11 de octubre de 2012

La Plaza dejó planteada la huelga general













La Plaza de Mayo reunió entre 30 y 40 mil personas a partir de la convocatoria de la CTA Micheli, a la que adhirieron, sin paro, camioneros y delegaciones de gremios de la CGT Moyano.

Las horas que precedieron a la jornada estuvieron dominadas por la noticia de la bajada de Moyano de la tribuna -fue reemplazado por Schmidt, de Dragado y Balizamiento- y por el boicot de ATE Capital, cuya mayoría se ha pasado al kirchnerismo. La participación de la Federación de Educadores bonaerense, que logró una adhesión superior al 50%, fue un golpe positivo contra la burocracia de Suteba, alineada con el gobierno.

En la composición de la Plaza se destacó una columna de unos 10 mil camioneros y delegaciones de bancarios, personal legislativo, judiciales, Udocba y otros gremios de la CGT Moyano. En cuanto a los organizadores (la CTA-Micheli), se notó fuertemente la disminución de ATE; hubo empeñosas columnas piqueteras de Barrios de Pie, CCC, MTR Dignidad, Teresa Vive y otras. En ATE de provincia, se destacó la movilización de más de mil compañeros del Astillero Río Santiago. El desgaste natural de 15 días de huelga le impidió a ATE Educación una movilización masiva con sus propias consignas, pero estuvo presente el clasismo de ATE -tanto de capital como de provincia.

Las 500 o 700 personas de la Federación Agraria en la Plaza no compensaron lo que restó, políticamente, la presencia de Buzzi, como pata de la Mesa de Enlace -resistida por vastos sectores de activistas en los lugares de trabajo. En el palco no se hicieron ver los Binner y otras fuerzas del FAP, aliadas de los representantes políticos de la CTA, a excepción de los propios como Lozano o Pino Solanas.

Nuestra columna reunió a más de 3.000 compañeros, que entraron con el Sitraic, AGD-UBA y Fuba, Suteba La Plata, ATE Sur y delegaciones de ferroviarios, gráficos, metalúrgicos y distintos gremios bajo el cartel: “Paro general, por 7.000 pesos de básico, abajo el trabajo en negro y el impuesto al salario”. Esta orientación política marcó una perspectiva, ya inscripta en el movimiento obrero con la huelga de Educación en la provincia de Buenos Aires, la huelga petrolera de Comodoro, las huelgas docentes en diferentes provincias, Los Dragones.

Nadie dijo una palabra del juicio a Pedraza ni de los sucesos protagonizados por las patotas de Gerardo Martínez. El centroizquierda no planteó terminar con la burocracia sindical y sus patotas.

Micheli llamó a rodear el Congreso el próximo 24 contra la pseudoreforma de las ART. Transmitió que Moyano le aseguró que habría un paro general antes de fin de año. No hay, sin embargo, ningún plan de lucha en esa dirección. La Plaza dejó planteada la huelga general.

Néstor Pitrola