A este traspié se sumó otro: la Corte rechazó tratar la cautelar por el mecanismo del ‘per saltum’. Ahora el gobierno tendrá que presentar un “recurso extraordinario”. Mientras tanto, el monopolio Clarín gana un tiempo precioso, porque en cualquier caso tendrá un año para desinvertir -o sea después de las elecciones de octubre próximo.
Derrota
La derrota judicial del gobierno tiene causas políticas en la propia ley de medios, que ofrece innumerables escapatorias a los pulpos y que busca remplazar a los opositores por los oficialistas. No tiene por sujeto a la libertad de expresión, la lucha contra el capital mediático ni a los trabajadores de prensa. CFK se enredó en una telaraña de presentaciones judiciales y en la violación de la ley, al meter a Telefónica y los Cristóbal López y Monetta en el negocio, e incluso convocar, al final, a desinvertir entre testaferros.
A los negocios con empresarios amigos el gobierno le sumó, a último momento, la presentación judicial del titular de la Afip, Echegaray, contra los periodistas Matías Longoni y Luis Majul, que investigaron las maniobras fraudulentas en el otorgamiento de subsidios de la Oficina Nacional de Control Comercial Agropecuario (Oncca). De este modo, se cayó la demagogia en defensa de la libertad de prensa con la que el gobierno quería encubrir sus enjuagues con empresarios amigos.
Ex gobierno plebiscitario
Los fallos judiciales son otro golpe al gobierno plebiscitario del 54% de los votos, luego del cacerolazo del 8N y, en especial, de la huelga del 20 de noviembre. En poco menos de un año Argentina pasó del poder personal al estado de asamblea. La oposición tradicional, incluido Proyecto Sur, ha cerrado filas detrás de Clarín.
Las condiciones para una crisis política de fondo se han reunido con creces. Las elecciones de 2013 se han convertido en un referéndum.
Gabriel Solano