Ayer se estrenó “Quién mató a Mariano Ferreyra?”
Fue muy triste escuchar el testimonio de su familia en la intimidad, a sus amigos recordando cómo era Mariano. Personas que no tuvieron la suerte de conocerlo en profundidad y compartieron con él las últimas horas de su lucha…
El militaba en el Partido Obrero. Un día, como tantos otros, se une a una movilización para apoyar el reclamo por el despido de trabajadores de la línea Roca, y con el afán de querer terminar con la precarización de los mismos.
Alguien que puso el cuerpo y entregó su vida a favor de los derechos del trabajador, merece nuestro total respeto y una pena perpetua para los culpables.
Por otro lado, están los poderes políticos. Las empresas, el Estado, quienes se aprovechan de nosotros, de nuestras capacidades, del sacrificio que hay que hacer día a día para vivir.
Nos cagan, nos manipulan, nos mienten y ocultan todo. Nos marginan. Nos sometemos a todo eso porque pensamos que no nos queda otra, porque desconocemos o por el miedo a saber y no querer ver. Pero hay que luchar. Hay que salir a pelear por nuestros derechos y abrir los ojos.
Muchos tienen los huevos para cortar las calles y manifestarse, defendiendo los intereses de los demás, valorando la vida de los otros. Inclusive más que la de ellos mismos, arriesgando sus propias vidas. Es admirable.
Ver y percibir éstas cosas, hace que mi inquietud por los demás crezca y, de alguna manera, remueva esa sensibilidad y fortaleza extrema que siento que me caracteriza, a pesar de sufrir momentos de vulnerabilidad. Aunque parezca que esas dos cualidades no van de la mano, te digo que sí. Todos lo tenemos. Todos somos seres sensibles y fuertes. Gozar de la combinación de esas aptitudes nos permite luchar e ir desarrollándonos, puliendo y utilizarlo para el bien de todos.
Que nos exploten, nos desvaloricen, nos maltraten, nos destruyan psicológicamente, no nos tendría que quitar las ganas de seguir adelante, al contrario. Ser conscientes de todo eso que nos hacen debería hacer crecer en nosotros un sentimiento de amor pleno y seguridad. Siento que tenemos muchas cosas en común y que juntarnos para hacer desaparecer todas esas diferencias que nos lastiman, es el mejor remedio y refuerzo para sanar.
Fue muy triste escuchar el testimonio de su familia en la intimidad, a sus amigos recordando cómo era Mariano. Personas que no tuvieron la suerte de conocerlo en profundidad y compartieron con él las últimas horas de su lucha…
El militaba en el Partido Obrero. Un día, como tantos otros, se une a una movilización para apoyar el reclamo por el despido de trabajadores de la línea Roca, y con el afán de querer terminar con la precarización de los mismos.
Alguien que puso el cuerpo y entregó su vida a favor de los derechos del trabajador, merece nuestro total respeto y una pena perpetua para los culpables.
Por otro lado, están los poderes políticos. Las empresas, el Estado, quienes se aprovechan de nosotros, de nuestras capacidades, del sacrificio que hay que hacer día a día para vivir.
Nos cagan, nos manipulan, nos mienten y ocultan todo. Nos marginan. Nos sometemos a todo eso porque pensamos que no nos queda otra, porque desconocemos o por el miedo a saber y no querer ver. Pero hay que luchar. Hay que salir a pelear por nuestros derechos y abrir los ojos.
Muchos tienen los huevos para cortar las calles y manifestarse, defendiendo los intereses de los demás, valorando la vida de los otros. Inclusive más que la de ellos mismos, arriesgando sus propias vidas. Es admirable.
Ver y percibir éstas cosas, hace que mi inquietud por los demás crezca y, de alguna manera, remueva esa sensibilidad y fortaleza extrema que siento que me caracteriza, a pesar de sufrir momentos de vulnerabilidad. Aunque parezca que esas dos cualidades no van de la mano, te digo que sí. Todos lo tenemos. Todos somos seres sensibles y fuertes. Gozar de la combinación de esas aptitudes nos permite luchar e ir desarrollándonos, puliendo y utilizarlo para el bien de todos.
Que nos exploten, nos desvaloricen, nos maltraten, nos destruyan psicológicamente, no nos tendría que quitar las ganas de seguir adelante, al contrario. Ser conscientes de todo eso que nos hacen debería hacer crecer en nosotros un sentimiento de amor pleno y seguridad. Siento que tenemos muchas cosas en común y que juntarnos para hacer desaparecer todas esas diferencias que nos lastiman, es el mejor remedio y refuerzo para sanar.
Nunca fui una persona sumisa ni conformista… Cuando era más chica naturalmente había algo en mí que se rebelaba ante muchas cosas. Producto de mi inmadurez, mis emociones desencontradas, mecanismos de defensa, los genes de mis viejos… Cosas que hoy sigo sosteniendo con otro nivel de conciencia, madurez y complicidad conmigo misma y con las personas que me rodean. Seguramente con el correr de los años y manteniendo un contacto más profundo con la realidad, mis ideas vayan cambiando y nutriéndose.
Te comunicaste con todo lo demás, por eso… Cuando estemos mal, cuando estemos solos, cuando estemos cansados de llorar, no nos olvidemos de Mariano Ferreyra.
Por favor vayan a verla y apoyemos a su familia, a todas las victimas que sufren…
¡Justicia!
Daniela Herrero (Cantante, compositora y actriz).