En las elecciones de este domingo en Salta, el Partido Obrero obtuvo un 22% de los votos en la capital de la provincia.
Nuestros candidatos a concejales y diputados fueron los más votados. El PJ, para superarnos, debió armar doce colectoras.
La votación coronó un largo trabajo de lucha política y organización del PO y de sus bancas, desde el gobierno del menemista Romero al actual del kirchnerista Urtubey.
Pero el salteñazo es, además, la avanzada de un ascenso nacional de la izquierda combativa, luchadora y anticapitalista que se expresa en el Frente de Izquierda.
Se ha verificado en el millón de votos conquistados en agosto.
También en las conquistas alcanzadas en los sindicatos, federaciones y centros estudiantiles.
Y en la consistente intención de voto que se avizora en numerosas provincias.
El crecimiento del Frente de Izquierda tiene, como contracara, el retroceso irreversible del kirchnerismo y la crisis de una oposición que ya gobernó y nos llevó a una bancarrota nacional.
El pueblo argentino ha recorrido una experiencia con unos y otros.
Y no quiere repetir la misma historia.
Salta es el gran espaldarazo para el envión final, el cual nos debe llevar a consagrar un bloque de diputados del Frente de Izquierda, tanto en el Congreso como en numerosas legislaturas del país.
Una sólida votación del Frente de Izquierda será el mejor pronunciamiento contra el ajuste que el gobierno y sus opositores capitalistas preparan para después de octubre.
¡Ganemos las calles, las plazas, los lugares de trabajo y estudio para la conquista del voto en estas dos semanas decisivas!
¡Multipliquemos los fiscales para defender el voto al Frente de Izquierda!