su comercio con estupefacientes.
Carceleros “ejemplares”
La Presidenta no se privó de tocar otro extremo: calificó de “ejemplar” al Servicio Penitenciario Federal, organización criminal si las hay. Obviamente, sus dichos son una cobertura grosera al reclutamiento de patoteros en las prisiones. Esa cooptación se mide también en dinero: desde 2007, el presupuesto del SPF se ha multiplicado por cuatro. También se han multiplicado las torturas y vejámenes a los presos, la transa de drogas y de todo tipo de sustancias prohibidas murallas adentro.
La condición “ejemplar” del SPF ha sido desmentida por el CELS que dirige Horacio Verbitsky -quien no puede ser sospechado de “destituyente”. En su último informe, el CELS habla de “infierno” para referirse a la situación en las cárceles federales, y subraya el incremento de las torturas y de las muertes violentas en los pabellones. He ahí la verdadera política de “reinserción social” de los reclusos por parte del kirchnerismo.
Sumido su gobierno en una crisis de fondo porque “el mundo se nos cayó encima”, CFK -perdido el rumbo- no deja de sumar papelones. En una de las últimas cadenas nacionales, dijo: “Me tocó también a mí inaugurar una importante cárcel modelo, en el noroeste, en Salta, hace muy poco tiempo, hará un año o un año y medio, donde realmente está el pabellón de mujeres, el pabellón de hombres, y es una cárcel modelo nacional”.
La Presidenta se refería al Centro Federal Penitenciario Noroeste Argentino I, en Salta, que debía reemplazar a las unidades 8, 16, 22 y 23, las que sin embargo, siguen en funciones.Sobre esa cárcel “modelo” dice el CELS: “…en agosto (de 2011), a poco tiempo de su inauguración, hubo una primera huelga de hambre en la unidad femenina, y en diciembre otra protesta similar en el sector masculino. En ambas oportunidades se reclamaba asegurar la posibilidad de comunicación con las familias y el aumento de las raciones alimentarias. Además, hubo denuncias por las ‘invasivas y excesivas prácticas de requisa personal, desnudo total y flexiones’ a las que son sometidas las mujeres cada vez que ingresan y egresan del pabellón”.
Los K, de acuerdo con los tiempos, no van a las cárceles a “reinsertar” a nadie, sino, precisamente, a cooptar matones para “tercerizar” la represión.
A. Guerrero