La cuestión del aborto merece un capítulo aparte. Son miles las mujeres que mueren por abortos clandestinos en el país, mientras el kirchnerismo y la oposición del FAP, que cuentan con representación parlamentaria en el Congreso, mantienen cajoneado el proyecto de ley impulsado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto; es que ambos se oponen diametralmente a la legalización y avanzan en la idea de la reglamentación del derecho al aborto no punible. El fallo de la CSJN, que determina la aplicación del art. 86 del Código Penal sin más dilaciones que una declaración jurada de la mujer, en vez de garantizar el acceso al derecho ha habilitado a las provincias a establecer “protocolos” o “guías prácticas” que restringen el acceso al derecho, entre ellas nuestra provincia.
Sumado a todo esto, cada vez son más los hechos de violencia contra mujeres que toman estado público a través de los medios de comunicación. La Ley Nacional de Violencia de Género y los programas de asistencia a la mujer, aun cuando están muy lejos de atacar la raíz del problema, resultan estériles dado el desfinanciamiento estatal de tales programas. Por otra parte, la cuestión ha dado lugar a otro tipo de planteo: la elevación de penas para hombres golpeadores; esta variante, sin siquiera establecer los motivos por los que aumentan estremecedoramente los casos de violencia, deposita toda la responsabilidad en el plano intrafamiliar, desvinculando por completo al Estado de la responsabilidad que le cabe por la situación que atraviesan hoy las familias trabajadoras. ¿Es acaso posible desvincular la violencia doméstica de la ausencia de trabajo estable, de salario digno, de condiciones laborales para la mujer trabajadora, y del acceso a una maternidad libre? ¿Es posible escindir de responsabilidad al Estado, que en el marco de una creciente inflación mutila el salario por medio de topes salariales y del impuesto a las ganancias que suprime las asignaciones por hijo? Es al Estado y a sus gobernantes a quienes les cabe la responsabilidad por la descomposición de la familia trabajadora y la violencia desplegada contra las mujeres. Para terminar con la violencia es indefectiblemente necesario el empoderamiento de la mujer a partir de su independencia económica y de todos los aspectos de su vida.
Por todo ello, el próximo 8 de marzo más que nunca tiene vigencia como una jornada de lucha por la conquista de nuestros derechos.
Desde el PLENARIO DE TRABAJADORAS convocamos a movilizarnos con un programa independiente de la mujer trabajadora:
• Desmantelamiento de las redes de trata. Aparición inmediata de Yamila Cuello.
• Basta de muertes por abortos clandestinos. Aprobación inmediata del Proyecto de Ley de Legalización del Aborto impulsado por la campaña del aborto. Aplicación del Protocolo Nacional en Córdoba. Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir.
• Salario igual a la canasta familiar, día femenino, guarderías en lugares de trabajo y estudio.
• Defensa de las paritarias. Abajo el impuesto a las ganancias que confisca el salario. Restitución de las asignaciones familiares.
MARCHA el viernes 08/03, a las 18 hs., desde Colón y Gral. Paz
PLENARIO DE TRABAJADORAS
+ Cintia Frencia, legisladora electa por el FIT: 0351- 155477903
+ Soledad Díaz García, dirigente del Plenario de Trabajadoras y abogada del caso Yamila Cuello: 0351- 155484495
PARTIDO OBRERO DE CÓRDOBA en el FRENTE DE IZQUIERDA