Cargo, una empresa tercerizada de Renault, despidió -a un mes de las elecciones de delegados- al principal activista de la empresa.
El compañero, a dos meses de haber sido cesanteado, se presentó en el momento de las elecciones de delegados con el aval de un fallo de la Justicia, el cual ordenaba que sea reinstalado provisoriamente para participar del acto eleccionario como candidato a delegado. Como la patronal no lo dejaba entrar y la burocracia desconocía el fallo, fue introducido por sus propios compañeros clandestinamente a la planta y apareció -para sorpresa de la patronal y el gremio-, cuando empezó la elección, con una ovación que sumó también a los trabajadores de Renault. Además se realizó una asamblea que paró parte de la producción.
El compañero, a dos meses de haber sido cesanteado, se presentó en el momento de las elecciones de delegados con el aval de un fallo de la Justicia, el cual ordenaba que sea reinstalado provisoriamente para participar del acto eleccionario como candidato a delegado. Como la patronal no lo dejaba entrar y la burocracia desconocía el fallo, fue introducido por sus propios compañeros clandestinamente a la planta y apareció -para sorpresa de la patronal y el gremio-, cuando empezó la elección, con una ovación que sumó también a los trabajadores de Renault. Además se realizó una asamblea que paró parte de la producción.
Finalmente, en medio de una rebelión, la burocracia (con ayuda de la patronal) logró realizar la fraudulenta votación -aprietes mediante- en la que participó menos del 40% del padrón. Sin embargo, en asamblea y con la presencia de autoridades judiciales, se dejó constancia de una votación que le dio los sufragios necesarios para ser delegado. Imponer este resultado, como dijo el compañero, será cuestión de una nueva lucha, la que desde el Partido Obrero y el Frente de Izquierda apoyaremos con toda energía.
Alejandro Roqueiro
Alejandro Roqueiro