El Frente de Izquierda ingresó en la recta final de su campaña.
Presentamos nuestro manifiesto político-electoral y los primeros spots televisivos.
En ellos, desfilan las grandes cuestiones de la agenda popular.
La lucha por un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar -hoy de 8.500 pesos, en un país donde en promedio se gana la mitad.
La batalla contra el trabajo precario y tercerizado, y para que la sangría de la deuda externa deje de llevarse los recursos de los jubilados, la educación y la salud.
En el telón de fondo de esta campaña, avanza una crisis que los trabajadores ya están pagando con impuestazos, carestía e incluso suspensiones.
Después de diez años de rescatar a banqueros y privatizadores, el “modelo” y sus opositores quieren otro rescate que favorezca esos mismos intereses.
La gran pregunta vuelve a ser: ¿quién va a pagar la crisis?
Detrás de las peleas de campaña, el kirchnerismo y la oposición tradicional ocultan una coincidencia de fondo: trasladarle los platos rotos a las masas después de octubre, através de una devaluación y un ajuste.
De cara a lo que se viene, ¡el voto al Frente de Izquierda tiene una importancia crucial!
Una sólida votación a la izquierda será el mayor pronunciamiento -y la mayor advertencia- contra ese ajuste. Y para que la crisis la paguen los capitalistas.
Un nuevo salto -a partir del millón de votos alcanzados en agosto- colocará en el Congreso una bancada del Frente de Izquierda.
Para defender la misma agenda que hoy presentamos ante millones de trabajadores:
• Salario igual a la canasta familiar;
• Derogación definitiva del impuesto al salario;
• 82% móvil para los jubilados. La Anses dirigida por trabajadores y jubilados electos;
• Terminar con la precarización laboral, a través de comisiones obreras electas en los lugares de trabajo.
• No pago de la deuda externa usuraria.
¡Vamos con el Frente de Izquierda!
Presentamos nuestro manifiesto político-electoral y los primeros spots televisivos.
En ellos, desfilan las grandes cuestiones de la agenda popular.
La lucha por un salario mínimo que cubra el costo de la canasta familiar -hoy de 8.500 pesos, en un país donde en promedio se gana la mitad.
La batalla contra el trabajo precario y tercerizado, y para que la sangría de la deuda externa deje de llevarse los recursos de los jubilados, la educación y la salud.
En el telón de fondo de esta campaña, avanza una crisis que los trabajadores ya están pagando con impuestazos, carestía e incluso suspensiones.
Después de diez años de rescatar a banqueros y privatizadores, el “modelo” y sus opositores quieren otro rescate que favorezca esos mismos intereses.
La gran pregunta vuelve a ser: ¿quién va a pagar la crisis?
Detrás de las peleas de campaña, el kirchnerismo y la oposición tradicional ocultan una coincidencia de fondo: trasladarle los platos rotos a las masas después de octubre, através de una devaluación y un ajuste.
De cara a lo que se viene, ¡el voto al Frente de Izquierda tiene una importancia crucial!
Una sólida votación a la izquierda será el mayor pronunciamiento -y la mayor advertencia- contra ese ajuste. Y para que la crisis la paguen los capitalistas.
Un nuevo salto -a partir del millón de votos alcanzados en agosto- colocará en el Congreso una bancada del Frente de Izquierda.
Para defender la misma agenda que hoy presentamos ante millones de trabajadores:
• Salario igual a la canasta familiar;
• Derogación definitiva del impuesto al salario;
• 82% móvil para los jubilados. La Anses dirigida por trabajadores y jubilados electos;
• Terminar con la precarización laboral, a través de comisiones obreras electas en los lugares de trabajo.
• No pago de la deuda externa usuraria.
¡Vamos con el Frente de Izquierda!