Del cupón PBI a los Cedines
El Indec sorprendió con el dato de crecimiento de abril, el cual habría sido del 7% respecto de igual mes del año anterior. En dos días, una furia especulativa sacudió los mercados financieros y los bonos con cupones PBI subieron más del 12%. Así, el gobierno reactiva la expectativa de un pago de 4.000 millones de dólares el año próximo por el cupón atado al crecimiento -ello si las estadísticas arrojan un crecimiento económico de más del 3,2% este año. Al respecto, diversos economistas sostienen que “se podría estar sobrestimando el incremento de la generación de riqueza” (Infobae).
Seduciendo al capital
Con el cupón PBI, que nació del canje de deuda de Kirchner y Lavagna en 2005, el gobierno lleva pagados más de 10 mil millones de dólares, los cuales -sumados al saldo de 15.000 millones de dólares que aún restan pagar- borran la “quita” pactada en los canjes de deuda. Pero a diferencia de los demás títulos públicos, que pagan una renta fija, el cupón PBI se transformó en un mecanismo oficial para “seducir inversiones con la participación en futuras ganancias” (urgente24.com). El “inflado” estadístico alimenta una especulación: quieren detener la fuga de capitales a través de un enorme subsidio a los especuladores. Su costo va a engrosar los 65.000 millones de dólares de deuda que el gobierno ya tiene con el Banco Central, lo que deja a este organismo en la bancarrota. Si se suma esa deuda a la que el gobierno generó por utilizar los fondos de la Anses y otros organismos públicos, se llega al 55% de la deuda pública. El actual blanqueo de capitales es otra forma de subsidio, ya que desgrava de impuestos a estos capitales. También lo es la reciente liquidación de la cartera de títulos públicos de la Anses en favor de acreedores privados, para incidir en el precio del dólar paralelo.
Devaluación
En esta semana, además, se convalida la devaluación y el desdoblamiento cambiario, a los que se llegó por la confiscación de las reservas del Banco Central para pagar la deuda externa. En eso consiste la implementación del Cedin, título que recibirán los que blanqueen capitales. El gobierno muestra así el fracaso de su política de cepos e intervenciones para subsidiar al capital y pagar la deuda, y se desliza hacia el programa de la “oposición” -la cual está integrada por personajes que a su turno pasaron por este gobierno. Devaluación y licuación del salario y las jubilaciones, quiebra del Banco Central, subsidio al gran capital, confiscación millonaria de los fondos públicos y aumento de una deuda externa impagable, finalmente identifican a oficialistas y opositores. Sólo el Frente de Izquierda es una salida para la clase obrera.
Sergio Szulman